Natacha, tenía mucho elementos que la volvían tentadora para la gran pantalla: una niña de ocho años que da título a la creación de Luis Pescetti, es muy curiosa, y no da respiro a sus padres con ocurrencias y las cosas que hace “sin querer” en sus aventuras. Además de pintar de manera magistral el universo desde la mirada de los niños. Pero nadie se animo a tomar el libro que apareció por primera vez en 1997 para adaptarlo. “Creo que era una deuda de nuestro cine con uno de los mejores libros para chicos que existe. Me asombraba cómo los chicos se reían solos con el libro en mi experiencia como docente, y entonces pensé que estaría bueno llevarla al cine. Yo comencé haciendo documentales, luego de egresar de la carrera de guión cinematográfico de la E.N.E.R.C. (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica), pero como me gusta trabajar con chicos, me anime a explorar el universo Natacha” cuenta Fernanda Ribeiz que junto a Eduardo Pinto dirigen la adaptación de los dos primeros libros que estrenó esta semana en las salas locales

Ribeiz en un evento lo conoce a Luis Pescetti y le propone llevar al cine sus libros. Él acepta. “Como íbamos a hacer era una pregunta que estaba antes de arrancar. Nos juntamos varias veces con Luis para entender bien el universo Natacha. Teníamos una mirada de absoluto respeto por la el espíritu del personaje, entonces conversamos un montón sobre que hacía que podía hacerse y que no. Adaptar el primer libro solo era muy difícil, porque son cuentos independiente no hay una line a argumental. Pero tiene la llegada de la mascota, el vínculo con los padres. Y el segundo libro aparece lo de la feria de ciencias, que era un elemento que amalgama mejor todo lo que es esa niña. Entonces usamos elementos de los dos. La propuesta de trabajo se fue armando. Luis nos iba comentando lo que le íbamos mostrando del guión e íbamos armándolo entre todos. El nos comentaba, sin meternos presión” recuerda la impulsora de esta la idea de contar problemas de niños enfrentado por niños pero también como los adultos acompañar y para encontrar las respuestas. “Natacha está inspirada en una niña real nos dijo Luis, y es verdad que muchos niños preguntan cosas que a veces te hacen dar cuenta que de grande nos olvidamos de mirar cosas que están buenas y sorprenden. La lógica de la curiosidad de los niños me parece interesante”.

La trama del film es así: Natacha un día en la plaza encuentra un perro. Decide adoptarlo y llamarlo Rafles, y sus padres lo reciben con un período de prueba. Junto con Pati (su mejor amiga) intentarán educar al canino para que se porte bien y pueda quedarse para siempre. Además, el nuevo compañero es ideal para su proyecto de la Feria de Ciencias escolar donde intentaran demostrar que “los Perros ven colores”. En paralelo, Nati y Pati descubren un nuevo juego, talento, y negocio excelente: hacen cartas de amor a pedido. Sin embargo, más que ayudar a los enamorados, sumarán confusión de todo el grado.

Sobre el trabajo con Pescetti con ellos Ribeiz comenta que fue muy fácil, por tenerlo siempre a disposición. “Uno hace una adaptación porque comparte la mirada del autor, sino uno hace una obra original. Vino a la filmación y al ver el primer corte se inspiró y pasados algunos días nos pasó unas canciones para algunos momentos de la película. Eso fue genial. Creo que se cuenta cosas que le podrían pasar a cual y nos representa de alguna manera” dice

Natacha, la película, se presentó en el último Festival de Cine de Mar del Plata en la sección Mar de Chicos con muy buena recepción “Fue la primera proyección que tuvimos y fue una gran experiencia porque nos dimos cuenta en qué parte se ríen, además de poder ver las caras de todos, grandes y chicos disfrutando. Además nos permitió ver qué momentos de la trama que no esperábamos terminaron siendo claves”, dice Ribeiz mientras avanza en un proyecto también ene el universo de los niños, “un espacio que me gustaría seguir explorando por las innumerables aristas que tiene. Además son nuestro futuro”, dice. “La conclusión es que esta buenísimo que los niños de nuestro país, puedan tener una nueva película que los represente, obvio, después de acordar que la esencia de esa niña y su dinámica familiar se iba a respetar porque es lo importante del mensaje. Solo espero que los chicos que la vean y la quieran volver a ver», admite Ribeiz.