El gobierno reunió este miércoles a 50 entidades empresarias en la residencia de Olivos para tratar los detalles del pre acuerdo suscripto entre el Mercosur y la Unión Europea. Tras el encuentro, las empresas informaron que el gobierno planteó “conceptos generales” sobre datos que se conocían a priori. 

La recepción fue dispar con picos de preocupación entre los referentes de la gran industria y de las pymes. Como contracara, los referentes del empresariado renovaron el pedido de reformas estructurales que demandan como vehículo de competitividad.

En lo formal las cámaras empresarias elogiaron el anuncio desde que irrumpió sorpresivamente el viernes pasado pero por lo bajo persisten dudas de peso, especialmente en el sector productivo. Esas dudas afloran en el diálogo informal porque las conversaciones con el Ejecutivo están abierta y nadie quiere terminar señalado por alterar el humor en el año de las elecciones.

En el campo hubo sectores que salieron de la reunión con una sonrisa. El presidente de la gremial de cooperativas Coninagro, Carlos Ianizzotto, destacó a Tiempo que el preacuerdo “nos favorece porque nos ayuda a fortalecer nuestros reclamos de una estructura legal acorde a un sistema productivo”.

Pero la sonrisa no evitó el pedido de reformas complementarias. “El mismo acuerdo en sí mismo expone el sinsentido de las retenciones y los reintegros” que el gobierno les cobra a los exportadores en su objetivo de déficit cero, marcó Ianizzotto.

El martes el titular de Coninagro y el resto de la Mesa de Enlace se quejaron ante Macri y Marcos Peña porque el oficialismo rechazó proyectos de leyes que las empresas rurales habían consensuado con legisladores de la oposición. El pedido concreto fue que los legisladores de Cambiemos “accionen” pero la respuesta de Macri y Peña fue negativa y la explicación se limitó a que la inflación y la tasa de interés están bajando.

Este miércoles, después de la apertura de Macri, encabezaron la reunión el ministro de Producción, Dante Sica, y el canciller Jorge Faurie. Pero la exposición de los funcionarios se limitó a la lectura de los ejes “centrales” del acuerdo que circulan desde el martes públicamente.

Las empresas pidieron información concreta sobre la letra del acuerdo para conocer con precisión el alcance real. La expectativa es conversar con esa información sobre la mesa en las próximas reuniones, que se realizarán por sectores diferenciados y ya no en una mesa común como este miércoles.

Entre las dudas más recurrentes los consultaron mencionaron los tiempos de la entrada en vigencia y las posibilidades que el acuerdo se caiga, por ejemplo, por la resistencia de sectores del empresariado de Francia. Sica y Faurie argumentaron que la cuestión se definirá en el parlamento de ese país.

El sector que manifestó más dudas fue la industria, a nivel de las grandes empresas nucleadas en la  UIA y en particular en el segmento pyme.

En la  previa la excepción fueron las industrias con incidencia exportadora como el sector aceitero, que saludó rápidamente el acuerdo, y las automotrices a través del empresario Cristiano Rattazzi, presidente de FIAT.

Este miércoles tras la reunión se sumó el presidente de la asociación sectorial ADEFA, Luis Peláez Gamboa, quien definió que “es un acuerdo que engloba las necesidades de la industria automotriz”.

Pero en la intimidad del encuentro tallaron las preocupaciones y abundaron las preguntas. Las automotrices también aprovecharon para reclamar reformas económicas como vehículo para asegurar las condiciones de competitividad que arguyen necesitar para negociar en igualdad.

“Tenemos tiempo suficiente para adecuar la competitividad del sector privado”, advirtió Peláez Gamboa, hombre de la francesa Renault.

Otros empresarios presentes fueron Gerardo Díaz Beltrán y José Bereciartua, (CAME); Gastón Remy (IDEA); Jaime Campos (AEA); Miguel Acevedo (UIA); Félix Pereyra (COPAL); y Jorge Di Fiori y Mario Grinman (CAC).

También asistieron Enrique Mantilla (CERA); Roberto Wagmaister (ARGENCON); Mauro Busso (CESSI); Gustavo Idígoras (CIARA); Claudio Cesario (ABA); Daniel Pelegrina (SRA); representantes de FAA; Dardo Chiesa (CRA); Miguel Zonnaras (FECACERA); Francisco Loizzo (Centro de Despachantes de Aduana); Martín Rapallinni (UIPBA); Isabel Martínez (UIC); y Fernando Morales (COVIAR).

País colonial

Una entidad que no fue de la partida como la Asociación Pyme que advirtió que de prosperar el acuerdo de la región con la UE “volveremos a ser un país colonial”.

La frase pertenece al presidente de esa entidad Daniel Moreira, quien auguró “más destrucción de las pymes”. En una entrevista con Radio Estación Sur, Moreira señaló los obstáculos del plan, que no saldrá en el corto plazo y que enfrenta oposiciones en la propia UE. Y remarcó: “El gobierno necesita tener en agenda algo para que genere expectativa. Esto es una cortina de humo para que no  hablemos de lo que realmente pasa, cuando tenemos que hablar que hay gente que no tiene para comer o que a 50 metros de la Casa Rosada se murió una persona de frío”, apuntó.