El 4 de diciembre, a días de la asunción del nuevo gobierno, fueron desalojados en medio de la noche por la policía bonaerense en un violento operativo violatorio de la legislación vigente. Hay once operarios imputados por el delito de usurpación entre los que él mismo se encuentra.

En noviembre presentaron un plan productivo para que la fábrica sea reactivada y para que provea a escuelas, hospitales y otras dependencias estatales. Marcharán el viernes al municipio de Quilmes para presentar ese plan a la nueva intendenta Mayra Mendoza aunque reconocen que la resolución de su problema, en última instancia, depende de una decisión política de Alberto Fernández y el gobernador Axel Kiciloff.  

_ ¿Se desayunaron con el cierre o lo veían venir?

_ Desde 2018 la empresa comunica lo que pasa a nivel global. Kimberly Clark lanzó una reestructuración que implicaba 5.100 puestos de trabajo menos con cierres de fábricas en todo el mundo. Veíamos el desenlace. El año pasado nos sacaron 21 días de vacaciones y un turno. Se empecinaron en seguir produciendo productos caros con una economía estancada. Presentaron un “libraco” diciendo que retrocedieron en la participación del mercado a un 2% y que no daba para más. Pero en 2002 ellos mismos se adaptaron a la crisis modificando la calidad de la producción y salieron adelante. Esta vez no querían hacerlo.

_ Trabajaban por debajo de su capacidad…

_ Tenemos una máquina continua que, como dice la palabra, tiene que estar los treinta días laburando. Pararla genera un costo enorme. En quince días producían lo que tenían vendido y las bobinas de papel que les sobraban las vendían a granel a su propia competencia que vendía más barato que ellos. Con el diario del lunes vemos que el proyecto global venía por el lado de hacer productos caros para inducir un cierre. Con el preventivo de crisis le dieron el marco para el vaciamiento.

_ ¿El preventivo salió a favor?

_ No, no salió a favor pero con el preventivo la empresa extorsionaba para los retiros voluntarios. Nos dijeron de palabra que estábamos despedidos y que la fábrica cerraba sin que llegara un solo telegrama. Por eso decidimos ocupar la planta. En ese mes y medio se rechazó el preventivo de crisis y quedó archivado pero el gobierno dio lugar a esta patronal yanky para que desangre la lucha por esa vía.

_ ¿Pagaron las indemnizaciones completas?

_ Sí. Es ahí donde viene la orden de desalojo por “usurpación”. Somos once compañeros imputados que estábamos adentro y nos desalojaron sin aviso. Fuimos a una mediación con la fiscal Santoro pero la empresa no vino con nada a pesar de nuestras propuestas de reactivación. El desalojo salió del Juez Martín Nolfi que recibió la orden, según nos enteramos, de Cristian Ritondo.

_ ¿Por qué decidieron ocupar?

_ Era muy turbio que un gerente de latinoamérica nos diera tres días de asueto con un preventivo no aprobado y en medio de un cambio de gobierno. En asamblea decidimos ocupar en defensa de los puestos de trabajo y para evitar que se desmantelara la fábrica además de cuidar los productos que estaban ahí.

_ Querían defender los puestos de trabajo…

_ Desde el minuto cero esa fue nuestra preocupación. La mayoría tenemos 40 años, la espalda jodida y secuelas de 15 a 20 años de trabajo. No vemos que la recomposición industrial que promete el gobierno entrante se produzca y menos para los que tenemos más de 40 años.

_ ¿Y el sector perdió muchos puestos?

_ Dos meses antes estuvimos en Ansabo que cerró al igual que la papelera Acevedo donde trabajó el secretario general a nivel nacional del sindicato papelero, Luque. Ni esa se salvó. También cerró papelera Ledesma. Hubo como siete cierres de papeleras. Le dijimos al sindicato que tenía que tomar medidas para parar esto hace un tiempo, ni siquiera por nosotros, por solidaridad con los otros…. Pero nada.

_ Ustedes presentaron una propuesta de reactivación. ¿Es viable la fábrica?

_ Sí, claro. Ellos hacían productos de $300, un paquete de papel higiénico, doble hoja, con perfume y dibujitos. La gente necesita comida y compra en otras papeleras que le pagan a los pibes 15 lucas. Lo que hicimos fue poner en marcha las máquinas, laburamos cinco horas con papel simple hoja, más económico. Hicimos una producción enorme sin gastar nada. Los repartimos en comedores, estaciones de bomberos, jardines de infantes, escuelas y hospitales.

_ ¿Para qué los regalaron?

_ Para que se vea la utilidad de la fábrica y generar apoyo a nuestro reclamo. Creemos que el Estado puede financiar y nosotros proveer de insumos necesarios. Nos reunimos antes con funcionarios del gobierno que acaba de asumir. Augusto Costa vino a la fábrica y le explicamos nuestro proyecto. Les dijimos que nuestra producción les sirve como insumo a las pymes que están paradas. Nos preguntaron cómo veíamos la posibilidad de armar una cooperativa. El problema es que sólo de energía tenemos $14 millones. ¿Cómo lo pagamos? ¿Con nuestra indemnización? Necesitamos que intervenga el Estado y nos concatene con las pymes que están paradas. Ellos nos abastecen a nosotros y nosotros a ellos. Por eso pedimos una audiencia con las autoridades y hacemos un acto el viernes en la municipalidad de Quilmes. Le vamos a pedir a Mayra Mendoza que abra una mesa de trabajo con el gobierno provincial y nacional.

_ ¿Qué piden en concreto?

_ Que el Estado se haga cargo o que haya un período de transición hasta que venga otra firma. Viene una empresa yanky, se llena de guita y se va y deja al pueblo sin un mango. ¿Cómo es la jugada? Usaron al gobierno anterior como aliado y presentaron un preventivo trucho. Hay un montón de argumentos para que el Estado tome esa decisión política para que los obreros de Kimberly sigamos laburando.

_ ¿Tienen expectativas en que el nuevo gobierno de una solución?

_ La expectativa la generamos. Si uno no se mueve nunca va a haber respuestas. Lo que hicimos en dos meses y diez días tiene que dar frutos. Nuestro planteo es al poder político. Alberto Fernández dice que va a recomponer el entramado industrial. Acá hay una fábrica que, si tienen la decisión, la puede poner en marcha y concatenar con las pymes, darle un mejor pasar a los obreros y reconstruir la industria. Es un monstruo con maquinarias de última tecnología. Puede ser un punto de partida para lograr esa reindustrialización que dicen defender.