–El gobierno anticipó a los bancos y empresas las decisiones que iba a tomar para detener la corrida cambiaria y negoció con ellos beneficios a cambio de estabilidad. ¿Es una muestra de debilidad?

–Es la forma como encontró de morigerar la corrida cambiaria, pero claramente no estamos hablando de mecanismos de mercado. El gobierno afrontaba el retiro y el desarmado de las posiciones de Lebac de los inversores extranjeros y también de los minoristas. Ante ello, el Banco Central tuvo que discutir con los bancos, no sólo para que renovaran todo lo que tenían, sino que además aumentaran su tenencia. La respuesta de los bancos fue el pedido de que les bajen los niveles de encaje, lo que es un gran negocio para ellos porque de tenerlos sin remuneración, ahora esa porción de dinero va a tener una renta del 40% anual.

–Los bancos ganan pero se incrementa el riesgo.

–Los bancos aumentaron sus tenencias de Lebac y nuevamente pasan a tener una parte importante de este instrumento, pero el riesgo es que si los bancos tienen una demanda de depósitos no tendrán el efectivo suficiente para atenderla. El gobierno intentó salvar la ropa y pasó la gorra pero el costo es el sostenimiento de una tasa de interés que es inviable y, además, expone la posición de solvencia y liquidez de los bancos. Creo que es una acción desesperada porque el Banco Central intervino de manera parcial y tardía ante una corrida que no podía controlar a pesar de haber perdido más de 10 mil millones de dólares de las reservas.

–¿Cómo evalúa la intervención de los fondos Templeton y Blackrock?

–Son fondos que tienen una alta exposición en la Argentina. Si la licitación resultaba fracasada, hubieran tenido que reflejar en sus balances el precio de los bonos a la baja. Estos fondos habían tenido en estos años una alta rentabilidad con activos argentinos. Incluso, en algunos casos parecía que habían salido con el tipo de cambio en 20 pesos para volver a entrar con el tipo de cambio a 25 pesos y especular con una tasa del 20 por ciento. Hay que tener en cuenta que estos bonos son instrumentos líquidos, estos fondos no están obligados a retenerlos en el largo plazo. Creo que le dieron una mano al gobierno, pero que también se dieron una mano a sí mismos porque una mayor volatilidad financiera hubiera repercutido en contra de esos propios fondos.

–¿Cuáles son los principales riesgos de acá en adelante?

–Creo que si el gobierno sigue con un diagnóstico equivocado, que es suponer que el ajuste fiscal eEds el camino, vamos a profundizar la recesión de la economía que es un problema adicional provocado por la suba de la tasa de interés y la baja del gasto. La gran debilidad de la Argentina, y por eso es atacada especulativamente, es provocada por el fuerte déficit de cuenta corriente generado por la apertura importadora y el crecimiento de los intereses de la deuda. «