En forma combinada, el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores dispusieron una serie de medidas para restringir los mercados del denominado dólar bolsa.

Se trata del dólar Contado Con Liqui (CCL) y el MEP. Son mecanismos financieros que permiten acceder a los dólares sobre la base de adquirir acciones de empresas argentinas o títulos que, a la vez, cotizan en la bolsa de Nueva York y, por lo tanto, pueden comprase en pesos y ser vendidos en moneda norteamericana evitando las restricciones y topes de U$S 200 que rigen en el mercado de cambios local.

La operatoria, completamente legal, en un contexto de dólar oficial planchado e ingreso de divisas del sector agrícola generó una creciente demanda que llevó el CCL a superar los $170 y a apreciarse en $30 en apenas dos meses ampliando la brecha con el dólar oficial.

Es allí a donde apuntó el gobierno. Por eso mediante la resolución 895/21 la Comisión Nacional de Valores (CNV) buscó entorpercer esta operatoria incrementando hasta dos días el denominado ‘parking’. Se refiere al plazo durante el cual el comprador de títulos o acciones, una vez que los tenga efectivamente acreditados, debe conservarlos hasta volver a venderlos para completar la transacción entre los pesos iniciales y los dólares.

Pero además, mediante la misma resolución se fijaron cupos en la operatoria con valores negociables, en especial, en el tramo conocido como prioridad precio tiempo (PPT). Allí, establecen que “las subcuentas comitentes no alcanzadas por la normativa, y para el conjunto de esos valores negociables, se deberá observar, al cierre de cada semana del calendario, que la cantidad de valores negociables vendidos con liquidación en moneda extranjera y en jurisdicción extranjera no podrá ser superior a: 50.000 nominales respecto de la cantidad de valores negociables, emitidos bajo ley local, comprados con liquidación en dicha moneda y jurisdicción, y 50.000 nominales respecto de la cantidad de valores negociables, emitidos bajo ley extranjera, comprados con liquidación en dicha moneda y jurisdicción. Dichos límites resultan aplicables para cada subcuenta comitente como para el conjunto de subcuentas comitentes de las que fuera titular o cotitular un mismo sujeto”.

Así, cada inversor, podrá operar el bono AL30 con el que interviene el BCRA en el mercado cambiario con un tope de U$S 50 mil semanales.

De este modo pretenden reducir el volumen de operaciones en las que, por otra parte, interviene el sector público a través del BCRA. Al mismo tiempo, el BCRA ratificó la normativa que impide realizar operaciones en el Mercado Único Libre de Cambios (MULC) a aquellas personas físicas o jurídicas que hubiera operado 90 días antes o lo harán 90 días después en el mercado de Contado Con Liquidación.

Esta normativa ya se encontraba vigente aunque podía ser eludida valiéndose de CUIT diferentes entre empresas controlantes y controladoas de un mismo grupo empresario. De esa forma, empresas importadoras podían operan en el MULC valiéndose del dólar oficial y utilizando un CUIT y luego desarrollar también operaciones financieras en los mercados paralelos. Esa vriante, ahora, quedará explícitamente anulada complicando las operaciones de importación al dólar oficial para quienes decidan incurrir nuevamente en el uso de dos razones sociales propiedad de un mismo grupo controlante.

En la primera jornada de operaciones con la nueva normativa las entidades que regulan los mercados cambiarios y financiero lograron detener la serie alcista del CCL que retrocedió 53 centavos para cerrar en $166,73 y plasmar una brecha con el oficial del 73,5% mientras que el dólar MEP cayó 37 centavos.

La contraparte fue la suba del dólar blue que llegó a operar en $179 para concluir la jornada en $177, la máxima cotización en nueve meses y plasmando una brecha con el oficial cercana al 85%. Los mercados paralelos, más allá de la intención del gobierno de anclar el dólar oficial para contener los precios, presionan sobre la divisa y generan expectativas devaluatorias e inflacionarias.