Mañana a las 22 vía Fox Premium se estrenará la nueva temporada de Homeland, una de las estrellas del firmamento de la era dorada de las series. En este ciclo Carrie Mathison (rol interpretado por Claire Danes) estará por primera vez lejos de su mentor, protector, jefe y siempre fiel compañero de trabajo Saul Berenson (Mandy Patinkin). Esa es la principal novedad argumental de una historia que ya tiene confirmada una próxima temporada para 2019.

Estos dos personajes que participaron en todos los capítulos de cada una de las emisiones anuales son miembros de la CIA, la agencia de Inteligencia de Estados Unidos, tan venerada como vituperada por la ficción norteamericana a lo largo de la historia. Esta vez los responsables de Homeland no quisieron darle otro espesor al tema, acorde con la complejidad de los tiempos que corren, y así hizo de los buenos personajes no tan buenos, y de los malos lo mismo, pero en el otro sentido. También introdujo la idea de que las instituciones tienen hacia dentro posturas más laxas que las imaginadas –una de sus principales agentes, Mathison, es bipolar y medicada– como también que la conspiración tiene un límite: precisamente el de la opinión pública y el de las siempre  necesidades políticas. 

Estas miradas alternativas propuestas por esta serie nacida en 2011 la llevaron a convertirse en un punto de referencia obligado para todas la demás que tuvieran algún tipo de similitud o contacto con las historias de agentes de todo tipo: fue la que en el rubro Servicio Secreto impuso la gama de grises. En ese sentido puede decirse que, en su categoría, es el equivalente de Los Soprano o Breaking Bad en términos enigmáticos. 

Por lo que estuvo circulando en redes sociales y se puede inferir del trailer, la nueva temporada guardará estrecha relación con la anterior, donde la acción volvió a ser protagonista como en las dos primeras, cuando la serie ganó popularidad y prestigio. Es que el final del personaje de Brody –en la tercera entrega– había complicado un poco las cosas en cuanto a la narración y los trucos como para atraer a la audiencia: su salida de escena –además de la historia de amor que había resultado un buen motor hasta entonces– reconfiguraba la vida de Carrie lejos de la acción.   

El reencuentro con la senda de su mejor camino Homeland lo encontró el año pasado cuando, rompiendo la tradición, en vez de estrenarse en octubre como había hecho en cada una de las cinco anteriores, esperó el resultado a las elecciones presidenciales de Estados Unidos para no quedar muy descolocada con lo que proponía: se estrenó en enero. Y así y todo, decidió que hubiera una nueva mandataria y no un nuevo mandatario: Elizabeth Keane (personaje interpretado por Elizabeth Marvel). 

A la distancia, lo que pareció una elección de compromiso puede pensarse en sintonía con la osadía que caracterizó desde el principio a la serie: por primera vez la historia quedará centrada en dos mujeres poderosas. 

Si estas especulaciones se corroboran a lo largo de los próximos 12 episodios, Homeland no sólo podrá enorgullecerse de pertenecer al grupo aun más selecto de series que apuestan a espectadores atentos, sino que también confirmará que es un producto que propone nuevas complejidades narrativas. «