La salida de la recesión se hace desear. Pese al empeño del gobierno en adivinar señales de reactivación, los números marcan que la economía continúa en retroceso. Las mediciones que difundió el Indec este lunes dan nuevas evidencias en ese sentido. Según el organismo estadístico, tanto la industria manufacturera como la construcción volvieron a sufrir fuertes retrocesos en el mes de marzo, con caídas de dos dígitos porcentuales.

El índice de producción industrial (IPI) mostró en marzo una retracción del 13,4% con respecto al mismo mes del año anterior. En algunos sectores los números fueron dramáticos. La producción de automotores y otros equipos de transporte, por ejemplo, bajó 33,6%, lo que significa que se fabrica un tercio menos que en 2018. Los productos de metal, maquinaria y equipo tuvieron una variación negativa de 18,8% y los textiles, prendas de vestir y cuero de 17,2%. En el rubro de otros equipos, aparatos e instrumentos la disminución fue de 31,6% y en muebles y otras industrias manufactureras de 27,8%.

En tanto, el ISAC (indicador sintético de la actividad de la construcción) cayó 12,3% en la comparación interanual. La fabricación de insumos que más se resintió fue la de pisos y revestimientos cerámicos (34,2%), seguida por asfalto (29,5%) y artículos sanitarios de cerámica (23,4%).

Los datos interanuales no sorprendieron porque el cálculo se realiza contra el mes de marzo de 2018, cuando todavía no se había iniciado la crisis cambiaria. Pero lo más llamativo es que la medición desestacionalizada (un método que permite comparar mes contra mes, obviando la variación de días laborales y otras particularidades de cada período) también es fuertemente negativa: 4,3% en la industria y 3,5% en la construcción. Así se rompió la breve racha de enero y febrero, que había arrojado números positivos en ambos indicadores.

Este cambio de tendencia señalaría que no prosperaron los brotes verdes que esperaba el gobierno, necesitado de buenas noticias para apuntalar la tambaleante candidatura de Mauricio Macri a otro mandato presidencial. A pesar de ello, voceros del Ministerio de Hacienda se esforzaron en encontrar un factor positivo: que el período enero-marzo, sin estacionalidad, fue favorable en ambos casos. “Marzo fue afectado por la cantidad de días hábiles, 19 contra 20 de febrero. Hubo 3,5% menos de actividad frente a un 5% menos de días hábiles”, explicaron. “La industria tuvo la primera variación positiva desde el tercer trimestre de 2017 y la construcción desde el cuarto trimestre de ese año. Esos datos anticipan que el PBI crecerá en el primer trimestre del año”, agregaron, esperanzados en que la recuperación del campo (que en 2018 se vio perjudicado por la sequía) ayude a traccionar hacia arriba.

Sin embargo, esa opinión es puesta en duda por los informes del propio Indec. En el sector de construcción, la superficie autorizada por los permisos de edificación municipales (un indicio de los proyectos de inminente ejecución) cayó en marzo 19,5% interanual y 8,7% con respecto a febrero. Además, la encuesta cualitativa entre grandes empresas del sector revela que 50% de las firmas que trabajan en emprendimientos privados y 44,6% de las que realizan obras públicas estiman que la actividad caerá entre abril y junio. Los motivos principales son la menor actividad económica, los atrasos en la cadena de pagos y la inestabilidad de los precios.