La gran compañera del Negro Horacio Fontova, Gabriela Martínez Campos, pensó la mejor manera de homenajearlo una vez más: así surgió la idea de que amigos del recordado músico toquen sus creaciones en el marco del FACAFF, Familia de Artistas del Club Atlético Fernández Fierro, el festival cultural autogestivo que organiza el epicentro tanguero de Almagro. Este jueves 8 de septiembre, en una de las 18 noches en las que se realiza este evento con más de 60 agrupaciones mostrando lo suyo, se recordará entonces al querido Negro, que partió en abril de 2020.

Gabriela formó una banda especialmente creada la ocasión que se recordará al padrino y amigo número uno del Club Atlético Fernández Fierro. Los elegidos para interpretar los mejores temas de Fontova son Federico Mizrahi en arreglos y piano; Chino Laborde, Alfredo Piro, Gisela Magri y Natalia Bazán, en voces; Daniel Maza en bajo; Claudio Kleiman y Hernán Reinaudo en guitarra; Christine Brebes y «Parse» Villegas Restrepo en violines; Manuel Barrios y Adrián Ruggiero de la Orquesta Fernández Fierro, en bandoneón; Juan Tesone en batería, y la participación de Horacio «Indio» Cacciabue, que estará ilustrando al son de las canciones.

“Desde que se inició este encuentro, el ‘Negrito’ disfrutaba de dar lugar a las nuevas generaciones de talentos creativos, y eso era tango vivo para él. Por eso planteamos la idea de ser parte de este encuentro que tanto disfrutamos”, cuenta Gabriela Campos. “El rato en el que tocaba le gustaba compartir con músicos de otra generación. Ese es el espíritu de este festejo, y desde que pisamos este escenario, solos o acompañados, el Negro se enamoró de la energía del lugar”, recuerda la compañera de Fontova, quien no podía estar ausente de la cuarta edición de esta celebración del tango y sobre todo, después de la pandemia. “El Negro va estar ahí, entre todos y todas las que vayamos a rendirle homenaje”.

Como hacía Fontova, eligieron los temas milongueros, pero siempre respetando el espíritu del festival. “Los primeros convocados fueron Daniel Maza y Claudio Kleiman, dos hermanos de la vida de Horacio. Luego lo llame a Mizrahi, porque hay varios temas que tienen sus secretitos y los demás son todos talentosos que al Negro le encantaban. El CAFF era como su casa. Le gustaba esa impronta autogestiva y las ganas que se le pone a todo, por eso no podía faltar esta invocación a su legado”.

Foto: Archivo/Mariano Espinosa

Es un momento sensible, pero el amor y el poder sanador del arte es algo que tanto Fontova como Gabriela pregonaban. “Lo que pasó el otro día no se puede creer. Estoy todavía consternada. Que intenten matar a Cristina es algo que nos tiene que doler y molestar a todos, porque es un límite que no se puede cruzar, no hay que volver a la intolerancia y a la violencia como modos de manejarnos. Quien no comprenda eso está demasiado cegado por el odio”. Contra eso, como decía el Negro, “canciones”. “Esto es una forma de alegría y resistencia. Horacio fue un luchador. Sin dudas hay que hacer más encuentros del amor como este, y debemos seguir extrañándolo, ya que su voz y sabiduría sería necesaria en este momento. No nos queda más que disfrutar del arte y luchar por el amor y un mundo mejor”.