Cuando la pandemia anunciaba la suerte grela que los largaría para’o bien en la vía sin rumbo, desespera’o, El Cachivache agarró lo que tenía más a mano, desempolvó algún sueño y se atrevió a lo que nunca: grabar un disco entero cantado. Y si suena exagerado imaginar que la indiferencia del mundo les ponía el aliento en la nuca, que lo diga Vito Venturino, guitarras, arreglos y dirección de la banda. “Estos tres discos nos salvaron la vida, sobre todo este. Porque la economía de la banda está basada en las giras y en los viajes y shows en vivo, pero sobre todo en las giras, y cada año giramos al menos tres meses, es lo que nos da vida, en todo sentido. Y en octubre de 2019 estuvimos en el Womex (World Music Expo, la Expo de Músicas del Mundo 2019 más importante), Finlandia, en la que todo el auditorio son empresarios, productores de giras, que nos iba a abrir más las puertas del exterior. Fue el último show que hicimos, y paradójicamente después de eso el mundo se cerró. Así que bandas como la nuestra, en ese contexto, estábamos muy jugados, muy en el horno respecto a la proyección hacia el futuro.”

En marzo de 2020, ante la perspectiva de empezar a rajar los tamangos en busca de un mango (“si antes de la pandemia me decías: va a pasar esto y no van a poder girar, yo te decía: ‘listo, la banda desaparece, es la muerte, pongámonos un kiosco’”), aparecieron las ideas, pero más la decisión. “Produzcamos música y grabemos, dijimos. Y además: vamos a grabar tres discos. El primero estaba claro, era el repertorio que en ese momento estaba teniendo la banda (Tiempos extraños); los otros dos no tanto. Sí que queríamos hacer un disco de tango electrónico (Anti cuerpos), que era una aventura continuamente pospuesta, y el contexto era perfecto: es un disco que lleva mucha producción, mucho tiempo, y el contexto de pandemia nos daba ese tiempo, no tener que andar corriendo detrás de los calendarios, como lo solemos hacer.”

El tercero era tal vez el más osado, pero la incertidumbre, marca registrada de la pandemia, postergaba la decisión: sin embargo ese mismo principio de incertidumbre que imponía -no había indicios de poder volver a girar-, llevó a la determinación de grabar Alguien cantó, el primer disco de la banda todo cantado, disponible en plataformas digitales desde el 1 de octubre. “Todos teníamos ganas y coincidimos en querer encontrarnos con gente, por eso es un disco básicamente de invitados; después de tanto aislamiento, de un año de no bolichear, no viajar, no encontrarse con gente, necesitábamos tender puentes para tener un encuentro, aunque sea virtual. Con gente que admiramos, referentes, y lo mismo también de hacer un disco que en otro contexto habría sido más difícil: paradójicamente, sin la pandemia, todos estos monstruos que están en el disco también estarían corriendo detrás de calendarios y compromisos y un montón de cosas.”

Así se armó un álbum de diez temas con distintos intérpretes en el que “ninguno de los convocados nos dijo que no”, algo que enorgullece sobremanera a la banda; excepto el track 10, El sueño del pibe, cantado por Diego Maradona: “Tomamos un audio en el que lo canta a capela, en La noche del Diez, y sobre eso armamos nuestra versión”. Una realmente impecable, porque como bien subraya Veturini contaba “con la ventaja de que Diego cantaba muy bien”.

-La pandemia los hizo cambiar mucho, ¿se puede decir que les dejó enseñanzas?

-Sí. Al menos dos. La primera que no tenemos ni idea de lo que va a pasar. Es muy muy difícil, imposible prever absolutamente nada. Y la segunda, al menos en nuestro caso, que hay que confiar en nosotros, tenemos que confiar en uno y saber que somos más fuertes de lo que creemos. Porque antes de la pandemia no creíamos que fuera posible hacer estos tres discos. Más allá del dolor y la incertidumbre, a nivel artístico y producción, sobre todo al principio, fue una etapa muy inspiradora. Que cambie absolutamente el contexto, que todos los planes que uno tenía no se puedan hacer y uno tenga a la fuerza que cambiar; aparecieron otros planes que tuvieron mucho más que ver con la inspiración concreta y con lo que uno tiene ganas de hacer, no tanto con los compromisos, lo que estaba previsto, lo que estaba pensado. Esa es: hacer no tanto con lo que hay que hacer, sino con lo que se desea hacer.



Alguien cantó.

Décimo disco de El Cachivache (Vito Venturino; Pacha Mendes: contrabajo y arreglos; Adriano De Vita: bandoneón; Achi Deuz: piano). Con Walter “Chino” Laborde, Marisol Martínez, Limón García, Black Rodríguez Méndez, Eliana Sosa, Hernán “Cucuza” Castiello, Dolores Solá, Ariel Varnerin, Martin Troncozo y Diego Maradona: se sumaron como músicos invitados: Franco Luciani (armónica) y Juan Damico (guitarra). Disponible en todas las plataformas digitales.