Este martes se reunirá el Consejo de Salario Mínimo Vital y Móvil del que participarán representantes de las tres centrales sindicales, las principales cámaras patronales y funcionarios del ministerio de Trabajo por el lado del gobierno. La intención es llevar el incremento del 35% pautado en abril de este año hasta el 46%. Dicho de otro modo, garantizar que para el mes de marzo de 2022 el haber supere los $32.300 cuando en la actualidad se ubica en los $29.160.

En la actualidad el haber cubre apenas el 92% de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) para una familia de dos adultos y dos menores que es aquella que mide el umbral de la indigencia y que alcanzó en agosto los $29.213 con un mínimo para ese mes todavía en $28.080.

El Consejo del Salario se reunió formalmente en abril y alcanzó, a contramano de lo que venía sucediendo, un acuerdo unánime alrededor de la suba del 35% en siete cuotas. En julio, sin embargo, mediante una resolución, el Ministerio de Trabajo decidió adelantar el pago de las cuotas que culminarían en marzo de 2022 a septiembre de 2021.

Dos semanas antes de los comicios la cartera laboral fijó para el 30 de septiembre una nueva reunión del Consejo que, luego del resultado electoral de las PASO, se adelantó para este martes 21 de septiembre. Por el momento las representaciones sindicales no adelantaron a cuánto ascenderá su demanda y si están dispuestas a acordar alrededor del 46% que el gobierno dejó trascender.

El salario mínimo impacta en particular en los beneficiarios de programas sociales en la medida en que el salario social complementario se encuentra fijado en un 50% de su monto. Por eso de la reunión participarán las organizaciones sociales alineadas con el gobierno representadas por Esteban «el Gringo” Castro de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).

A la vez, el Frente de Unidad Piquetera que agrupa una treintena de organizaciones independientes del gobierno y que vienen de movilizar más de un centenar de miles de personas la semana pasada, convocó a una movilización reclamando una suba del mínimo hasta el nivel de la Canasta Básica Total (CBT) que mide el umbral de la pobreza y, en agosto, ya superaba los $68 mil. Por eso, exigen que el haber se eleve hasta los $70 mil.

Ese reclamo fue el que sostuvieron históricamente y en términos formales las centrales sindicales a la cartera laboral y que obligó durante varios años a sellar la suba del mínimo mediante un laudo ministerial.

La marcha, que se presume será masiva, partirá desde la sede del ministerio de Desarrollo Social y llegará hasta la Plaza de Mayo. El destino se explica en parte por el carácter virtual del cónclave, en parte por la necesidad de mantener el distanciamiento social que no se puede garantizar en la sede de la avenida Alem de la cartera laboral pero, especialmente, por la crisis política que transita el ejecutivo y que, por lo tanto, se lo presume más proclive a atender las demandas sociales.

En el comunicado de convocatoria las decenas de organizaciones aseguran que “rechazamos el ajuste estructural y las alternativas de derecha como respuesta a la crisis». Además, aseguran que «desde hace años se viene profundizando la caída estrepitosa del poder adquisitivo de la clase trabajadora. Frente a las reiteradas crisis, los gobiernos de distinto color político, junto con el empresariado y las burocracias sindicales han pautado de forma sistemática salarios mínimos por debajo del nivel de indigencia, con el objetivo de seguir maximizando sus ganancias a costa de mayores niveles de explotación y hambre”. 

Además, denuncian que «tras un año de pandemia, donde se profundizó la desocupación, la pobreza, la precarización de la salud y la educación, el gobierno del Frente de Todos comenzó el 2021 realizando un ajuste fiscal que, entre otras cosas, repercutió en la quita del IFE para millones de personas que no tenían siquiera un ingreso fijo».

Entre los reclamos, además, incluyen el reclamo de la elevación del monto mínimo, exigen “trabajo genuino y obra pública en los barrios” y rechazan «el ajuste y el acuerdo con el FMI”.

A la convocatoria, por otro lado, se sumaron algunos sindicatos cuyas conducciones se referencian en el clasismo y la izquierda y se encuentra agrupados en el Plenario del Sindicalismo Comativo (PSC). Se trata del sindicato del Neumático, el sindicato docente porteño Ademys, el de docentes de la UBA (AGD), entre otros.

La suba del salario mínimo vital y móvil impacta también en el monto de la jubilación mínima y del salario inicial docente además de oficiar de valor de referencia para los salarios no registrados.