Como un retrato de las especulaciones que se dan en el negocio inmobiliario, llega a los cines una película gestada en Córdoba que se mete de lleno en esa problemática. Se trata de El siervo inútil, un film dirigido por Fernando Lacolla que pasó por la última edición del Festival BAFICI y que se estrena este jueves 18 de mayo en salas. La producción narra la vida de un empleado de bienes raíces que lucha por desarrollar un emprendimiento inmobiliario en un predio que perteneció al ferrocarril. Jaqueado por la burocracia estatal que no deja avanzar al proyecto, el protagonista de la historia recurrirá a un diputado provincial para intentar destrabar la situación. Sin embargo, a medida que avanza en sus propósitos, también aparecen la corrupción y sus peligros. “Con esta película se está dando algo muy lindo que tiene que ver con el boca a boca, que para mí es la mejor publicidad que una producción de cualquier tipo puede tener. El film pudo verse en Buenos Aires antes de su estreno y tuvo mucha repercusión, y es un gran augurio para su estreno en salas”, afirma Fernando Lacolla.

El director recuerda cómo empezó el proyecto: “Más allá de la confianza que teníamos en una historia en la que veníamos trabajando desde hace muchos años, para nosotros fue muy importante haber ganado la edición N°10 del concurso Raymundo Gleyzer, algo crucial para una producción hecha en el interior como la nuestra, porque eso nos permitió escribir el guión de la película. Ese premio nos permitió entrar al Incaa para luego tener el apoyo del polo audiovisual de Córdoba y llevar adelante la producción”.

Lacolla cuenta algo más sobre la inspiración del tema: “Desde luego que hay elementos de la vida diaria que sirvieron como disparadores de la historia. Pero más allá de las cosas que relata la película en relación a la especulación inmobiliaria, lo cierto es que esta es una idea original. Siempre supe que en Córdoba y en otras provincias existen entuertos comerciales como los que muestra el film, pero no me basé en eso de manera exclusiva ni específica. Entiendo que a esas cosas las podemos ver en los medios, me pareció interesante dar cuenta de esa situación por medio de una ficción”. Más allá del concepto, existió también un trabajo de campo. “Lo que hicimos fue manejarnos con ciertos datos para darle potencia interpretativa o herramientas a ciertos personajes de la trama, pero lo que predomina fundamentalmente es la ficción”.

El actor Federico Liss encarna a un empleado que hace el trabajo sucio para quedarse con unos terrenos fiscales.

Con respecto al título del film, el director cuenta: “Me interesa que la gente pueda generar su propia interpretación sobre el título de la película, pero básicamente tiene que ver con la parábola bíblica. ‘El siervo inútil’ es el que realiza solamente lo que le pidieron que haga, pero se lo llama de esa forma porque se conforma con lo que le piden, aunque el siervo que Jesús espera que seamos es aquel que se esfuerza y hace más de lo que debería. Más allá de eso, me interesa que cada cual pueda sacar sus propias conclusiones al ver la película”. En términos generales, El siervo inútil se erige como una metáfora de la ambición. “Creo que debe tomarse de esa forma. En base a la ambición se construyó esta historia y su guión. Siempre supimos que esa era una de las líneas más difíciles de la película, y como era mi ópera prima, también tomamos algunas opiniones. Siempre me pareció que era un tema más que importante para desarrollar y así lo terminamos haciendo”, concluye el realizador.




El siervo inútil

Una película de Fernando Lacolla. Actúan: Federico Liss, Rubén Gatino, Víctor López y Paola Halaban. Desde el jueves 18 de mayo en cines.