Como una alternativa ante la crisis que atraviesa el país, sumada a la falta de producción nacional, la cooperativa La Ciudad inauguró su cuarto local de venta al público. Está ubicado en la calle Sanabria 3397, en el barrio porteño de Floresta.

La cooperativa La Ciudad produce muzzarella Séptimo Varón y otros lácteos. Fue recuperada por los trabajadores en 2002, tras la quiebra de la empresa. Está formada por 24 mujeres y hombres que decidieron asociarse con fines útiles. Su principal política es “mantener la relación precio-calidad sin perseguir una ganancia extraordinaria”.

“Más allá de fabricar muzzarella, llevamos adelante la política de abrir locales. Nuestros precios son bajos comparados a los del mercado, y tratamos de no remarcar tanto la mercadería. También vendemos muchos productos de otras cooperativas y de pequeños emprendedores. Lo hacemos para que se conozcan lo que produce la economía social”, explica a Tiempo Fabio Rosino, presidente de la cooperativa y ex dirigente del Hotel B.A.U.E.N.

El nuevo local de venta al público se suma a los que ya están funcionando en Alcaraz 4310, César Díaz 4422 y Sanabria 2600. Lograron abrir uno nuevo porque le dan sentido político al modo de producción. Están unidos, organizados y a diario piensan la manera de brindarles lo mejor a los consumidores.

“Fomentamos la economía social porque creemos en la democratización del derecho a la alimentación, es una de las cosas por las cuales insistimos mucho. Por eso todo el tiempo generamos redes y realizamos trabajo territorial. Consideramos que esta es la mayor disputa que tenemos que llevar adelante”, cuenta Rosino.

Quienes participan de la cooperativa explica que es muy difícil sostener proyectos como este en un contexto de país tan complejo. Pero a diario se esfuerzan para seguir adelante, por ello celebran la inauguración de un nuevo local.

“Tenemos en claro que la pelea se tiene que dar en el territorio, más allá de la situación económica que está sufriendo la argentina, todos sabemos que es un desastre. Sin embargo, desde este colectivo de personas nos las vamos a jugar abriendo nuevos locales, para seguir generando puestos de trabajo. Esta es la resistencia que sostenemos ante el gobierno de Mauricio Macri, y sus políticas neoliberales”, asevera Resino.

A demás, en 2003, La Ciudad consiguió la expropiación de las maquinarias, la marca y la patente. Un año después lograron comprar el inmueble en el que hoy funciona la fábrica autogestionada. También articulan con organizaciones de la economía social y solidaria como AlmaCoop, el Instituto para la Producción Popular y la Universidad de Quilmes. De este modo lograron ampliar su política de precios justos y llegar a más lugares.