Una delegación de trabajadores despedidos de Pepsico, encabezada por sus delegados y acompañada por dirigentes políticos y abogados laboralistas, se entrevistó con la titular del juzgado de garantías nº 3 de San Isidro a quien le solicitaron se declare incompetente. 

El pedido, según manifestaron, se fundamenta en el hecho de que “es un conflicto laboral y no de tipo penal” tal como lo expresó uno de los delegados Camilo Mones a este diario.

El pedido se produjo una vez que la letrada manifestó que no haría otra cosa que “cumplir con la ley”. Para los delegados “es un conflicto laboral que debe resolver la justicia laboral o el ministerio de Trabajo.” 

Del mismo modo, explicaron que ya sustanciaron una denuncia penal contra la empresa “por lock out patronal». «Lo que quieren es despedir a la gente para avasallar las conquistas laborales y volver a contratar trabajadores con peores condiciones de trabajo. La empresa presentó un preventivo de crisis el lunes para despedir el martes, eso de preventivo no tiene nada.” explicó Mones.

De hecho, denunció: “Están importando papas fritas desde Chile en avión. Eso demuestra que la planta de Mar del Plata no alcanza para abastecer el mercado. Lo que quieren es quebrar la huelga para recuperar la planta.”.

En el día de hoy se conocieron los resultado económicos de la compañía a nivel internacional durante el último trimestre que arrojaron ganancias superiores a las previstas. 

PepsiCo informó que las ventas en su unidad de bebidas en Norteamérica, la mayor de la compañía, subieron 2% a U$S 5.240 millones mientras que la utilidad neta atribuible a PepsiCo se elevó a US$ 2.110 millones, o US$ 1,46 por acción, desde los US$ 2.010 millones, o US$ 1,38 por acción, del mismo trimestre del año anterior.

Según la agencia Reuters, además, la compañía ganó US$ 1,44 por acción y los ingresos subieron 2,1% a US$ 15.710 millones cuando, en promedio, se esperaban ganancias de US$ 1,40 por acción sobre ingresos previstos originalmente del orden de los US$ 15.600 millones.