El conflicto en Aerolíneas Argentinas continúa sin una definición. El viernes por la tarde se volvieron a reunir los representantes de la empresa y de APLA, uno de los gremios que nuclean a los pilotos.

En la reunión del miércoles pasado, según contaron a Tiempo desde la empresa, la oferta de aumento salarial había pasado del 31% al 35%. «La respuesta fue que analizarán la propuesta y darán una respuesta el viernes», dijeron. Sin embargo, este viernes se reunieron durante largo rato sin llegar a un acuerdo. Según explicaron desde APLA, que reclama el 50%, el miércoles próximo habrá un nuevo encuentro entre las partes, en el cual esperan resolver el conflicto. «Siguen con la postura del 35%. Hay que seguir dialogando», expresó el secretario general de APLA Pablo Biró, sin dar mayores precisiones. Este conflicto ya derivó en un paro de 16 horas, la semana pasada. Sin embargo, por estos días ambas partes entienden que la mesa de negociación es la mejor salida y no se prevé otra medida de fuerza similar.

 Los puntos de conflicto son varios; políticos, económicos y gremiales. Por un lado, la decisión del gobierno de permitir la entrada de empresas extranjeras en los vuelos de cabotaje es ampliamente cuestionada por los pilotos. Para ellos, esto va a derivar en que las empresas extranjeras impongan sus políticas de bajo costo, lo cual pone en jaque los derechos adquiridos por los trabajadores y precariza al sector.

El factor económico también es clave. Aerolíneas arregló con la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) por un 31% de aumento, en dos cuotas. Este porcentaje fue rechazado APLA, que pretende no menos del 50%.

En el plano gremial, está la interna histórica entre la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA). APLA nuclea a los pilotos de AA, mientras que UALA representa a los de Austral. Los segundos no participan de esta negociación, pero esperan alertas. Tal es así, que acompañaron el mencionado paro. El otro conflicto gremial es el que protagoniza el propio Pablo Biró con su hermano Daniel, quien gana cada vez más terreno en APLA.

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