Las medidas de asistencia económica que el gobierno ha tomado en el marco de la crisis sanitaria producto de la pandemia del coronavirus, son esquivas al universo de las cooperativas de trabajo, que a su vez viene de atravesar cuatro años muy duros producto de las políticas económicas del gobierno anterior.

“Aplaudimos las medidas que se tomaron para los sectores más vulnerables. Pero la situación es de extrema preocupación porque entendemos que el sector ha esperado un tiempo prudencial por políticas que beneficien a 140 mil trabajadores de todo el país, que hoy están postergados”, apuntó Ramiro Martínez, presidente de Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados (Conarcoop), que nuclea a 12.500 trabajadores autogestionados de 11 federaciones en 16 provincias.

“No accedemos al crédito porque no somos una empresa de capital. No es una discusión nueva, pero en este momento de crisis se exacerba. Queremos entender que en esta coyuntura de crisis hay otras prioridades. Hoy salimos a plantear esto públicamente porque ya no tenemos más tiempo y la situación es desesperante”, advirtió Martínez.

Federico Tonarelli, vicepresidente de la cooperativa que conduce el Hotel Bauen y presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadorxs Autogestionadxs (Facta), apuntó: “Hay alguien que no termina de entender que el trabajo no solo es registrado o autónomo, sino que es también trabajo asociado en cooperativas. Este sector es un eslabón muy importante en la cadena de producción y es también donde no se despide trabajadores, no se fuga dinero y se reinvierte permanentemente. El reclamo tiene que ver con eso”.

La situación del Hotel Bauen en particular es también delicada. “Estamos cerrados desde el 20 de marzo, con facturación cero y generando una deuda muy importante de proveedores y servicios, entre otros. El hotel está recontra complicado”, afirmó Tonarelli.

Medidas que no llegan

El gobierno nacional tomó distintas medidas de alivio a las pymes y para los trabajadores, pero pocas de ellas llegan a las cooperativas de trabajo.

Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Es de gestión individual y no es compatible con otros beneficios como el Salario Social Complementario (SSC). Tampoco se eximió del pago del monotributode ese mes. Al ser un ingreso familiar, si el cooperativista tiene un familiar con trabajo registrado, tampoco puede acceder.

Créditos con tasas al 24 por ciento. Como el propio presidente Fernández asumió, los bancos fueron reticentes a otorgarlos. Al margen de esto, son créditos que se otorgan a partir de la plantilla de salario y en las cooperativas no hay empleador y no hay salarios, sino retiros. Por tanto, no aplican.

Complemento salarial a los empleadores. Ocurre algo similar que en el punto anterior. Como no está contemplada la figura de cooperativa de trabajo, el programa no las alcanza. “Debería estar taxativamente en el decreto la figura de la cooperativa de trabajo. Se las debería asistir para pagar retiros, de la misma forma que al empleador para pagar salarios”, advirtió Tonarelli.

Línea 1 del Programa de Trabajo Autogestionado (PTA). El subsidio, de $ 6500, es incompatible con asignaciones familiares, por lo cual muchos cooperativistas descartan inscribirse.

Créditos a tasa cero para monotributistas. La opción es viable pero, al igual que el IFE, es individual. Además, no es compatible con el IFE. “Cómo hacés para decirle a 100 asociados que saquen créditos personales y los pongan como capital de trabajo en las cooperativas”, se preguntó Tonarelli.

Postergación del pago de facturas de servicios públicos y de alquileres. Sí alcanza a las cooperativas. La preocupación radica en qué pasará luego del 30 de septiembre, cuando debería pagarse la deuda acumulada en un plazo de seis meses.

Decisiones en el Inaes

El Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) anunció una serie de medidas dirigidas al sector de las cooperativas y mutuales que fueron publicadas en el Boletín Oficial entre el jueves y viernes pasados. Por caso, la Resolución 144/2020 autoriza a las cooperativas y mutuales a utilizar “todo o parte del Fondo de Educación y Capacitación Cooperativa”, en proyectos propios o acciones asociativas con terceros “con destino específico a paliar necesidades originadas por la pandemia de COVID-19”.