Argentina perdió U$S 1.345 millones de dólares entre enero y junio de este año debido a la variación en los precios del comercio exterior, que no pudo ser compensada por la mayor cantidad de productos exportados. Así lo confirmó el Indec al difundir su habitual informe trimestral.

Lo que motivó este resultado adverso es la evolución del índice de los términos del intercambio. Así se conoce a la relación entre los precios de los bienes que un país negocia. De esa manera, se puede medir el poder de compra de las exportaciones con relación a las importaciones. En el primer semestre, ese índice cayó 4,1% con relación al mismo período de 2018. El índice de precios de las exportaciones bajó 7,3%, mientras que el de las importaciones sólo se redujo 3,4%.

Pese a ello, el saldo de la balanza comercial en la primera mitad del año fue superavitario en U$S 5.589 millones. Pero si en este período se hubieran registrado los mismos precios que en la misma época del año anterior, ese saldo hubiese sido favorable en U$S 7.129 millones.

La mayor influencia fue causada por la baja en los precios de las manufacturas de origen agropecuario (MOA), que cayeron 13,1%, mientras que los productos primarios también perdieron un 4% de su valor. Por eso no alcanzó que la cantidad de unidades vendidas mejoraran 16,8% y 19,2%, respectivamente. En combustibles y energía, la baja de precios fue de 2,1%. En las manufacturas de origen industrial (MOI) el fenómeno fue simultáneo: los precios cayeron 4,1% y las cantidades lo hicieron 3,6%.

Sin embargo, en el balance global, el índice de cantidades vendidas subió 10,4%, mientras que el de las adquiridas se contrajo 25,4%. Esta abrupta variación se debe de manera principal a la fuerte devaluación, que duplicó el valor nominal del dólar de un año a otro.