El conflicto entre el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA) y la cámara que representa a las patronales del sector no logra destrabarse y ya comienza a afectar a otras actividades. Las automotrices Renault y Nissan anunciaron esta semana la suspensión de la producción de sus modelos de Pick Up Alaskan y Frontier por la escasez en el suministro de ese insumo.

El conflicto comenzó en abril cuando la paritaria vigente relativa al período 2021-2022 tenía pautada una revisión que, ante la falta de acuerdo, derivó en una medida de fuerza interrumpida por una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo. Aquella decisión ministerial expiró a mediados de mayo y, a partir de allí, se sucedieron cuatro paros de 24 horas con un acatamiento total en las tres plantas que involucra la industria.

Los trabajadores reclaman que la revisión garantice una suba del salario real tal como ocurrió en el período paritario anterior cuando, en una cláusula inédita, lograron que el acuerdo garantizara una suba del 5% por encima del Índice de Precios al Consumidor. Además, exigen el reconocimiento del pago del 200% para las horas trabajadas los días sábados por la tarde y domingos tal como lo dispone la Ley de Contratos de Trabajo pero no está contemplado en el régimen de turnos «americano» que rige en las fábricas el sector.

Por ese motivo este jueves comenzará un nuevo paro de 24 horas que no pudo eludirse en una audiencia realizada el día miércoles por la tarde en la que, según fuentes sindicales, las cámaras no modificaron su propuesta anterior de llevar el aumento del 50% al 66% y el pago de un bono anual ligado al presentismo como compensación por el trabajo dominical. De no mediar una solución, el sindicato ya anunció un nuevo paro de 24 horas, el sexto, para el día martes.

Los salarios básicos del gremio para un ingresante, según el sindicato, oscilan entre los  $70 mil que abona Pirelli y los $83 mil que percibe un operario en Fate. La Canasta Básica Total que mide el umbral de la pobreza ya se ubica en torno a los $100 mil. De ahí el reclamo de una mejora efectiva del salario real.

Alejandro Crespo, secretario general del SUTNA, en diálogo con Tiempo aseguró que “las empresas repitieron la misma propuesta anterior. Por eso ratificamos el paro del jueves con movilización y añadimos un nuevo paro de 24 horas para el martes. Las empresas nos quieren pegar con el problema del desabastecimiento de neumáticos pero el faltante es un problema que se arrastra desde antes del conflicto y por motivos diversos. Es esa escasez que es mundial la que de hecho explica las ganancias extraordinarias de las empresas”.

El dirigente aseguró que “las patronales tienen posibilidad de afrontar ese aumento que es un reclamo moderado”. El propio sindicato ya explicó que, el costo laboral por neumático representa apenas $1.000 equivalentes al 2% promedio del valor de venta de cada pieza.

Por eso Crespo continuó señalando que “en estas condiciones nuestro reclamo del reconocimiento del día domingo es completamente legítimo. Este domingo, por ejemplo, es el día del padre y los trabajadores del neumático vamos a estar trabajando lejos de nuestras familias y sin compensación alguna. Un operario del sector tiene sus domingos condenados”, se lamentó.

Para visibilizar esa problemática el sindicato adoptó una medida original. En vísperas del día del padre dieron difusión a un video en el que involucran a sus familias en el reclamo. Allí esposas, hijos e hijas fundamentan desde su sentir el porqué de la legitimidad del reclamo de sus padres. Entre otros testimonios, por caso, una niña con tono de disgusto señala “Mañana, tarde, noche… los sábados y domingos… ¡Por lo menos paguen las horas al 200%!” dando a entender que, en realidad, preferiría pasar más tiempo con su papá. Otra niña asegura “nuestras familias necesitan salarios dignos”.

En un comunicado emitido luego de la audiencia de hoy el SUTNA denuncia la existencia de “un obstinamiento absurdo y desproporcionado por parte de las patronales. Esto lleva a concluir que no es un factor económico el que determina su conducta sino la búsqueda de otros intereses”. Efectivamente, la ecuación económica y la distancia entre la propuesta patronal y el reclamo sindical no parece justificar un conflicto que, con un acatamiento casi unánime en las plantas, ya amenaza con generar mayor perjuicio económico que el costo de conceder los reclamos.

La intransigencia empresaria parece explicarse más bien por una puja para de poder no ceder en la relación de fuerzas con un sindicato que, a contramano de la tendencia general, busca imponer una modificación del convenio en términos progresivos.

El conflicto, vale la pena recordarlo, se refiere al período paritario 2021-2022 y ya arrastra casi dos meses sin solución cuando, en apenas quince días, las partes deberán encarar la negociación salarial para el período 2022-2023.