El mismo día de la devaluación que sucedió al batacazo de Alberto Fernández en las PASO las empresas fabricantes de productos de consumo masivo enviaron listas con aumentos a los canales comerciales.

La versión del comercio dice que el aumento tiene un tope del 15% y la industria confirmó ese porcentaje.  

Como indica el sentido común, la cultura económica argentina y el discurso presidencial del lunes, es de esperar que la corrida cambiaria se trasladará a precios y que los aumentos afectarán todavía más el debilitado salario de los trabajadores y la clase media. Como corolario, los economistas ya proyectan una inflación del 3% para agosto.   

Dos de las cadenas más importantes de supermercados, ambas multinacionales, confirmaron a Tiempo que entre este lunes y martes recibieron listas con aumentos que van desde el 5 hasta el 15%.

Una de las corporaciones alimenticias más importantes del país y la región confirmó a este medio que envió listas con aumentos del 15% “frente a una devaluación del 30%”. Esa empresa precisó que el 15% es un promedio, con lo cual hay aumentos de precios más altos aunque no determinó cuáles. La fuente informó también que tienen problemas con los proveedores, que en algunos casos no están entregando insumos y en otros entregan con aumentos significativos porque son importadores de productos dolarizados, como el cacao.  

Los supermercados señalaron que los artículos con aumentos son mayormente alimentos y en menor medida productos de tocador y limpieza, ambos mercados dominados por una veintena de empresas monopólicas.

Los supermercados vienen de varias remarcaciones desde que se desató la primera gran devaluación en 2018 pero esta vez, en el sensible escenario post PASO, estos incrementos son una papa caliente que prefieren evitar.

Formalmente dicen que las ventas se mantienen estables pero en el off the récord hablan de locales vacíos y fuerte caída de las ventas y la facturación. Desde una gran cadena de origen europeo confirmaron que “desde el lunes están llegando listas con aumentos pero estamos negociando porque no queremos remarcar”.

Los precios “son variados, un mínimo del 5% y un tope del 15 por ciento”, agregó la fuente que insistió: “Nosotros no estamos modificando precios porque el estado del consumo no da. Así que hoy (por el martes) tenemos los mismos precios que teníamos el fin de semana”.

Otra compañía del sector especificó que los aumentos “son fundamentalmente comida, más precisamente almacén en general”, un segmento en el que pisan fuerte compañías como Arcor, Molinos Río de la Plata, y otros grandes jugadores del  mercado. En menor medida recibieron aumentos en productos de limpieza y tocador.

La empresa industrial que dialogó con Tiempo reconoció los aumentos como producto de la devaluación pero negó las versiones de desabastecimiento que denuncian en algunos sectores del comercio masivo.

Coca Cola, otra de las multinacionales que pisan fuerte en el mercado de alimentos y bebidas, se despegó de los aumentos y de las versiones de desabastecimiento. Una fuente refirió a este portal que “hicimos llamados con todos los embotelladores y están entregando el producto y sin cambios en la lista de precios” y ratificaron: “Desde la compañía y los embotelladores no hay modificaciones”.

El lunes el titular de la Coordinadora de las industrias de Productos Alimenticios (COPAL) Daniel Funes de Rioja desconoció las denuncias de desabastecimiento si bien admitió a Tiempo que en el sector “hay preocupación” por la inestabilidad del dólar.

Este martes la Unión Industrial Argentina (UIA) que tiene entre sus representados a la industria alimenticia celebró “la importancia de que la sociedad argentina se haya expresado nuevamente en un acto eleccionario democrático y transparente”, en  un enfoque del compromiso electoral que contrastó con el pronunciamiento del presidente Mauricio Macri, que el lunes acusó al electorado por el resultado adverso en las urnas y al kirchnerismo por la corrida cambiaria.  

Un informe de la consultora Portfolio Personal Inversiones (PPI) adelantó que la devaluación “de casi el 23% provocará inevitablemente un rebote inflacionario ya en la última quincena de agosto y, sobre todo, durante septiembre”, en orden con lo que admitió el propio Macri.

Según PPI “en despachos oficiales se baraja que la suba de precios mensual volverá a estar en el orden del 3%” en agosto. El deterioro del lunes “inevitablemente tiene traslado a precios. La estimación de 40% de inflación anual que se venía manejando va a ser mucho mayor”.

Terrorismo de mercado

Las críticas abundaron entre las pymes. La Agrupación Empresaria Ministro Gelbard denunció que “la política económica y financiera del oficialismo generó una situación en la cual producir es imposible en estos días. Además, se ha suspendido la entrega de insumos, se dolarizaron las listas y las pérdidas por recibir un cheque a 90 días son de casi 25%”.

A la par, el presidente de la Asociación Pyme y referente del Frente Productivo Nacional, Daniel Moreira, acusó al presidente Mauricio Macri de imponer “el terrorismo de mercado” y la Asociación de Empresarios Nacionales (ENAC) intimó al gobierno a “hacerse responsable de la situación ante la corrida cambiaria que ya impulsa el Dólar a $60  devaluándose en horas un 30% nuestra moneda nacional”.

Los empresarios del ENAC apunaron que “grandes empresas extranjeras alteraron unilateralmente sus precios ejerciendo su posición monopólica y muchas materias primas vitales se han dejado de abastecer ante la inacción, o permiso, del ministro Dante Sica”.

En ese marco demandaron “que se ejerza las funciones ejecutivas con rigor para evitar mayores perjuicios para el aparato productivo nacional y para los argentinos” y en sintonía con Moreira reclamaron “que frene este terrorismo financiero que solo va a generar más hambre, miseria, desocupación y cierre de fábricas.