El decreto con el que el gobierno intentó el 6 de junio descomprimir la presión gremial ante la corrida cambiaria y la disparada de los precios y, al mismo tiempo, establecer un nuevo techo del 20%, quedó rápidamente en el olvido.

Es que, a partir de la nueva disparada del dólar y los pronósticos confirmados ayer por el Relevamiento de Expectativas del Mercado que difunde el BCRA de una inflación del 30%, incluso un incremento adicional de 5 puntos redundaría en una pérdida del poder adquisitivo del 10%.

Según había hecho trascender el diario Clarín esta semana, la intención del gobierno era convocar a una serie de sindicatos que, habiendo firmado por un 15%, podían hacer uso del mecanismo simplificado dispuesto por el decreto mencionado. Sin embargo nada de eso ocurrió y, por el contrario, se conoció la firma de un aumento adicional para los más de 1,2 millones de trabajadores mercantiles del 10% en tres cuotas del 3% en octubre, 3% en noviembre y 4% en enero de 2019.

En la ceremonia de lubricación del acuerdo se hizo ver ostensiblemente el ministro de trabajo Jorge Triaca en una señal de que ese 25% anual representa la nueva pauta de actualización oficial.

Entre la publicación del decreto y la actual firma del adicional para los mercantiles se sustanciaron dos acuerdos por el 25% y 24% en Camioneros y Alimentación respectivamente además de una reapertura en bancarios que adicionó un 5% al acuerdo original llevándolo hasta un 20% pero incluyendo también una cláusula de actualización automática por inflación algo que el gobierno había rechazado durante la primera etapa de las negociaciones.

En los próximos días se conocerá la fecha en la que se realizará la reunión del Consejo del Salario donde las centrales sindicales y las cámaras patronales negociarán, junto con representantes del gobierno, la actualización del salario mínimo vital y móvil que a partir de este mes se ubica en $10.000 que equivalen a poco más del 50% de la canasta básica total que mide el umbral de pobreza. Ante este nuevo escenario se espera que la negociación se desarrolle alrededor de esa pauta que, ahora, promueven desde el ejecutivo.