El jueves estrena Gilda. No me arrepiento de este amor, film que cuenta la historia de Miriam Alejandra Bianchi: aquella que en los ’90 revolucionó la cumbia y se convirtió en ídola de la canción popular (bajo el seudónimo de Gilda). La llegada de la película coincide con el vigésimo aniversario de su muerte. Gilda murió a los 36 años en un accidente en Entre Ríos junto a su madre y su hija mayor. “Siempre admiré el coraje de Gilda como madre, cantante y mujer trabajadora e incansable”, afirmó Oreiro en la conferencia de prensa donde explicó su trabajo de caracterización y los planes de llegar al mercado de Europa del Este, aunque por ahora se realice un lanzamiento regional (soundtrack incluido).

Por su parte, la directora del film, Lorena Muñoz, afirmó que“esta cinta habla del sacrificio y los costos que le demandó su camino. El costo para trascender fue la muerte, porque falleció en su momento más exitoso”. Según Muñoz la película tiene una línea narrativa central entre 1990 y 1996 y dos subtramas: una que muestra a Gilda cuando era niña y admiraba a su padre, de quien recibió la inspiración artística. Y la otra es su adolescencia, la muerte de su padre, y el momento en que termina de definir su vocación musical.

La génesis del proyecto fue una investigación sobre la vida de Gilda –que incluyó entrevistas a familiares, amigos y el círculo más íntimo– para el programa Soy del pueblo, que ella realizaba para el canal Encuentro sobre distintos mitos populares argentinos como Tita Merello, Sandro y Pepe Biondi, entre tantos otros.“Empecé a atar cabos de la historia no conocida de ella, y eso quise contar. Y explicar lo increíble de una carrera muy vertiginosa”, afirmó la directora. Protagonizada por Natalia Oreiro, la película cuenta con el aporte de Ángela Torres, Roly Serrano, Susana Pampín, Daniel Melingo, Lautaro Delgado y Daniel Valenzuela, entro los principales actores. Músicos originales son parte de la filmación también.

–¿Qué te llevó a contar esta historia?

–La investigación es la base de todo relato para mí, así que conocer ese lado de una ídola popular fue una obsesión. Quería mostrar la intimidad de la mujer común que era. No quería narrar el mito de Gilda, sino a la historia de vida de la mujer de 30 años que quiere vivir de la música.

–¿Qué estética buscabas?

–Tenía muchas referencias estéticas, cuadros y poesías. Trabajamos con el equipo para que tenga una paleta de colores con la estética de los ’90, como una polaroid, o un VHS que perdió calidad. Usamos muchos “lens flare”, cuando la luz entra al lente, porque da cierta nostalgia, como del recuerdo. Cada plano está muy cuidado. La historia es dramática, teníamos que darle algo más.

–¿Querías trascender la popularidad tanto de Gilda como de Natalia?

–Es difícil entender por qué se respeta y se quiere a un artista. Su secreto era la autenticidad y además era una verdadera predicadora del amor, le hablaba al público directo al corazón. Quería entender su vida más allá de la popularidad. Y Natalia fue una gran compañera para hacerlo.

Gilda en Tiempo

Desde el mes pasado la editorial Chirimbote y Tiempo Argentino difunden la colección de biografías infantiles Antiprincesas y Antihéroes con la historia de Gilda. Con textos de Nadia Fink y el trabajo del dibujante “Pitu” Saá, existe la compra opcional con el precio de 70 pesos junto al diario.