Los indicadores oficiales coinciden en que la reactivación industrial es una realidad. Incluso la Unión Industrial Argentina (UIA), de mala relación con el gobierno, reconoció en la última semana que hay «una reactivación importante» y que hay sectores que «ya están por encima de los niveles de 2019».

Parte de esa recuperación está ligada al relanzamiento del Programa Nacional de Desarrollo de Parques Industriales. Así lo entiende Mercedes La Gioiosa, directora de Desarrollo Regional y a cargo del programa que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo. «A pesar de las dificultades –nacionales y globales– durante el año pasado comenzaron a diseñarse y ejecutarse políticas específicas que permitieran a la industria convertirse en uno de los motores del crecimiento. Este programa se inscribe en ese paquete de medidas», detalla la funcionaria a Tiempo.

Según datos oficiales, el programa financió 44 proyectos por más de $ 2400 millones en 19 provincias entre septiembre de 2020 y el mismo mes de este año. Además, registró 143 nuevos parques industriales, censó más de 300 parques y áreas industriales y ejecutó el 97% del presupuesto entre septiembre y diciembre de 2020.

La Gioiosa apunta al respecto: «Las 23 provincias argentinas hoy tienen parques industriales y cada día se suman proyectos para incorporar nuevos. Según las estadísticas del ministerio, la inscripción de estos nodos productivos en el Registro Nacional de Parques Industriales (RENPI) aumentó un 41%. Esto habla a las claras de la certidumbre que genera el gobierno nacional en el sector industrial».

La reducción de costos

Daniel Rosato, titular de Industriales Pymes Argentinos (IPA), describe las dos razones más fuertes por las que las empresas deciden instalarse en un parque: la reducción de costos operativos y la menor carga tributaria.

«El agrupamiento beneficia porque las empresas se ayudan entre sí. Forman una comunidad de industrias y se prestan servicios o se unen en ‘cluster’ para producir, vender y comprar en escala», resume.

Esa actividad colaborativa entre las firmas «ayuda mucho en la parte operativa. Se comparten servicios, se abaratan costos. La seguridad es más efectiva. Se hace más fácil la logística. Se aceitan más las relaciones con el municipio o la provincia. Participamos en misiones comerciales, en conjunto con el municipio, para vender nuestros productos en el exterior», enumera el dirigente pyme.

Rosato es dueño de la papelera que lleva su nombre, instalada en el Parque Industrial de Plátanos, en Berazategui, donde hay otros 12 parques. «Es un parque multisectorial y mixto (público-privado), donde estamos 52 empresas, que empleamos a más de mil trabajadores. Hay una comisión con representantes de las distintas empresas y del municipio, que se dedica a resolver las distintas cuestiones que se presentan y cumple también el rol de contralor», explicó.

Con respecto a la cuestión tributaria, el industrial apuntó: «Eso depende de cada municipio o provincia, pero la exención suele ser de cinco a siete años, dependiendo del rubro y de la cantidad de mano de obra local contratada».

Contacto estrecho

Morón cuenta con cuatro parques industriales, dos privados y dos mixtos. Uno de estos últimos es La Cantábrica, ubicado en el predio que supo ocupar esa gran empresa. Es seguido de cerca por Juan Carlos Martínez, subsecretario de Desarrollo de Economía del municipio conducido por Lucas Ghi. «Nuestra experiencia con los parques es la mejor. Se mitigó mejor la pandemia, no hay conflictividad vecinal y solo se debe pensar en trabajar y producir», cuenta Martínez a Tiempo.

«Tiene un contacto estrecho con los empresarios. Les permite tomar el pulso de la producción, conocer bien la maquinaria, el personal, etc. Esa información es fundamental. Un parque es también importantísimo para la generación de empleo local. Es un beneficio para la empresa, el trabajador y el municipio», destaca.

Morón se encuentra por estos días con la intención de ampliar en 7,9 hectáreas el parque La Cantábrica. «Está muy avanzado, ya tiene tasación y antes de fin de año ya vamos a tener la propiedad», señala Martínez.

La Gioiosa, la responsable del programa, remarca que se trata de «una política probadamente exitosa en la expansión del sector manufacturero y que ayuda a promover áreas geográficas que sin ellos quedarían postergadas». De ahí, «el impulso que el gobierno nacional ha dado a este tipo de organización y planificación productiva».

El programa incluye la distribución de hasta $ 60 millones en Aportes No Reintegrables (ANR) para obras de infraestructura dentro de los parques y una línea de crédito a tasa subsidiada en hasta un 50% para las empresas  instaladas o en camino.

Pandemia y herencia

Las restricciones de circulación adoptadas por el gobierno ante la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus significaron un golpe duro para muchas industrias, que vieron limitada su capacidad de producción y un descenso en la demanda de sus productos. Sin embargo, los problemas del sector no comenzaron en marzo del año pasado, sino mucho antes.

Según datos oficiales, el Programa de Parques Industriales no ejecutó presupuesto alguno en 2018. Ese año, el gobierno de Mauricio Macri rechazó los 24 pedidos de ANR que realizaron los parques. En 2019, directamente no asignó presupuesto al área. Durante la administración de Macri, la actividad industrial cayó un 13%, según los relevamientos de la Unión Industrial Argentina. «