Atrapados

La historia transcurre en Siglufjordur, una pequeña localidad del noreste de Islandia, enclave estratégico que incluye las rutas marítimas de China y Estados Unidos. La serie no sólo fue récord de espectadores en la isla país (su capítulo final conquistó el 90 por ciento del encendido), sino también en Francia e Inglaterra (cinco y un millón de espectadores por capítulo, respectivamente), haciendo algo de sombra a las potencias productoras del denominado Nordic Noir, como se conocen a las series policiales provenientes del extremo norte de Europa. Y la historia va de que allí en Siglufjordur, mientras políticos y empresarios están a punto de cerrar el gran negocio para la construcción de un puerto financiado por China, un ferry danés con 300 pasajeros debe detenerse por un desperfecto horas antes de que se desencadene una de las típicas tormentas de nieve que se sabe cuándo empiezan, pero jamás cuando terminan. A punto de desembarcar pasajeros y tripulación -mientras dura el arreglo del ferry-, la policía local encuentra un cuerpo mutilado, así que nadie puede bajar hasta que la policía especializada de Reikiavik llegue a hacerse cargo de la investigación. Asesino, ciudadanos de a pie, pasajeros y tripulación, cuerpo policial, todos y cada uno, están atrapados en Siglufjordur. El bonus track: el detective Andri Ólaffson (Ólafur Darri Ólafsson), vuelve en Entrapped (2022, también por Netflix), auque -claro- para resolver un nuevo misterio.

Disponible en Netflix

Amor y anarquía

Picante y por momentos incisiva comedia sueca con episodios de 30 minutos. La serie está comandada por una consultora casada (la sensual Ida Emelin Engvoll como Sofie), con una cabeza ganada por las principales ideas neoliberales, que se masturba periódicamente para encontrar un poco de satisfacción sexual. En una editorial de tanto prestigio como malas finanzas, Sofi conoce al ‘pibe de informática’, que como suele ocurrir en los trabajos tan relacionados con el capital simbólico, desentona del resto. Al punto que se enganchan sexualmente -él más romántico, como corresponde a sus tempranos veinte-, y todo empieza a desequilibrarse en la vida de Sofie. Lo que más la perturba, sin embargo, es cómo esa nueva relación afecta su condición laboral (de su familia se ocupará después). Con su tono liviano, la comedia pone el dedo en la llaga sobre los lugares comunes de la progresía bienpensante y también en el del neoliberalismo que se siente práctico y superado, que es donde no casualmente ambos universos ideológicos se conectan: Sofie tiene, en efecto, un padre de fracasado pasado izquierdista que le inculcó sus ideas más encantadoras, pero que no le sirvieron para hacer dinero.

Disponible en Netflix.


Quicksand

Otra serie original sueca, esta vez adaptada de la novela original por el escritor de Bron/ Broen (The Bridge, en inglés). Este drama adolescente muestra que las chicas y chicos escandinavos no viven tan bien como se suele creer en otros lados del mundo. Cuenta la historia de la masacre en una escuela de uno de los barrios más lujosos de Estocolmo. A la manera de Elephant de Gus Van Sant, aunque sin su profundidad dramática, la serie toma a la protagonista Maja Norberg -que será acusada como una de las responsables de la matanza- para hablar de lo que viven los adolescentes en Suecia. En el juicio que le espera se verán los avatares de su vida que dieron lugar a las razones que la llevaron a tomar tomar tamaña decisión. Una decisión, la de matar compañeros de escuela, que hasta entonces parecía sólo privilegio de los varones.

Disponible en Netflix

Sorjonen

Uno de los mejores detectives de Helsinki decide trasladarse a Lappeenranta, una ciudad fronteriza con Rusia, de donde es oriunda su mujer: ella acaba de superar un cáncer cerebral. Allí, mientras ven cómo continuar la vida en familia (tienen una hija), sigue su trabajo en la policía de su nueva ciudad, que tiene la peculiaridad de quedar a mitad de camino entre la capital finlandesa y San Petersburgo. La familia y el crimen se encajan como piezas de un rompecabezas: allí un asesino en serie pone en duda las habilidades por las que se hizo conocido y reconocido, al tiempo que le instala dudas acerca de cuánto quiere la vida que está llevando en esa ciudad con ritmo de pueblo. Los mejores condimentos del género, que por supuesto incluyen grandes confabulaciones de grandes organizaciones criminales, a las que un hombre en la soledad de su punto de vista alternativo les hace frente.

Disponible en Netflix.

Borgen

Producida por la televisión estatal, arrancó en el 2010 y completó tres temporadas de 10 capítulos cada una, en 2022 agregó una cuarta temporada que no estuvo a la altura de las circunstancias, pero no hace mella a su historia: fue la producción que en su momento redefinió las series políticas. Cada capítulo de Borgen arranca con una frase a la que la experiencia en el tiempo le dio visos de verdad. Así, hay definiciones célebres de El Príncipe, de Maquiavelo, pero también de un líder sindical danés, que sirven para contar la historia del episodio, hacer una clase práctica de teoría política y mostrar los límites a los que las circunstancias de todo tipo (desde las históricas de la historia con mayúsculas hasta las cotidianas de un niño de ocho años que vuelve a orinarse encima porque su madre, la protagonista, no le puede dar toda la atención que necesita). Con más heroínas que héroes, tanto en su drama como en su emotividad, muestra que los políticos no son unos miserables que sólo buscan acumulación de poder, sino ciudadanos normales que se emocionan al conseguir el bien común, incluso pese a que deben renunciar a placeres y satisfacciones que la mayoría de los mortales jamás sacrificaría.

Disponible en Netflix.