La casa del dragón

Sin dudas, el spin off de Game of Thrones fue una de las producciones más importantes del año y un gran acierto estratégico: ya que se anunció en los primeros meses y se estrenó en agosto, con mucha expectativa generada. De hecho, en las redes sociales algunos seguidores hasta llegaron a considerarla, tanto por su estética, fuerza narrativa y por contar con personajes sumamente atractivos, que La casa del dragón podía superar a la serie que la inspiró. Eso dejó meses de debates y contrapuntos entre la gran legión de fanáticos. La precuela de GOT puso en foco a la casa Targaryen, unos 200 años antes de la historia de ficción que conocimos originalmente. Esta familia es una de las más grandes que gobernaron el Feudo Franco de Valyria, y para ganar sus guerras y batallas entrenaron a dragones, uno de ellos de tres peligrosas cabezas, que lanza llamas ante la menor amenaza (difícil ganarle a eso en atractivo visual). Fueron diez los capítulos, donde la espectacularidad de las escenas y la impronta de George R.R Martin en los diálogos dejaron su marca. Las aristas políticas de la trama, como los conflictos donde se reflejan las miserias humanas (dentro de este contexto de fantasía) tuvieron un timing tan perfecto, que se notó la maestría adquirida en la experiencia anterior.

Disponible en HBO Max.

The Bear

Es una comedia trágica, una historia llena de matices; entretenida, pero que va más allá de lo superficial. Un joven chef de alta cocina vuelve a su ciudad natal, Chicago, no por deseo, sino por necesidad. Le toca hacerse cargo de la tienda de comida rápida de su familia, después de la trágica muerte de su hermano, en un supuesto suicidio. El muchacho tendrá que dejar los lujos para encontrar un equilibrio entre las dificultades que supone ser propietario de un pequeño negocio, formar un nuevo equipo y las tensas relaciones familiares, lidiando con el impacto de la pérdida. Una lucha por transformar tanto el trabajo como a sí mismo, para sobrellevar el dolor y el hastío. Como una especia de aparición inesperada, la serie generó un nuevo nicho de fanáticos, que quedaron encantados por el ritmo de la narración, como se van describiendo las situaciones y por los personajes. The Bear muestra algo bastante usual: cuando el trabajo se vuelve un refugio, por lo que este nuevo equipo de cocineros (que tienen mucho por mejorar en cuanto a técnicas culinarias y controles bromatológicos) acabarán por convertirse en una nueva familia para el protagonista. Su abanico de temas va del rol de la comida en nuestras vidas, los vínculos, la locura de la rutina y la pérdida de control. El cotidiano, y la lucha de vivir en un capitalismo salvaje que nos esclaviza y que tenemos que surfear, para que la ola de responsabilidades no nos aplaste.

Disponible por Star+

El Señor de los anillos: los anillos de poder

El 2 de septiembre fue su gran lanzamiento. La serie de ocho episodios (y de la que se esperan cinco temporadas) fue el deleite de los fanáticos, que pudieron apreciar las dinámicas políticas y sociales que se retratan en este tipo de historias, más allá de lo onírico y las siempre atractivas batallas. Fue una de las producciones más promocionadas y esperadas, ya que los amantes de las películas de la franquicia y los lectores del clásico de Tolkien exigían que el formato esté a la altura. La trama superó el riesgo de defraudar a los dogmáticos y cumplió con las expectativas. Lo hizo, claro está, a fuerza de pomposos efectos especiales (como nos tiene acostumbrados la saga) y buenas actuaciones. Tuvo un punto de partida distinto, en una línea temporal anterior, algo que permitió a los creadores dar rienda suelta a su imaginación, con detalles nunca antes vistos y varias diferencias con el guión de los films de Peter Jackson. Ambientada, obviamente, en la Tierra Media creada por Tolkien, este drama está basado en libros póstumos del autor, y tiene lugar miles de años antes de los eventos narrados en las películas que brillaron en la pantalla grande hace algunas décadas. Patrick McKay y John D. Payne, los showrunners de la serie, seguramente están conformes con el trabajo realizado por el español J. A. Bayona en la dirección, que fue toda una apuesta, ya que venía de realizar El orfanato, Lo imposible y Jurassic World: El reino caído, entre tantos otros trabajos que lo llevaron a sumarse a esta producción.

