— [CMYK 3] not exists. –Iron Maiden es una de los grupos más influyentes de la historia del heavy metal y una de las pocos que ejerce la categoría de “banda de estadios” en casi todo el mundo. La Doncella de Hierro es una leyenda y, al mismo tiempo, un presente permanente que se revalida a sí misma en cada disco y –Covid 19 mediante– cada gira. Uno de los engranajes esenciales del sexteto británico es el guitarrista y compositor Adrian Smith.

Desde hace un tiempo Smith trabaja en un proyecto paralelo junto al guitarrista estadounidense Richie Kotzen quien, además de contar con una veintena de discos solistas, es el líder de The Winery Dogs y fue guitarrista de bandas como Mr. Big y Poison. El primer fruto de esta sociedad acaba de ver la luz, se trata del larga duración Smith/Kotzen. En una conversación exclusiva con Tiempo, el emblemático guitarrista se muestra muy entusiasmado, comenta que admira a Kotzen desde siempre –“sus canciones, como toca, como canta”– reflexiona sobre este presente, revisita su pasado y encuentra esperanzas para el futuro.

“Desde hace algún tiempo vivo parte del año en Los Ángeles, una ciudad llena de músicos. Admiro la pasión de Richie por todo lo que emprende, comenzamos a escribir canciones y en simultáneo charlamos de todo un poco, como siempre lo hicimos, lo que representó una instancia de creación bastante particular. Nos juntamos a disfrutar unas jams y la química fue inmediata, surgió algo único y comenzaron a brotar canciones. Resultó ser algo realmente sencillo, entonces… ¡decidimos hacerlo ahora! Ambos amamos al blues y al rock del estilo de Free, Bad Company y Stevie Ray Vaughan. Nació algo único… ¡y espero que a ustedes también les guste!”.

“Smith/Kotzen” es un trabajo potente de aquellos que cada vez son menos usuales, se trata de un reflejo de una historia rockera con una saludable vitalidad. Abre con “Taking my Chances”, single de difusión lanzado en diciembre, y continua con “Running”, “Scars”, “Some People”, “Glory Road”, “Solar Fire”, “You Don’t Know Me”, “I Wanna Stay” y “’Till Tomorrow”. Más allá de su corte de hard rock clásico, contiene recursos que connotan la gran amplitud musical de sus intérpretes. Tanto, que Smith confirma: “Me gusta toda la música, escucho lo más variado posible, paso horas escuchando música en el estudio mientras toco. Me gusta investigar la diversidad musical de varios países, disfruto de bastante música latina, por ejemplo”.

En el flamante álbum las guitarras, los bajos y las voces llevan la firma de los líderes del proyecto: Kotzen incluso se hizo cargo de la batería, a excepción de aquellas canciones con invitados. “Terminamos el disco antes del surgimiento de la pandemia, a comienzos de 2020, en febrero. Estábamos listos para realizar shows y de repente todo se convirtió en un caos. Queríamos darle a la gente algo que pueda disfrutar. Todo el proceso previo a la pandemia fue fantástico. Decidimos lanzarlo igual junto con los videoclips, porque la gente necesita música. Yo también la necesito, escuchar, escribir y tocar música es una salvación, y mucho más en estos tiempos”, comenta Smith.

El guitarrista también se da tiempo para reflexionar sobre la escena musical en general y no se muestra para nada a gusto con este panorama imperante: “Con Iron Maiden tomamos la decisión correcta. Le llevamos nuestra música a la mayor cantidad de fans durante décadas y, por suerte, multitudes compran nuestros discos, lo que es genial. Ahora la situación es distinta, muy extraña, con gente descargando música y consumiéndola por streaming. Hoy es todo muy fragmentado, siento que la música se devalúa. Especialmente en aquellos casos en que se hace de forma ilegal, a eso realmente no lo entiendo, si no lo podemos vender, no podemos hacer más música. Hay que trabajar mucho para llevar música a un estudio y de allí a algún escenario. No estoy de acuerdo con el streaming cuando los músicos no cobran por eso, me preocupa mucho el futuro en este aspecto, creo que ese proceso matará a la música. Pienso que es muy triste: internet cambió el mundo drásticamente… lo único que sé es que seguiré haciendo música”.

Ante la pregunta sobre el futuro del dúo, Smith no deja lugar a dudas: “¡Ya estamos trabajando en algo más! Será realmente pesado, blusero y rockero. Queremos volver a juntarnos con Richie y… ¡llevar más música a la gente!”.

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El regreso de Bruce Dickinson y Adrian Smith a Iron Maiden en 1999 permitió que el grupo recobrara su sendero de grandeza. El peso específico del retorno de un cantante como Dickinson no merece mayor análisis. Pero para muchos fans y críticos especializados la reincorporación de Smith fue clave para revitalizar las composiciones, el sonido y los arreglos de Maiden: “Muchas gracias por eso, ha pasado un tiempo… Ahora no podemos aguantar las ganas de retornar a los escenarios. Pero lo haremos cuando sea seguro: nada vale tanto la pena como para arriesgar tu vida en ello. Estoy seguro que todo este esfuerzo es por algo. Tenemos tours planeados y estamos esperanzados por concretarlos. Iron Maiden volverá a tocar en vivo cuando sea seguro para todos, esperemos que en 2022. Con Richie queremos presentar el álbum, quizás ese sueño se pueda hacer realidad antes”.

