After life es una serie británica que se posiciona como una de las más interesantes nuevas apuestas de Netflix. Su principal característica es el sofisticado componente de humor inglés, al tiempo que se asienta en un dinámico relato que desde la comedia se pregunta por temas universales de la condición humana.

El personaje de Tony Johnson (Ricky Gervais) es un hombre que acaba de perder a su esposa y ve transformarse su vida de manera drástica. Desde el primer capítulo se lo presenta como depresivo y conformista, que sin nada que perder no tiene problema en decir lo que piensa sin temor a quedar mal parado tanto ante sus allegados como con desconocidos. Esta característica recurrente construirá un personaje inteligente y divertido para el devenir de la relación con los demás personajes, quienes más que enojarse buscan salvarlo.

La historia parte de un video que le deja su esposa y del cual somos espectadores con el correr de los capítulos junto con el protagonista. En ese legado audiovisual, la mujer le enuncia tanto indicaciones domésticas como enseñanzas de vida más profundas. Los momentos de introspección del personaje se desarrollan alrededor de estos videos como de otros que tienen como protagonista a la pareja. Desde allí podemos conocer la que solía ser su personalidad.

After life es protagonizada por el inefable Ricky Gervais, un actor británico reconocido por series como The office o Extras. Su destacada actividad en el mundo del espectáculo como humorista, guionista, director y músico le significó la obtención de premios Globos de Oro, BAFTA y Emmy. Dueño de un discurso sarcástico que puede ubicarse en la genealogía del humor inglés, Gervais apela a su propia biografía y sus creencias con las que inviste a su personaje.

Tony es un periodista del The Tambury Gazette, un diario local que cubre noticias insólitas. El periódico es por esto escenario de una sarcástica crítica a los medios de comunicación y al amarillismo en la construcción del acontecimiento. Se escenifican coberturas de lo más irrisorias como la noticia de un joven que toca la flauta con la nariz, la aparición de una mancha de humedad con la forma de un actor de Hollywood o la historia de un acumulador de basura clasificada. De cada entrevistado que visita en sus hogares con su compañero Lenny, el fotógrafo, o con Sandy, la nueva redactora, se escenifica un nuevo paso de comedia.

La serie se completa con un elenco coral producto de una minuciosa construcción de personajes tanto desde su punto de vista social como psicológico. El entramado de roles incluye al hermano de su esposa –que a la vez es su jefe–, su sobrino pequeño al que le toca cuidar, su padre internado en una asilo de ancianos, un compañero de trabajo que debe sufrir sus constantes burlas, su psicólogo con quien pelea más que conciliar y hasta su perra, que oficia como un refugio en la soledad. Aunque la historia se narra anclada en el humor y la ironía más que en la autoayuda, no renuncia a cierta sensibilidad ligada al vacío que obliga a comenzar una nueva vida.

Tony Johnson se trata finalmente de un personaje complejo que debe aprender a relacionarse con su soledad y con sus allegados. A la vez genera confusas relaciones con la enfermera que cuida a su padre, con una prostituta que hace la limpieza de su casa y con el cartero que pasa por su casa a diario. En estos encuentros se desarrollan exquisitos diálogos donde demuestra dimensiones profundas de su personalidad. Un personaje que por momentos puede parecernos que tiene formas de relacionarse de Tony Soprano o de Doctor House.

Cuando Edgar Allan Poe escribió El Cuervo se propuso dos premisas. Primero que fuera un poema con una extensión breve que no ameritara una lectura fragmentada y en segundo lugar que tratara temáticas universales, como la muerte y la soledad, que le llegaran a cualquier persona. Por su parte, After life parece ser producto de profundas decisiones de producción. Se presenta como un descanso en la era de las largas maratones de series, ya que explora el formato de la brevedad en seis capítulos de media hora. Asimismo, se trata de un relato que no se ocupa de un solo tema en lo puntual y que a la vez tiene la pretensión por el todo. De allí tematiza la condición humana desde el amor, la amistad, la resiliencia y la relación con la otredad. Por todo esto tiene la cualidad de ser una comedia brillante y dramática a la vez.  «

AFTER LIFE

Creada y dirigida por Ricky Gervais. Elenco: Ricky Gervais, Dame Penelope Wilton, David Bradley, Ashley Jensen y Tom Basden. Disponible en Netflix.