Mientras los especialistas del mercado coinciden en que ésta es una de las opciones menos atractivas del plan, más allá del «gancho» que puede significar no tener que abonar una penalidad por el blanqueo.

En este marco, el secretario General de la Unión del Personal Superior de la AFIP, Julio Estévez, dijo a Télam que hasta el momento los montos ingresados al blanqueo «no se acercan ni por asomo a las metas previstas» y «que la primera etapa está mostrando números muy malos». 

Estévez se refirió de esta forma a la única precisión que existe hasta el momento sobre los fondos que ingresaron al plan, que se ubicarían sensiblemente por debajo de 100 millones de dólares. El dirigente gremial atribuyó la falta de avances a «la falta de información destinada a los contribuyentes y reglamentaciones incomprensibles», a lo que se suma que en este tipo de operaciones la definición de ingresar o no siempre se toma a último momento y el plazo final expira el 31 de marzo próximo, con una alícuota del 15%. Desde el ámbito de los estudios contables, el tributarista César Litvin destacó que el bono a tres años «no ha sido un título que los expertos financieros hayan sugerido, ya que creen que pagar el 10% de penalidad es más rentable». «Desde nuestro punto de vista había poca expectativa con este bono y este primer plazo no es relevante», agregó el especialista. 

En declaraciones a la prensa, Litvin estimó que durante octubre «habrá buen nivel de presentaciones» y que en noviembre «va a haber un boom», debido a la posibilidad de suscribir bonos del Estado a 10 años, con mejores rendimientos. 

Más allá de las opiniones, lo cierto es que los interesados tendrán una segunda alternativa para evitar la penalidad, suscribiendo antes del 31 de diciembre un bono a siete años, intransferible e innegociable durante los primeros cuatro años de vigencia, considerado por algunos especialistas como la mejor elección financiera-contable.