Pasó un tiempo de ausencia pero el regreso del festival que agrupa a muchos de los mejores documentales del cine argentino es de nuevo una palpable realidad. Organizada por ADN (Asociación de directores y productores de cine documental argentino) por estos días llegará la 8va Semana del cine documental argentino que se desarrollará de manera online del 24 al 31 de agosto vía la web https://vivamoscultura.buenosaires.gob.ar/

El festival que estuvo ausente en los dos últimos años estará disponible de manera gratuita con sus clásicos largometrajes en calidad de preestreno pero también exhibirá unos diez cortometrajes que agruparán diversas miradas de amplio espectro que repercuten en la vida social.

De esa forma, la vida política, los vínculos amorosos, el derecho a la salud, el trabajo, el deporte, la política o las artes serán parte de la amplia paleta temática de un festival que vuelve en formato recargado. “Esta será la octava edición del festival y estamos muy contentos con esa concreción. Hace tiempo y como parte de una asociación de documentalistas se nos ocurrió empezar a dar con esta idea de una semana temática alrededor de documentales argentinos. La idea siempre fue dar a conocer diferentes obras de este género porque la difusión de las mismas es complicada, y en ese contexto conseguir un público es algo fundamental. En nuestro país se producen muchos documentales porque tenemos una presencia del estado que favorece a la producción de este género pero las películas deben encontrar a su público. El año pasado no se hizo el festival por la pandemia y el año anterior tampoco por diversos problemas, pero lo concreto es que este festival está de vuelta, de manera online, gratuita y con la alegría de que va a poder llegar a más gente”, afirma el realizador Víctor Cruz como parte de la organización del evento.

Foto: Prensa

La presente edición del festival será una realidad como parte de esa constante búsqueda de los realizadores por encontrar a un público que existe y se sabe admirador del formato documental. Con ese marco circundante, la exhibición de carácter virtual representa todo un nuevo campo por explorar. “Los documentalistas somos realizadores de la vieja escuela, es decir que hacemos estas obras de manera cinematográfica”, advierte Cruz con respecto a la praxis del sector documentalista. Continúa: “En pandemia se aceleró un pasaje a la virtualidad que de varias formas es beneficioso para quienes producen imágenes, básicamente porque hay más público que se presta a la observación. En esa búsqueda de la que hablamos hay que resaltar que en 2020 muchas películas estrenaron por la vía de plataformas, y por eso esta nueva edición del festival se adaptó a esa forma, y si bien la exhibición está lejos del ideal que nosotros tenemos porque la idea de reunirse en una sala a ver una película es algo único, es verdad que por medio de un festival online se puede llegar a cualquier rincón del país generando un gran beneficio. Ahí creo que encontramos el origen y el entusiasmo que le pusimos a la concreción de esta próxima octava entrega”.

Con grandes propuestas divididas en cortos y largometrajes, el realizador resalta la necesidad de los organizadores por ofrecer una propuesta plural y heterogénea. “La selección actual del material se pensó siempre de manera federal pero también  para que tuviese un sesgo de género y que contemplara esas miradas. Por eso las nueve películas que se estrenarán serán en calidad de pre estreno pero también estarán los cortometrajes que representan todo un clásico para ver y disfrutar en un tiempo acotado”.

En términos de novedades, esta octava edición de la Semana del cine documental tendrá una más que amplia variedad de miradas sobre situaciones de la vida social. Si bien siempre ese fue uno de los puntos centrales del evento, en este regreso se hizo un foco primordial en resaltar la mayor cantidad de instancias temáticas posibles disponibles en pantalla. “Ofrecer enfoques y estrategias diferenciadas en esta muestra fue a seguir muy importante para nosotros. Pensando en eso es que  este año impulsamos propuestas de cortos que tuvieran relación estética o temática con las películas que se pre estrenan. Habrá también propuestas realizadas en escuelas de cine de todo el país, pero como dije antes haciendo foco en una representación federal de las temáticas”, sostiene Cruz.

Hacer cine en nuestro país siempre fue difícil y el mundo de los realizadores documentales sabe bien de essa carencia. “Hacer un producto cinematográfico es complejo en la Argentina pero en el documental lo es más”, advierte Cruz ya desde una mirada como realizador del género. “Es muy difícil ser visibles con el documental y mucho más conectar con la gente. La actual situación del cine documental tiene mucho que ver con la resistencia porque en el país se produce una buena cantidad de documentales anualmente. Lo que se necesita son más herramientas para llevarlo a los espectadores, y en ese sentido las plataformas estatales como Cont.ar o Cine.ar funcionan muy bien. Por eso la historia del cine documental habla mucho de ser registro, memoria de lo que sucede en nuestro país, y por eso merece más espacio entre los espectadores y ayuda de las autoridades”.



Mari

Bajo el guión y la dirección compuesta de Mariana Turkieh y Adriana Yurcovich, este largometraje narra la vida de María Luisa Suárez, una mujer que un día toma la determinación de dejar a su marido que la maltrata. Será en el hogar de Adriana (co directora del film) donde encontrará comprensión para comenzar una nueva etapa de su vida.

Díganme Tomi

Tomi nació mujer, posee un sexo anatómico femenino, pero no se identifica como tal. Este cortometraje de 17 minutos exhibe el valor de Tomi por reafirmar su identidad de género masculina, el deseo y concreción de una chala con sus seres queridos con respecto al tema y la necesidad de que ellos puedan dirigirse a él como un varón. Dirección: Agustina Claramonte.

Fumigadxs

Las sensaciones y testimonios de un grupo de vecinos que habitan un barrio fumigado por agrotóxicos es el nervio central de esta propuesta de 10 minutos dirigida por el realizador Eloy Brollo. Serán las voces de los involucrados las que transmitirán de manera vívida la terrible experiencia vivida y que aún transitan en Argentina.

Harley a la cubana

Un joven de 20 años que vive en Cuba añora convertirse en un gran mecánico de las motos Harley Davidson. Desde chico aprendió todos los secretos de esas maravillas mecánicas de las que hay pocas en su país pero que él conoce como nadie en la isla. El film es una coproducción entre nuestro país, Cuba y Venezuela dirigido por el realizador Fito Pochat.