La música de Noroeste adelanta el misterio que envuelve la relación compleja de Laura Ramos, la nieta de un senador, y su familia detrás de la que se esconde una nefasta historia política con tintes policiales. Es esa la trama de La casa del mar, la serie que nació como un proyecto para un concurso del INCAA y fue creciendo, salió de los límites del país de la mano de Direct TV y mañana a las 22 hs. estrenará su segunda temporada.

«Me sorprendió mucho que fuera tan bien en Latinoamérica. Cuando salimos con Perfidia a venderla afuera lo que escuché de los compradores de Latinoamérica era que no gustaba mucho el acento argentino», comenta a Tiempo su autor y director, Juan Pablo Laplace en la presentación a la prensa del primer y segundo capítulo. «Sin embargo, cuando Direct TV estrenó la primera temporada en el continente tuvo niveles de audiencia altísimos. Hay algo local de ser latinoamericano y contar un policial con una estructura muy de  género norteamericano pero con latinoamericanos que gustó mucho.»
El director cuenta también que esta segunda temporada la empezó a escribir apenas mandó al canal que la produce el tráiler de la primera parte. Para el armado de ese guión, Laplace convocó al dramaturgo Lautaro Vilo. «No quería un escritor de televisión, sino a alguien de quien me gustara su manera de pensar la trama. A mí no me cuesta escribir, no tengo problema en armar diálogos, pero se me hace complejo el  de qué. Entonces, para mejorar la calidad, incorporé a alguien que piense muy bien el policial,» explica.

La serie está protagonizada por Darío Grandinetti, Juan Gil Navarro, Delfina Chaves, Salo Passik, Gloria Carrá a los que para esta parte se sumaron Soledad Villamil y Federico Olivera (ver recuadro). También cuenta con las participaciones especiales de Carlos Portaluppi, Antonio Birabent, Rafael Spregelburd, Gustavo Garzón, Celina Font, Boris, Alejandro Paker, entre otros. «De la primera temporada había trabajado con todos. Para esta sumar a Sole, a Fede y a Norman fue muy lindo porque además aceptaron. Cuando ya tenés una primera temporada es más fácil porque no hay mucho para charlar, te gusta o no», cuenta.

–¿Hay una nueva manera de mirar televisión?
–Hubo un giro grande que se dio con Internet en banda ancha. Sobre todo en los últimos años, en los que uno puede ver videos con velocidad y comenzaron a surgir plataformas con demanda, a partir de ahí nacen las series, algunas muy grandes como Twin Peaks o Los Soprano, el mercado entonces ha empezado a hacer cosas de calidad. Hay que ver hacia dónde va ese consumo de series, que es un lindo formato. Creo que se buscan series cortas, con dos o tres temporadas. Eso va a generar mucha diversidad porque son lindas estructuras donde contar historias.

–La casa del mar sale en Direct TV y Odeón, ¿Funcionaría en la tevé de aire?
–Es una gran incógnita. Mucha gente me dice que no pero yo tengo mis dudas. Hay cosas que no entiendo por qué se ven, las novelas dobladas por ejemplo, pero creo que los que son productos buenos funcionan siempre.

Todos los lunes a las 22 hs. por OnDirectv. Ambas temporadas estarán disponibles en la plataforma gratuita Odeon.

El extraño padre de Laura Ramos

Federico Ramos es un tipo en campaña que usa a su hija políticamente, pero en verdad empieza a usarla como usa a todo lo que se le presenta para humanizar el plan que tiene. Por como lo planteó Juan Pablo tiene una idea de sinceridad que es realmente así y eso lo hace más perverso», explica Federico Olivera de su personaje. «El director tiene un punto de vista muy marcado, él quiere algo, tiene una mirada en relación al relato, a lo audiovisual y a cómo contarlo. Que para nosotros fue un muy buen encuentro porque cuando los trabajamos en los ensayos hasta lo que se plasmó me imaginaba un Federico Ramos que fui descubriendo con él. Yo me lo imaginaba de otra manera y él iba acomodando esas emociones que yo creía que el personaje tenía», puntualiza.

Acerca de las series como género, el actor comenta, «es el lenguaje que vino, estamos todos un poco enganchados en eso. Había una especie de acefalía ahí, un lugar vacío, estábamos necesitando más contenido de entretenimiento que tenga profundidad y más riesgo artístico, que sea entretenido», finaliza.