El gobierno anuncia la llega de nueve marcas chinas, fruto de las negociaciones que realizó esta semana en su visita oficial a ese país asiático, mientras la importación de autos brasileños hace estragos en las cuentas del país. Un informe de la Universidad de Avellaneda (Undav) le puso números a una situación sobre la que había alertado Tiempo en las semanas recientes: el excesivo ingreso de autos desde el país vecino está empezando a generar cuantiosas pérdidas de divisas al Estado nacional.

El trabajo académico asegura las empresas del sector ya acumulan una deuda mayor a los U$S600 millones con el Estado Argentino por exceder límites de importaciones desde Brasil. El texto indica que el problema “se empezó a hacer notar a mediados del año pasado pero el deterioro en la actividad local se conjugó con un notable incremento en las ventas internas, traccionadas por las unidades de lujo, mayormente producidas fronteras afuera”. La Undav explicó que este fenómeno tiene que ver con un volumen de compras reprimidas “en especial, en los albores de la modificación del régimen cambiario y por la mejora en las expectativas al inicio del cambio de modelo”, pero además lo asoció con el blanqueo de capitales y con “una transferencia de recursos regresiva”.

Pero el caudal de importación más importante proviene de Brasil, que fabrica los autos que se vendieron más en el mercado local después del boom de las 4×4 que caracterizó el mercado en 2016. En ese marco las terminales incurrieron en prácticas nefastas para los números del país. El desajuste en el pacto bilateral “no solamente atenta contra las posibilidades de abastecer con producción local el mercado interno, sino también transparenta la falta de acción de los reguladores del comercio exterior a la hora dar garantía al cumplimiento de los contratos, resguardando la posición argentina”, señala el informe de la universidad bonaerense.

El alza de las importaciones de autos fue del 45,45% pero en el primer cuatrimestre de 2017 “se registra una disminución de la producción local en torno al 10%, aunque las ventas a concesionarios continúan con solidez aumentando un 14,6%”, comparó el estudio. Además, el 80% de los autos que se vendieron en el país en el primer cuatrimestre del año se produjeron en el extranjero. En ese marco, el coeficiente de intercambio con Brasil, el denominado flex, “se disparó en el último año, llegando a más que triplicar los máximos contemplados en el acuerdo bilateral”, lo que redunda “en un costo de oportunidad” para el país: debido a la falta de reglamentación del pago de la penalidad, Argentina mantiene con las automotrices importadoras un saldo a favor sin cobrar superior a los U$S 600 millones.

Pese a la coyuntura que grafica el estudio de la Undav y las consecuencias conocidas en la industria y el empleo de los argentinos, el gobierno aprovechó el paso del presidente Mauricio Macri por China y celebró nuevos acuerdos para importar nueve autos desde ese país asiático. A Chery, Lifan, Foton y Geely, que ya operan en el país, se sumarán CTS Auto con las marcas de la empresa BYD; y Ralitor, que vendará camiones Jiangxi Jiangling y representará también a las marcas Baic y Brilliance. Las marcas chinas patentan niveles bajos comparados con las marcas tradicionales pero las ventas vienen aumentando indiscutiblemente y para este año esperan terminar con un mercado de 15 unidades. La gran incógnita es de qué magnitud será el impacto de la producción local. Este año la cadena de valor sectorial firmó el Plan 1 Millón que prevé llevar a un millón de vehículos la fabricación nacional con aspiraciones de orientar el modelo a la exportación. Por ahora el proyecto está en etapa de planificación. Mientras tanto, a nivel local las ventas siguen siendo en su mayoría producción foránea y el problema de las divisas se torna cada vez más difícil de eludir, a tal punto que desde las propias concesionarias advierten en privado sobre el problema de las divisas. A la par, cada vez son más los operadores que observan que en el mediano plazo puede caer por efecto de un techo en la demanda. El único brote verde está en veremos.