Cuando la semana pasada fuentes aeronáuticas advirtieron sobre la estrategia de las aerolíneas low cost para entrar al país a como dé lugar, nadie imaginó que la presión sería tal como para destronar unos pocos días después a la presidenta de Aerolíneas Argentinas (AA), Isela Costantini.

La versión oficial señaló que la ex titular de la automotriz General Motors se alejó «por cuestiones personales». Y descolocó a todo el mundo aeronáutico, en primer lugar, porque la gestión de Costantini en AA y Austral contaba con apoyo mayoritario de los gremios, en segundo lugar, porque apenas días atrás el desempeño de Costantini había merecido elogios del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.

Dietrich fue quien le enseñó la puerta de salida luego de que la ejecutiva le informó que se presentaría este martes 27 de diciembre a la audiencia pública donde las aerolíneas low cost intentarán quedarse con rutas de cabotaje, regionales e internacionales, que hoy explota la línea de bandera nacional.

Mandatada por el directorio de la firma argentina, Costantini iría a exponer en contra de las empresas que pujan por bajar el piso de las tarifas para vuelos locales. En pocas palabras, a discutir públicamente la política aerocomercial del gobierno nacional.

Rubén Fernández, secretario de la Unión del Personal Superior Aeronáutico (UPSA), detalló los pormenores del encuentro en el que el ministro de Transporte resolvió despedir a la titular de la línea aérea. La semana pasada, en la reunión de directorio de Aerolíneas, los directores por los trabajadores Rodolfo Casal, de AA, y Cristian Erhar, de Austral, presentaron la posición de sus representados respecto del avance de las low cost.

«El directorio llegó a la conclusión de que tenía obligación comercial e institucional de presentarse a defender el patrimonio» de las compañías de bandera, dijeron. Las rutas que están pidiendo las low cost son todas concurrentes con AA y Austral, con lo cual los directores exigieron que la dirección de la empresa se presentase a oponerse.

La persona que debía asumir esa responsabilidad era Isela Costantini, en su carácter de presidenta de las empresas. El titular de UPSA aclaró que reglamentariamente podía ir un abogado en representación de la máxima autoridad pero remarcó que «más allá de la persona, ella (Costantini) apoyó esa posición y la llevó en persona al ministro de Transporte».

La ex General Motors y otros dos directores llevaron la posición del accionista minoritario, en este caso los trabajadores, al accionista mayoritario, el Estado, es decir el ministro de Transporte. En la reunión los directores le informaron la decisión de acudir a la audiencia pública del martes y le advirtieron que de no hacerlo podían afrontar una demanda legal. Ante el rechazo de Dietrich, la conversación se tensó y devino en una pelea que terminó con el despido de Costantini.

«Está claro que la echaron», señaló Fernández, a quien responde uno de los directores obreros que llevó la propuesta al directorio. Entre la ejecutiva y el gobierno nacional «hubo varios desencuentros porque ella hizo bien su trabajo de conducir la empresa sin llevarse por delante a nadie. Fue una gestión exitosa», resumió.

Pablo Biró, titular de la Asociación de Pilotos (APLA) confirmó la descripción de Fernández. En diálogo con Tiempo, consideró que «Aerolíneas está obligada a exponer en contra de las low cost porque funcionarios que trabajan están obligados comunicar la posición» de la empresa.

Biró contó que una vez que el directorio llegó a una conclusión, «Isela fue a comunicársela al Gobierno, aparentemente a Dietrich; informó que tenía que participar y el ministro le dice que no podía hacerlo, por lo que aparentemente eso desató el tema de la renuncia» de la presidenta.

Desde que asumió en diciembre de 2015, Costantini llevó adelante un programa de ajuste a la par de resonantes recortes presupuestarios. En un foro empresario del que participó en octubre, reconoció que en su gestión quedaron en la calle 400 personas de un total de 12.400 empleados.

No obstante, el apoyo de la comunidad sindical aeronáutica a la saliente directiva es prácticamente unánime. En particular, Edgardo Llano, titular de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) remarcó a Tiempo que «Dietrich no le puede limitar su derecho a oponerse a las low cost como funcionaria».

La salida de Costantini sorprendió más de lo imaginado en un mercado aerocomercial que desde la asunción de Mauricio Macri está atento a la avanzada de las low cost y a la firme decisión gubernamental de garantizar las condiciones que esas empresas demandan para operar en el país. De hecho, el Gobierno ya redobló la apuesta y empezó a promover una segunda audiencia pública para marzo, en la ingresarían las más pesadas del universo low cost internacional: Ryan Air y Norwegian.