Las 40 organizaciones que integran la Unidad Piquetera (UP) realizaron el lunes un nuevo Congreso de delegados en el Obelisco porteño. Con la participación de más de 1.300 delegados de todo el país deliberaron el formato del plan de acción que dará continuidad a las medidas que, desde marzo, vienen desarrollando en reclamo de trabajo genuino, universalización de los programas sociales y el cumplimiento de la asistencia alimentaria a los comedores populares entre otras reivindicaciones.

Las organizaciones sociales no alineadas con el gobierno habían votado su primera etapa del plan de acción en un congreso de similares características en la Plaza de Mayo del que habían surgido medidas como el masivo acampe frente al ministerio de Desarrollo Social y la Marcha Federal que, durante tres días, recorrió más de cien ciudades y culminó con una movilización en la Plaza de Mayo. Según los organizadores fueron alrededor de 300 mil personas las que participaron de alguno de los actos y movilizaciones a lo largo y ancho del país con la consigna «por trabajo y por salario, contra el hambre y la pobreza».

En el Obelisco resolvieron una serie de medidas que comenzarán este jueves con una movilización y permanencia frente a la cartera social que conduce Juan Zabaleta que será replicada “en las principales avenidas de todo el país”.

Además, según explicó uno de sus principales dirigentes, Eduardo Belliboni del Polo Obrero «en las deliberaciones que duraron toda la tarde del lunes se discutió la necesidad de impulsar una campaña por el paro y el plan de lucha en fábricas y lugares de trabajo, con la exigencia a la CGT y a la CTA para que lo convoquen, para lo que es necesaria la deliberación entre los trabajadores que fije su pliego de reclamos por un salario mínimo de 100 mil de emergencia y el reclamo de un salario igual a la canasta familiar».

Las resoluciones además de la jornada de este jueves ofrecen un plan de acción creciente con un corte el próximo 25 y 26 en el Puente Pueyrredón a 20 años del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.

Luego, la semana siguiente continuará con acciones dirigidas a los gobernadores de las 24 provincias “que son también el vehículo del ajuste” y, finalmente, esta fase del plan de lucha concluirá en la semana del 11 de julio  que podría plasmarse en un nuevo acampe aunque esta vez “a escala nacional”.