Mientras el presidente Macri está de vacaciones, despide a Prat-Gay, el ministro del súper endeudamiento externo para pagarle a los fondos buitre lo que éstos exigían y para financiar el déficit fiscal. El mismo que el año pasado, en campaña, dijo que el dólar ilegal de $16 ya estaba incorporado a los precios, y quien posteriormente pronosticó una inflación de “hasta el 25%” para el 2016, cuando estamos terminando el año por encima del 40%. Se va un ministro que participó activamente de la gestión implementada por Macri.

El desdoblamiento del Ministerio en Hacienda y en Finanzas profundiza la atomización del manejo económico, financiero y productivo, atribuyéndole supuestamente mayor poder de decisión económica al Presidente de la Nación (o al círculo rojo que habitualmente consulta).

Nicolás Dujovne, flamante ministro de Hacienda, ha dejado bien en claro en sus escritos periodísticos su preocupación por el elevado déficit fiscal, que propuso reducir para el próximo año, así como la necesidad de bajar los costos laborales y eventualmente acceder al financiamiento del FMI ya que “las condiciones que impondría el organismo serían pasablemente laxas para el Gobierno”.

De esta forma, al igual que lo sucedido en otras áreas, los nuevos funcionarios parecen elegidos para llevar el ajuste aún más profundo. Mientras el gobierno de la Alianza Cambiemos continúe con el rumbo de sus políticas, Argentina seguirá en un esquema económico en el que pierden las pymes, los trabajadores, los jubilados, y el pueblo en general. Eso es lo que Macri ofrece para el futuro.