Disponible en Amazon Prime video

Obi-Wan Kenobi

Esta es una serie que dio mucho que hablar, desde su estreno el pasado Mayo. Quizá era la más esperada del año, por la importancia del nombre, y por los actores que aparecen: Ewan McGregor volvió a ser el gran Jedi, maestro del personaje de Anakin en las precuelas, de nuevo a cargo de Hayden Christensen. La trama argumental de la serie de 6 episodios, que se desarrolló una década después de los acontecimientos narrados en el Episodio III, La Venganza de los Sith, cuando Obi-Wan se encuentra en el planeta Tatooine con la difícil tarea de proteger al pequeño Luke Skywalker, fue uno de los puntos fuertes para los miles de fanáticos de la historia: fueron pocos los debates sobre fallas en la líneas temporales o referencias mal utilizadas o forzadas. Algo bastante común entre los puristas y versados opinadores del tema. Ver al Jedi con la intención cotidiana de mantener al pequeño futuro líder de la resistencia lejos de las garras de Palpatine y de su padre, lord Darth Vader, no fue otra cosa que una gran emoción para los siguen estos desprendimientos de las originales películas de Geroge Lucas. Esta serie tuvo que competir con otra muy celebrada y debatida entre los seguidores: Andor, de 12 episodios, con el mexicano Diego Luna como protagonista, que salió a la luz en septiembre. Como lo hizo en la precuela de Rogue One, Luna se gana la pantalla. La historia transcurre durante los años previos a Una Nueva Esperanza, es decir, el momento histórico en el que el emperador Palpatine está en el apogeo de su poder. En este caso, Andor fue más de acción, lucha revolucionaria, por lo que también generó adrenalina y movimiento a la ideología política dentro la historia de la Guerra de las Galaxias. Mientras que la de McGregor era más filosófica, si se quiere. Igualmente, ambas, son de las más importantes del año, pero la figura histórica de Obi-Wan, una siempre estará por sobre la otra.

Disponible en Disney+

Severance

Si hubo una serie que sorprendió por sus actuaciones, su tono y sus tópicos, fue esta.  Más siendo de una plataforma que si bien siempre garantiza calidad en sus producciones exclusivas, no genera tantas como otras. Despacio, sin demasiadas acciones de marketing, el catálogo de series de la manzanita mordida va marcando la diferencia, con una táctica más parecida a la de HBO. Dirigida y producida por Ben Stiller, ofrece una ingeniosa distopía sobre un tema que nos preocupa a todos: la conciliación laboral. Muestra a una empresa cuyos empleados aceptan que les alteren el cerebro para que no recuerden nada de su vida personal una vez que entran en el edificio, y que también se borren todos sus recuerdos laborales en cuanto llegan a casa. Es una serie que todo lo plasma de una forma entre aséptica y estilizada, pero con la capacidad de que el espectador se haga sus propias preguntas a sí mismo, algunas potentes y conmovedoras sobre cómo se vive hoy en día. Salió en febrero, pero dejó casi todo un año para generar repercusiones. Nombres le sobran: Adam Scott, Patricia Arquette, John Turturro, Britt Lower, Zach Cherry, Dichen Lachman, Tramell Tillman, Michael Chernus y Christopher Walken estelarizan esta serie que es un viaje, muy bien relatado, que invita a todo aquel que se atreva descubrir la verdad sobre el experimento en cuestión y logre conseguir que el espectador esté constantemente intentando entender qué es lo que está pasando en realidad. Son 9 capítulos de ciencia ficción con toques sarcásticos, uno mejor que el otro demostrando que Stiller es mucho más que un creador de comedias pasatistas.

Disponible por Apple TV+