La devaluación producida el día después de las PASO golpeó duramente a las familias de los sectores más vulnerables, con la combinación de mayor inflación y bajísimos o nulos ingresos fijos. Esto generó que las organizaciones sociales volvieran a salir a la calle para reclamar, en muchos casos, la universalización de los planes, el aumento de su monto, situado en $ 7500, además de un incremento de la cantidad de alimentos destinados a comedores y merenderos populares.

En diálogo con Tiempo, Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero, detalló: «Hay una inflación enorme. Por ejemplo, los productos lácteos aumentaron un 15 por ciento. Para sumar gravedad a la situación, el gobierno hace cuatro meses que no entrega leche a los comedores populares. Esto agravó la situación de las familias que no logran reunir los recursos necesarios para sostener los niveles de la canasta de pobreza».

El miércoles y parte del jueves, organizaciones sociales llevaron a cabo un acampe en la Avenida 9 de Julio, con un pliego de demandas ante el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Polo Obrero, Barrios de Pie, FOL, Frente Popular Dario Santillán, MTD Aníbal Verón, Organizaciones Libres del Pueblo, entre otras, participaron.

«Nuestras demandas son centralmente tres», explicó Belliboni. En primer lugar figura el aumento del ingreso, actualmente en $ 7500. «Hay que duplicarlo para que apenas supere la línea de indigencia», dijo. En segundo término, «hay que universalizar los planes para que cualquier persona mayor de 18 años sin trabajo pueda inscribirse (y acceder a ellos) sin importar si está en una organización o no». Y, en tercer lugar, planteó «el aumento en la cantidad de kilos y variedad de productos destinados a los comedores populares».

Desde el Frente de Organizaciones en Lucha, la delegada nacional Marianela Navarro señaló: «El golpe del mercado ha pulverizado nuestros ingresos. Estamos cobrando 7500 pesos. Es decir, por debajo de la línea de indigencia, cuando la canasta básica en Argentina está en 31 mil pesos. Esta situación no se ha resuelto con el aumento planteado por el gobierno, que básicamente significa dos cuotas de seis por ciento de incremento para los trabajadores de las cooperativas. Por supuesto, rechazamos ese aumento porque necesitamos que el Salario Social Complementario vaya acompañando la inflación».

Y amplió: «Con ese ingreso la gente no puede garantizar ni siquiera el alimento de su familia. Nuestras familias se privan de la carne, de los productos esenciales, además de los medicamentos. En el caso de los cooperativistas, por no existir una tarifa social para los servicios públicos, hay vecinos nuestros que reciben boletas de luz de dos mil o tres mil pesos, cobrando 7500 quinientos».

En el caso del FOL, según Navarro, las principales demandas son «la recomposición del Salario Social Complementario. Por otro lado, reclamamos la implementación y apoyamos la demanda de que se declare la emergencia alimentaria. Y por último, reclamamos el ingreso de miles de personas que han quedado desocupadas y que ni siquiera pueden acceder a un programa de empleo». «