Para la agencia de calificación de riesgo Fitch, la deuda pública argentina se volvió más riesgosa a pesar de la revisión del acuerdo con el Fondo Monetario.

Según un informe de Fitch conocido este miércoles, «la intensa inestabilidad macroeconómica en 2018, marcada por una gran depreciación del peso, ha debilitado dramáticamente las perspectivas de crecimiento en el corto plazo». Un menor crecimiento económico pondría en cuestión, a los ojos de la calificadora de riesgo, el equilibrio fiscal y, por lo tanto, el repago de la deuda pública.

La agencia califica en base a dos elementos: la situación actual y las perspectivas. Fitch no cambió la primera por lo que sigue calificando a la deuda argentina con la letra B. En cambio, respecto a la perspectiva a futuro, bajó la deuda nacional desde “estable” a “negativa”.

El dato es que Fitch bajó su perspectiva después de que el FMI aprobara la revisión del acuerdo de salvataje de la Argentina.

Fitch coincide con los inversores y especuladores, para quienes la deuda soberana argentina tiene una calificación superior a la que le correspondería. Es decir, debería tener una calificación más cercana a la de los bonos basura, o altamente especulativos o de muy elevado riesgo.

¿Cómo se explica? Resulta que por la crisis financiera subió el riesgo de default argentino; los inversores y especuladores vendieron en masa los bonos argentinos que tenían en su poder y eso contribuyó a que perdieran valor: un bono que tuvo un valor de emisión de 100 hoy se vende a 75.

Como la tasa de interés es fija, a medida que el bono pierde valor la tasa representa un mayor porcentaje del mismo. Pues bien, la tasa de los bonos argentinos es tan alta que equivale a las que pagan otros bonos soberanos con calificación CCC, muy por debajo de la B que ostentan actualmente.

Es decir, mientras que el mercado considera que los títulos públicos del Estado nacional son de muy elevado riesgo y por eso los venden, las calificadoras de riesgo como Fitch aún no se animan a llevar esa realidad a sus notas.

En diciembre otra calificadora, Standard & Poor’s deberá actualizar su calificación de la deuda argentina. En su última revisión rebajó la perspectiva de la deuda. Se especula con que podría realizar un movimiento más contundente el mes que viene.

Fitch observó que existen dudas con la deuda soberana argentina una vez que se consuma la mayoría de los fondos que proveerá el FMI, lo que sucederá el año que viene. Para la calificadora, no queda claro de dónde sacará la Argentina fondos para pagar su deuda pública en moneda extranjera una vez que suceda eso, es decir, que los fondos del FMI se hayan agotado.