Si vale dar crédito a las encuestas, Recep Tayyip Erdogan perdería su primera elección desde que llegó al poder en Turquía como primer ministro, hace 20 años. Todos los sondeos le dan un estrecho margen a Kemal Kiliçdaroglu, quién logró unificar a la oposición en una alianza bastante heterogénea desde la izquierda democrática a sectores de la derecha nacionalista. Pero ninguna de las previsiones le otorgan al desafiante, un economista de 74 años, un triunfo en primera vuelta, de modo que habría que esperar al 28 de mayo para saber cuál será el nuevo rumbo del país euroasiático.

Es que Kiliçdaroglu se presenta como más prooccidental que Erdogan. Turquía forma parte de la Otán, pero su aspiración de ingresar a la Unión Europea chocó tradicionalmente con el rechazo de Alemania y Francia alegando el enfrentamiento con Grecia por Chipre. Así, desde el intento de golpe de Estado de 2016, que Erdogan atribuye a Estados Unidos, el gobierno se fue alejando del bloque atlantista. En 2017 logró modificar la constitución para crear un régimen presidencialista, fue impulsando reformas para fortalecer el islamismo, principal fe religiosa de los turcos, con un enfoque más conservador de las costumbres en un país de tradición laica. De hecho, si bien se graduó en economía, al igual que su contendiente, Erdogan –que lidera el Partido Justicia y Desarrollo- es imán.

Desde la guerra en Ucrania el acercamiento a Vladimir Putin fue cada vez más evidente al punto que hizo varios intentos por lograr un acuerdo de paz. Por ahora se conformó con el que garantiza las exportaciones de granos a través del Mar Negro. En el tablero geopolítico busca ser un jugador determinante en una región convulsionada desde el principio de los tiempos. Esta semana, el canciller turco fue a Moscú en el marco del proceso de normalización de relaciones con Siria, obturadas desde 2011 por la guerra civil en ese país.

Para Kiliçdaroglu –que encabeza una coalición de su partido, el Republicano del Pueblo (CHP), fundado por Kemal Ataturk, con sectores antiErdogan- un punto importante es la agenda de género, las libertades civiles y la tolerancia religiosa y étnica. Acusa a Rusia de interferir en los comicios y promete retomar la senda occidentalista. Erdogan, por su lado, tiene un punto flaco en la alta inflación, alrededor del 85% anual. El otro participante en el comicio será el ultraderechista Sinan Ogan. Un cuarto aspirante, Muharrem Ince, bajó su candidatura este jueves, lo que favorecería a la oposición.  «