Los puntos de contacto entre ambos proyectos continúan: tanto, que el baterista Nicko McBrain participa como invitado de Smith/Kotzen. Esta colaboración recuerda al momento en que Smith se sumó a la banda solista de Dickinson, mientras ambos estuvieron alejados de Maiden. Ante la consulta por las semejanzas y diferencias entre ambas etapas, Smith explica que “con Bruce fue distinto porque él era quien lideraba y producía. Cuando me sumé, casi todo estaba definido, se trataba de grandes canciones a las que les sumé las guitarras… ¡tengo que admitir que fue muy divertido! Ahora, este nuevo proyecto me resulta más cercano, está dentro de mi corazón. Es más emocional, con Richie nos conocemos profundamente y ese vínculo creció aún más dentro del estudio. Tanto que, a excepción de las performances de nuestros invitados, hicimos casi todo nosotros.” «


Smith/Kotzen

1. «Taking My Chances». 2. «Running». 3. «Scars». 4. «Some People». 5. “Glory Road». 6. «Solar Fire». 7. «You Don’t Know Me». 8. «I Wanna Stay». 9. «‘Til Tomorrow». Adrian Smith guitarra, bajo y voz / Richie Kotzen guitarra, bajo, batería y voz.

Ediciones para todos los gustos

El disco debut del dúo se grabó en las paradisíacas Islas Turcas y Caicos y fue lanzado por el sello BMG. Cuenta con nueve potentes tracks distribuidos en poco más de 47 minutos que desarrollan distintas variantes de hard rock. Está disponible en formato digital (descarga y streaming), en CD y también, para los coleccionistas, en vinilo negro de 12” con el sobre en relieve y una edición limitada del vinilo de 12” en colores rojos y negros.

Los propios Smith y Kotzen estuvieron a cargo de la producción y Kevin Shirley hizo lo propio con la mezcla. Además, fueron de la partida dos bateristas invitados: Nicko McBrain (Iron Maiden) tocó en “Solar Fire” y Tal Bergman, compañero de giras de Kotzen, tomó los palillos en “You Don’t Know Me”, “I Wanna Stay” y “’Til Tomorrow”.

El dúo ya lanzó tres clips que corresponden a los temas “Taking my Chances”, “Running” y “Scars”.


Ícono de las seis cuerdas y compositor emblemático

-Adrian Frederick Smith nació en el municipio de Hackney (Londres, Inglaterra) en 1957.
-Desde adolescente se dedicó a la música: abandonó el colegio y, junto con su amigo y posterior compañero de Iron Maiden Dave Murray, fundó la banda de hard rock Urchin.
-Se unió a la Doncella de Hierro en 1980 sustituyendo a Dennis Stratton y se fue en 1990. En ese primer período, participó de los discos Killers (1981), The Number of the Beast (1982), Piece of Mind (1983), Powerslave (1984), Somewhere in Time (1986) y Seventh Son of a Seventh Son (1988).
-Retornó junto con el vocalista Bruce Dickinson nueve años después, con lo que el grupo se transformó en el sexteto que se mantiene hasta hoy. Grabó Brave New World (2000), Dance of Death (2003), A Matter of Life and Death (2006), The Final Frontier (2010) y The Book of Souls (2015).
-Además de tocar la guitarra, acompaña al bajista Steve Harris en coros y en la composición de canciones, destacándose los himnos “Wasted Years”, “2 Minutes to Midnight”, “The Evil Man” y “The Wicker Man”.
-También formó parte de las agrupaciones Adrian Smith And Project (ASAP), Psycho Motel y Primal Rock Rebelion, además de participar de diversos proyectos solista, como el de Dickinson durante su ausencia en Iron Maiden.


Ícono de las seis cuerdas y compositor emblemático

-Adrian Frederick Smith nació en el municipio de Hackney (Londres, Inglaterra) en 1957.
-Desde adolescente se dedicó a la música: abandonó el colegio y, junto con su amigo y posterior compañero de Iron Maiden Dave Murray, fundó la banda de hard rock Urchin.
-Se unió a la Doncella de Hierro en 1980 sustituyendo a Dennis Stratton y se fue en 1990. En ese primer período, participó de los discos Killers (1981), The Number of the Beast (1982), Piece of Mind (1983), Powerslave (1984), Somewhere in Time (1986) y Seventh Son of a Seventh Son (1988).
-Retornó junto con el vocalista Bruce Dickinson nueve años después, con lo que el grupo se transformó en el sexteto que se mantiene hasta hoy. Grabó Brave New World (2000), Dance of Death (2003), A Matter of Life and Death (2006), The Final Frontier (2010) y The Book of Souls (2015).
-Además de tocar la guitarra, acompaña al bajista Steve Harris en coros y en la composición de canciones, destacándose los himnos “Wasted Years”, “2 Minutes to Midnight”, “The Evil Man” y “The Wicker Man”.
-También formó parte de las agrupaciones Adrian Smith And Project (ASAP), Psycho Motel y Primal Rock Rebelion, además de participar de diversos proyectos solista, como el de Dickinson durante su ausencia en Iron Maiden.