Las relaciones sociales cruzadas por una práctica laboral son el núcleo de una historia que promete un acercamiento hacia la reflexión. En la obra «En pie de Esperanza», una propuesta teatral escrita y dirigida por Leonel Dolara, subyace esa instancia como elemento primario entre dos personas que lentamente irán estrechando vínculos cada vez más férreos.

«En pie de esperanza» puede verse los viernes a las 20 horas sobre el escenario de Andamio 90 (Paraná 662). Narra la vida de Norma, una pedicura que atiende a Esperanza, una mujer mayor que sufre de una dolencia en uno de sus pies pero que también rompe con los estereotipos de lo esperable para los individuos de la tercera edad. Es en ese contexto donde el nervio discursivo y creativo de esta propuesta se hace más fuerte. “Esta obra nace a partir de los comentarios que me hizo hace un tiempo mi madre. Lo que me contó inmediatamente me llevó a pensar que se podía trabajar con esos elementos para una obra de teatro. Pero eso fue una especie de semilla que maduró unos años más tarde, así que en ese contexto me puse a hacer unos borradores que lentamente le dieron forma a lo que hoy representa formalmente la obra. Los hechos que alguna vez me contaron se transformaron en disparadores para construir una historia que tiene mucho de ficción, con personajes y hechos condensados donde confluyen muchas situaciones”, afirma el director de “En pie de esperanza”.

Dispuesto a brindar precisiones, Dolara sostiene que esta historia habla mucho más allá de las relaciones entre alguien que ofrece un servicio y otro que lo utiliza. “Entre estos dos personajes centrales lo que nace es una relación emocional donde está el amor, las relaciones entre los demás e inclusive reflexiones sobre el sexo. Aparece sobre el escenario la complicada existencia de los adultos mayores en nuestros días y el factor de la soledad, algo que afecta a miles de personas de ese sector social. Es entonces que la pedicura comienza a tomar un rol cada vez más importante en la vida de Esperanza”.

Dicho por el realizador, encontrarse con esta propuesta es hacerlo a partir de un encuentro con el drama pero siempre en tándem con la comedia, algo que en mucho se parece a la dinámica de una montaña rusa. “Se puede utilizar esa metáfora porque se trata de una trama que mucho tiene de sus subidas y bajadas con varios momentos cómicos y de mucho humor flotando en el ambiente. A eso lo notamos mucho debajo del escenario, donde hay risas y momentos de expresión relajada. Esperanza es una mujer inteligente y pícara, y su discurso va en ese sentido, de manera que más allá de los mensajes profundos que circulan en el texto lo que predomina por varios momentos es el humor. Pero desde luego que también hay otros momentos que son de carácter más dramático, como cuando aparece la cuestión de la soledad muy descarnadamente. Se trata de dos mujeres que tienen una perspectiva o un abordaje sobre la vida que son diametralmente opuestos. A una de ellas la salva tener un imaginario de fantasía que la salva de la realidad, mientras que la otra no se permite volar o abandonar el plano real de las cosas”, aclara Dolara sobre algunos de los aspectos de las protagonistas centrales de «En pie de Esperanza».

La obra representa otro paso en firme por parte de un director del circuito off, al mismo tiempo que es motivo de alegría por llegar a plasmar de manera efectiva un proyecto que hoy es pura realidad. “El teatro independiente implica siempre un esfuerzo doble porque es todo a pulmón. Los recursos económicos salen de nosotros mismos, lo cual hace que muchas cosas sean cuesta arriba. Estas inversiones siempre son más allá de los resultados económicos, y es en lo artístico donde recogemos el fruto de nuestro trabajo”, concluye Dolara.



En pie de Esperanza. Dirección y texto: Leonel Dolara. Intérpretes: Lorena Szekely, Gabriela del Mar, Stella Minardi y Rosella Bosco. Viernes a las 20 en Andamio 90, Paraná 662.