Todos los caminos conducen a Roma para el empresariado argentino en la transición hacia el mentado segundo semestre del año, que no habrá traído la lluvia de inversiones prometida pero sí propició la creación de un contexto que permite la formulación de demandas de interés privado, incluida la «necesidad» que ahora plantean de suspender el pago del medio aguinaldo.

Las pequeñas y medianas empresas picaron en punta con la advertencia, pero desde entidades representativas de grandes compañías reconocieron a este medio que la demanda existe aunque en proporciones todavía marginales.

El empresario del cuero y titular de la Federación Económica porteña (FECIBA), Raúl Zylberzstein, enumeró las razones que, según dijo, podrían confluir en la suspensión del pago del medio aguinaldo: «Las cargas sociales a la ANSES y el (pago del) IVA a la AFIP sumado a los exorbitantes aumentos en las tarifas y la baja de las ventas», una mezcla de factores que «imposibilita que las empresas puedan cubrir el aguinaldo y los impuestos derivados».

Las pymes aseguran que el problema es de las empresas mercantiles y las industriales de la misma forma. El secretario de la Cámara de la Mediana Empresa (CAME), Vicente Lourenzo, señaló que los comercios condicionan el cumplimiento del pago del aguinaldo a los frutos que rinda el Día del Padre porque «si no hay ventas en el nivel esperado no va a haber recaudación para poder pagar en tiempo y forma», en el término de cuatro días hábiles, como marca la ley. Si el 4 de julio no está el dinero, «el aguinaldo se va a pagar como se pueda», lanzó Lourenzo en medio de críticas al feriado que definió como «inoportuno, un escollo que se suma a los seis meses de problemas de ventas».

La idea tiene consenso entre las empresas de la Confederación General Económica de la Argentina (CGERA) (entidad que también integra Zylberzstein). El martes, en una reunión de comisión directiva, los presidentes de cámaras de todos los sectores coincidieron en la «dificultad» para cumplir con el aguinaldo en el primer mes de sueldos con aumentos. Un vocero de la entidad dijo a este medio que los empresarios «están muy complicados. Ya mandaron el pedido al gobierno para que pongan financiamiento que permita pagar los aguinaldos», en un contexto apremiado por el 40% de devaluación de la moneda, el encarecimiento de los insumos y los aumentos de hasta el 700% en los impuestos, enumeró la fuente, que no olvidó mencionar el aumento de las importaciones. «Lo primero que se deja de pagar es impuestos, así que para regularizar la situación también piden cuotas con tasa subsidiada a la AFIP», finalizó.

Desde el entorno de las grandes empresas, en cambio, plantearon un escenario distinto en el que las firmas que hablan de complicaciones para cumplir con el aguinaldo son menos. Una fuente consultada en el ámbito industrial reconoció que «hay problemas con las importaciones y las tasas de interés» y que «cayeron mucho las ventas», pero aseguró que la situación «no es negativa en forma generalizada, sino quizás en casos de microempresas».

En particular, Gerardo Venútolo, presidente de ADIMRA, cámara metalúrgica asociada a la Unión Industrial Argentina (UIA), dijo que existen empresas que «están planteando la posibilidad de no abonar aguinaldos o cargas o la necesidad de tomar créditos» para cumplir con sus obligaciones. El empresario señaló que no existe una estadística pero los casos «empiezan a verificarse y van a ir en aumento».

Tiempo intentó conocer la posición del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, sobre la advertencia de las empresas pero la cartera nacional no se manifestó sobre el tema. En cambio los gremios salieron al cruce contra la posibilidad de no cobrar el medio sueldo extra que corresponde por ley.
Horacio Ghilini, de la CGT que encabeza Antonio Caló, asoció el tema con el poder de «las multinacionales y los bancos, que buscan enfrentar las pymes con los trabajadores favoreciendo una guerra de pobres contra pobres».

Por el contrario, Ghilini abogó por una «alianza de la producción y del trabajo» que «debe fomentar la Ley de Emergencia de las Pymes para la crisis se financie a través de un Impuesto a Ganancias extraordinarias y a las transacciones financieras».
En tanto, Héctor Daer, secretario de prensa de la CGT, indicó que más allá del contexto económico, los empresarios tienen «una obligación legal de cumplir con los aguinaldos porque si no, mezclamos las cosas y ponemos trabajadores como rehenes. Una cosa es que los comercios y pymes tengan dificultades pero la variable de ajuste no puede ser el salario porque la crisis es de caída del poder adquisitivo. No es un tema de feriados sino de volver a rediscutir el ajuste». «

Para los economistas, sin demanda no hay salida

Para los economistas, el escenario de riesgo en el pago del medio aguinaldo de junio está intimamente vinculado con la caída del consumo y la falta de herramientas estatales que incentiven la demanda.

El economista de la Universidad de Luján (UnLu), Alejandro Fiorito, aseguró que el argumento de las pymes respecto de no contar con las espaldas financieras para pagar el aguinaldo, tiene asidero macroeconómico pero advirtió que el problema fundamental es la orientación de la política económica. «Las economías tienen que crecer con inyección de demanda y los mercados domésticos son importantes» en ese proceso, apuntó.

Si se reduce esa demanda por la vía del gasto, agregó Fiorito, no hay alternativas para las pequeñas y medianas compañías salvo el cierre o la reducción de su nivel de trabajo. «Si el gobierno achica el mercado doméstico en nombre de la reducción de costos y deja caer el salario real pero no propicia un aumento de la demanda ni del trabajo, ni del capital, ni de inversiones no puede haber un repunte de la economía», sumó.

El contexto actual, interpretó, puede servir para que una empresa instale la «necesidad» de pagar menos para evitar recortes de los puestos de trabajo. «La avivada es el juego de puja distributiva. En un contexto de pleno empleo la manija está del lado de los trabajadores que pueden presionar para pedir más aumentos. Hoy las pymes tienen más rentabilidad con menos ventas en un contexto de desempleo en alza, una situación que pueden aprovechan para presionar a su favor».

Por su parte, el director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso), Andrés Asiain, marcó que el efecto de la caída del mercado doméstico y del aumento de los costos energéticos se agrava con la tendencia de las empresas a utilizar el salario como variable.

Lo impositivo, consideró, «puede ser una alternativa» en la medida que podría significar una transferencia hacia los sectores de la actividad que afrontan condiciones adversas para cumplir con el pago del medio aguinaldo. No obstante, señaló el economista, las medidas de ese tipo sólo servirán «para costear la situación» pero no representan una solución de fondo para el problema. «