Alumnos y docentes del Plan Fines realizaron este lunes una protesta frente a la sede de la cartera de Educación porteña, donde reclamaron una entrevista con la ministra Soledad Acuña para pedir que no cierren las sedes del Plan Fines en la Ciudad de Buenos Aires, como trascendió en los últimos días.

Se trata de 13 sedes de ese programa para completar los estudios secundarios que, según los gremios, afectaría la continuidad de los estudios de unos 500 estudiantes y los puestos de trabajo de 80 docentes.

Los manifestantes provenientes principalmente de la Villa 20 de Lugano, La Carbonilla de La Paternal y del Bajo Flores se concentraron este mediodía frente al Ministerio, ubicado en la avenida Paseo Colón 255, del barrio porteño de San Telmo, acompañados por dirigentes de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera).

En el acto, expusieron estudiantes y profesores mientras que el secretario adjunto de UTE, Guillermo Parodi, tuvo a su cargo el cierre de la convocatoria y allí exhortó a la ministra Acuña a mantener abierta las sedes.

Lo fundamentó al plantear que «el Plan es una garantía para muchos adultos y jóvenes para poder terminar la educación secundaria y es un derecho social a la educación que que debe garantizar el Estado».

Para el dirigente sindical, «el cierre de las sedes tiene que ver con una propuesta salarial insuficiente del 12 por ciento de aumento de dos cuotas ofrecido por el Gobierno cuando hay un estimado de inflación del 22 por ciento».

«Tiene que ver también con la falta de construcción de escuelas, la falta de vacantes para más de 12.000 niños y niñas en la Ciudad y con una desinversión educativa muy grande,» afirmó.

En este sentido, Parodi recordó que «cuando Mauricio Macri asumió como jefe de Gobierno de la Ciudad, en el 2007, el presupuesto educativo era del 30 por ciento y hoy es del 18».

«Evidentemente hay una decisión de ajustar en educación, ajustar en salarios, en infraestructura y todos estos programas que son el garante del derecho social a la educación», completó.

Por su parte, Pedro Zeballos, de 24 años, alumno de la sede de la Villa 20, consideró «una injusticia total» el cierre del programa y sostuvo que una medida en ese sentido los afectaría porque se trata de una instancia que «da una salida para poder estudiar y tener el título de la secundaria terminada».

«Soy un estudiante que trata de salir adelante, trabajo en la mañana y para tener un futuro mejor estoy estudiando en este plan que están queriendo sacar», añadió, a la vez que expresó su consternación al señalar que «esto me parte el alma a mí y mis compañeros, algunos de ellos hoy no están aquí por motivo de trabajo».

En la misma línea, Amalia Casas, profesora de Lengua y Literatura de la Villa 20, dijo que «estos cierres son una situación sumamente dolorosa que genera una gran impotencia porque es una encrucijada en la que están poniendo a los alumnos».

«Cerrar el Plan Fines es un despropósito», afirmó y manifestó que cerrarlo además en los barrios más vulnerables «es un atentado contra los alumnos».
Según explicó, «la mayoría de mis alumnos cobra planes sociales y ahora el Gobierno puso una normativa nueva en la que pide un certificado de alumno regular, pero le cierran las sedes donde iban a estudiar».

El Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios (Fines) fue implementado en el 2008, bajo la gestión kirchnerista, y tiene alcance nacional.