El silencio es un cuerpo que cae (Agustina Comedi, 2017)

Un documental cuyo tono por momentos onírico y de cierta lisergia histórica (si se permite la definición), permite compartir el viaje íntimo que emprende la directora para dar cuenta de un padre gay, que por razones ideológicas (fue militante de izquierda de Vanguardia Comunista/Partido de la Liberación) siempre mantuvo oculta su identidad sexual. Con cámaras de 8 mm y VHS más fotos familiares que muestran la historia de Jaime (su padre) con Néstor, su pareja durante más de 11 años (murió de Sida), y con una honestidad (por momentos brutal) encomiable, Comedi permite emprender también un viaje político por la historia del país, en especial de sus últimos 40 años, protagonizado por menos buenos que los esperados y más malos de los deseados.

Disponible en Cine.Ar.


De la noche a la mañana (Manuel Ferrari, 2019)

Ignacio Roma es un arquitecto y docente de 37 años al que dos chilenas que participan en uno de sus seminarios, lo invitan a viajar a Valparaíso para dar una charla. Durante los preparativos, su mujer le comunica que están embarazados. Dubitativo, y más bien impulsado por su mujer, decide viajar a Chile. A su personalidad ya algo desbolada con la que algunos relatos han caracterizado a los intelectuales, Ignacio aumenta todas sus fobias (entre las que el miedo a los terremotos, metáfora de un piso que impide hacer pie, está a la cabeza) que a su vez lo desconectan de la realidad, algo sobre lo que prefiere pensar antes que vivir. En las pocas horas que pase en Valparaíso, y con los temblores típicos de la ciudad a los que sus habitantes están perfectamente acostumbrados, Ignacio afrontará esa transición entre ser un hombre en compañía de una mujer a uno al que alguien pensará para siempre. Permisos nunca antes autoconcedidos, encuentros con estafadores de poca monta, contactos poco aconsejables y demases que pueden suceder de la noche a la mañana, le ponen un toque de sátira y humor a una situación que la mayoría de los hombres atraviesa con la negación que se atraviesa lo que ya no tiene vuelta atrás.

Disponible en Amazon y Movistar Play.


Fin de Siglo (Lucio Castro, 2019)

Aclamada como la mejor película gay del año 2019 por IndieWire, este romance fugaz que también tiene sus etapas, se convierte en su andar en una reflexión tan de estos tiempos sobre un presente que no parece tal, un futuro que jamás llega como alguna vez prometió y un pasado que se resignifica todo el tiempo. Se trata de dos hombres que se encuentran (en un museo, también ellos pertenecen al grupo de gente con tiempo de ocio suficiente para ocuparse y preocuparse de estas cosas) y terminan en una bella noche de sexo. En el paso de los días, esos dos cuerpos pedirán más de lo que conocieron en ese encuentro, y así les permitirá descubrir zonas propias y ajenas que ni siquiera imaginaban que tenían. Y todo el temor (¿terror?) que produce tanto la estabilidad como la imposibilidad de mantenerla a través del tiempo.

Se puede alquilar en filmin.es.


La muerte no existe y el amor tampoco (Fernando Salem, 2019)

Joven psiquiatra recién recibida y con un puesto prometedor, Emilia recibe la invitación de Jorge y Úrsula, los padres de su mejor amiga Andrea, para decidir cómo y dónde esparcir sus cenizas: el tiempo en el nicho al que fue a parar luego de su suicidio, ha caducado. Así es que Emilia vuelve después de muchos años al pueblo santacruceño del que se fue casi despavorida luego del suicidio de su amiga, síntesis de la impotencia que la falta de posibilidades de desarrollo y trabajo (arraigo, en otras palabras) genera en muchos jóvenes, un fenómeno acrecentado en los últimos años con el acceso a un montón de otras “realidades” que posibilitó la llegada de Internet. En este viaje de regreso que también será de salida, Emilia descubre y nos descubre que todos los males de este mundo pueden ser sobrellevados tomando aire profundamente y recuperando el ritmo respiratorio.

Disponible en YouTube (gratis).


De nuevo otra vez (Romina Paula, 2019)

En una ficción con mucho de documental (casi el reverso del film de Agustina Comedi), Paula se mete con lo que sería el final del puerperio y el regreso a la vida normal, por decirlo rápido pero sin precisión. Se trata de un momento en el que la mujer (la película tiene algunos puntos de contacto con la masculinidad y la paternidad, pero prima lo femenino) se da cuenta de que la bifurcación que tomó su vida luego del parto y la maternidad es un camino a la dimensión desconocida: nada de lo que le contaron, leyó, escuchó, siquiera logró empatizar, se parece a eso que particularmente le toca vivir. En esa experiencia que de tan singular se convierte en universal para todas las mujeres del presente, pasado y futuro (¿vendrá de ahí la sororidad?), Paula transforma ocurrencias casi triviales en profundas reflexiones casi existenciales (pero también muy prácticas) sobre lo vivido y lo que queda por vivir.

Disponible en Vimeo (se puede alquilar).