Mientras somos jóvenes

Josh (Ben Stiller) y Cornelia (Naomi Watts) han pasado los 40 y su principal dilema es si convertirse en padres o no; máxime teniendo en cuenta que sus amigos más cercanos se muestran muy felices de haber tomado la decisión de serlo. Josh además lleva ya seis años trabajando en un documental que pretende trascendental. En esa lucha, conoce por casualidad a Jamie y Darby una pareja hipster hecha y derecha: sólo escuchan música en vinilos, su casa tiene muebles casuales; ven cine en vhs en televisiones catódicas; se mueven en bicicleta y toman clases de baile urbano. El encuentro será más disruptivo para los cuarentones que para los veintiañeros (probablemente ellos se ocupen de la trascendencia de sus vidas al llegar a los 40), y de una manera liviana plantea el inicio de la era en la que la utopía de los jóvenes empezó a estar en el pasado. Sin llegar a plantear la cancelación del futuro a lo Mark Fisher, resulta un interesante entretenimiento en el que Driver pone en claro que lo suyo encaja perfectamente en la comedia.

Disponible por suscripción en Amazon Prime y Movistar Play, y para alquiler y compra en Apple iTunes y Google Play Movies.


Star Wars: El despertar de la fuerza

Sin dudas la película por la que el público argentino se percató de la existencia de Adam Driver. Treinta años después de la victoria de la Alianza Rebelde sobre la segunda Estrella de la Muerte (hechos narrados en el Episodio VI: El retorno del Jedi), la galaxia aún está en guerra: la Primera Orden ha resurgido de las cenizas del Imperio Galáctico. Claro que antes que por Driver aquí lo que cuenta es el regreso de todos los héroes y heroínas del pasado. Luke Skywalker, Leia, Han Solo, Chewbacca, R2-D2 (Arturito) y C-3PO vuelven a estár activos. El Kylo Ren de Driver es el más digno heredero del siniestro  Lord Vader y Palpatine,

Disponible por suscripción en Disney Plus, y para alquiler y compra en Google Play Movies.


La estafa de los Logan

Driver se vuelve más requerido de lo esperado. El éxito en la saga de La Guerra de las Galaxias complementó el muy buen trabajo que ya había realizado con Jim Jarmusch en Paterson, una película en la que hace a un alicaído chofer (un hombre tan común que exaspera, pero también enternece). Driver mostraba una versatilidad poco común, antes que en un oficio, en una industria que disfruta del riesgo cero que le dé ganancia fácil. Y Steven Soderbergh es quien lo aprovecha. Jimmy está desempleado, divorciado y sin un peso, Clyde perdió un brazo en la guerra de Irak y ahora trabaja de camarero en un sucucho, Mellie es una peluquera obsesionada con los coches: los hermanos están convencidos de que sufren una maldición familiar y están dispuestos a romperla. Así arman un robo de aquellos (toda un especialista Soderbergh en el asunto): robar la cámara acorazada del circuito de carreras Charlotte Motor Speedway, durante la carrera Coca-Cola 600 en Carolina del Norte. Les falta un socio, y para ello consiguen la colaboración de Joe Bang (nada menos que Daniel Craig), al que antes deberán sacar de la cárcel.

Disponible por suscripción en HBO Go, Movistar Play, Direct TV GO, y para alquiler y compra en Apple iTunes.


Infiltrado en el KKKlan’

Una recreación fantástica de Spike Lee de un hecho real de principios de los setenta. A principios de esa década, marcada por una gran agitación social por los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam, Ron Stallworth se convierte en el primer detective negro del departamento de policía de Colorado Springs, pero padece el acoso permanente de sus superiores y algunos compañeros. Pero a experiencia de padecer el racismo le permite ver un aviso que al resto de le escapa, lo que le permite infiltrarse en el Ku Klux Klan, aunque para eso necesita de un partner blanco: Flip Zimmerman (Driver) es un agente de origen judío que entiende bien eso de la discriminación. El caso resultó un éxito, la película, una genialidad de cómo funciona el racismo.

Disponible por suscripción en Netflix, y para compra en Apple iTunes y Google Play Movies.

Historia de un matrimonio

Nicole (Scarlett Johansson) es una actriz que dejó una prometedora carrera en el cine comercial para trabajar en la compañía teatral de su marido Charlie (Adam Driver), un director de teatro en pleno auge. A poco de andar, descubre que ha sido un error: el patriarcado es un monstruo grande que pese a su tamaño siempre se acerca con sigilo y se lo descubre cuando ya es trade. Así que Nicole decide divorciarse. Y todo lo que se veía como ejemplar y soñado por todas y cada una de las parejas que los conocían, se cae sin estrépito pero hasta destruir los cimientos: abogados, tribunales, y un hijo al que no se le puede explicar los avatares de la vida porque cada una de las partes se niega a reconcer que sí, también a ellos, tan modélicos, les puede suceder. Más pretencioso que efectivo y más efectista que profundo, sin embargo termina por despejar cualquier tipo de duda sobre la calidad interpretativa de un actor que parecía para el relleno y el sostén secundario, y superó cualquier obstáculo que le pusieron en el camino.

Disponible por suscripción en Netflix.