El gobierno seguirá esta semana con las reuniones con las industrias de consumo masivo en un intento por encaminar su agenda de establecer un ordenamiento de precios, de garantizar el abastecimiento al comercio y de asegurar previsibilidad en materia de importaciones.

Tras los encuentros del miércoles pasado, primero con siete de las empresas preponderantes del mercado incluyendo a la industria de tocador y limpieza, y después con la conducción de la federación alimenticia Copal, se negocian nuevas reuniones a realizarse muy pronto.

Los participantes de los cónclaves de mitad de semana hicieron prevalecer la mesura, destacaron el diálogo institucional y priorizaron la proyección a futuro. Sin embargo, trascendió que el gobierno pidió a las empresas que presenten alternativas para aumentar la producción y que la contraparte reclamó facilidades para importar. También se trató sobre financiamiento para el sector privado.

Además, en al menos una de las reuniones las autoridades indagaron sobre la falta de aceite y harina en los comercios, dos productos que deberían estar a disposición con precios subsidiados por el Estado.

Diferencias

El ministro de Economía, Sergio Massa, participó de la primera de las reuniones, que se produjo en el Palacio de Hacienda con Molinos Río de la Plata, Unilever, Mastellone, Procter & Gamble, Arcor, Quilmes y Coca Cola.

La presencia del funcionario, que asistió secundado por el secretario de Comercio, Matías Tombolini; y por el titular del Banco Central, Miguel Pesce; fue un poco más que una formalidad; tuvo el sentido de un mensaje institucional para las compañías de mayor peso específico en la formación de precios de las que el gobierno espera una colaboración concreta para detener la escalada de aumentos.

En la otra reunión, en un restaurante, Tombolini, sin Massa ni Pesce, dialogó con el titular de la federación alimenticia Copal, Daniel Funes de Rioja.

La separación de las reuniones es otra señal: Massa indica que quiere economizar gestiones, saltear eslabones en la cadena del lobby, e ir al grano, planteando un diálogo directo con el grupo de los que cortan el bacalao, porque los tiempos apremian y la inflación no para.

Paz social y económica

Asistentes privados consultados por Tiempo refirieron que el gobierno dejó en claro que su principal objetivo es el control del equilibrio fiscal y la necesidad de dominar los problemas macroeconómicos y que llamó a las empresas a hacer un aporte concreto.

Según las versiones, el gobierno anunció su disposición a dar previsibilidad y puso como ejemplo la decisión de concentrar todas las áreas económicas importantes bajo un solo ministerio y también destacó la ejecución de «decisiones fiscales, como reducciones para los sectores que aumenten su oferta o estabilicen sus precios».

Desde las empresas agregaron que el titular del Palacio de Hacienda se manifestó abierto a discutir propuestas y a escuchar alternativas en la medida que incluyan a los argentinos de camino a «un esquema de paz socio-económica».

Finamente, el funcionario dejó en claro, como también trascendió en la semana, que «no habrá shock devaluatorio».

Precios por el ascensor

Mientras se realizaban las primeras reuniones con las fábricas, en los comercios de barrio cundía la bronca frente a una nueva ola de listas de precios con aumentos. Los almaceneros concentraron su indignación en el precio de la bolsa de un kilo de azúcar Ledesma.

En supermercados mayoristas de la Provincia de Buenos Aires el producto se empezó a vender a $ 240 por kilo y los clientes bramaban porque tan solo 45 días atrás el mismo envase se comercializaba a 107 pesos.
La tendencia del precio del azúcar sigue la línea de julio, cuando el Indec registró un aumento mensual del 30,5%, extraordinariamente mayor al promedio de la inflación del mes que fue del 7,4%. En junio el precio del artículo fue de 133 pesos.

Los almaceneros y otros actores del comercio de cercanía por ahora no fueron convocados por las autoridades pese a que controlan alrededor del 60% del comercio minorista.

Lejos de la mesura, en la calle los aumentos son puro fuego. La consultora LCG midió en las primeras cuatro semanas de agosto un aumento promedio del 6,4% de los precios de los alimentos.

El azúcar, según ese informe, trepó 9,4% en el tramo mencionado. Pero no fue lo que más subió porque el rubro Verduras promedió 11,9%; Panificados, Cereales y Pastas arrojó una suba del 9,7%. También quedaron por encima del promedio Lácteos (8,6%) y Frutas (6,5%).

Son tan duros esos incrementos que los que quedaron por debajo del promedio parecen menores, pero no lo son: Bebidas e Infusiones dio 5,7%; Aceites, 5,1%; Comidas para Llevar, dio 4,6%; y Carnes, 3,1%.

Los aumentos de los precios regulados en el arranque del mes y los del propio Precios Cuidados suman otros condimentos, que a su vez se anticipan al impacto de la quita de subsidios, que pesará desde el mes que viene. Todo indica que el promedio anual se acomoda, cada vez con más claridad, cerca del 100 por ciento.

CARNE

Las exportaciones de carne vacuna cerraron el primer semestre del año con récord en volumen e ingreso de divisas. Saltaron un 39,4%, hasta los U$S 1750 millones, informó la Bolsa de Comercio de Rosario .

Los embarques con carne vacuna crecieron en valor U$S 457 millones al pasar de U$S 1293 millones al monto actual.

CONSUMO

Scentia registró un crecimiento de 2% interanual en julio en las ventas de cadenas de supermercados y autoservicios independientes.«