Los que están cansados de seguir las tendencias y/o los últimos estrenos  siempre tienen opciones. Volver a los clásicos siempre es importante para los cinéfilos de ley, pero también para los espectadores curiosos. Una buena historia es atemporal y dura para siempre. Descubrirlas o volver a disfrutarlas es una opción atractiva y lo es mucho más cuando se trata de películas que cambiaron la historia del cine. A continuación, tres clásicos imperdibles para disfrutar a un solo clic.


El proceso

Este film de 1962, basado en la novela de Frank Kafka, es conocido como una de las últimas grandes obras de Orson Welles. Se trata de un film muy entretenido y de gran ritmo que, pese a tener un corte mucho más comercial que otras de sus obras, no deja de lado la magia que el cine de autor siempre desprende. En su momento la crítica lo catalogó como su película más creativa porque sencillamente es inigualable. Aquí Welles toca techo en su carrera gracias a la gran narrativa y la inefable belleza estética. Como dato de color, es interesante repasar que Anthony Perkins fue el elegido por Welles para interpretar al protagonista del filme, Josef K., un oficinista que es acusado de algo indefinido y puesto a merced de una justicia absurda. Perkins venía del éxito de Psicosis (Hitchcock, 1960) y Welles aprovechó ese espaldarazo para generar más curiosidad ante una película que no defrauda ni un segundo.

Disponible en www.qubit.tv


Nosferatu

Clásico de clásicos. Esta película muda del director de cine alemán Friedrich Murnau se labró la reputación de ser uno de los mejores films sobre vampiros y uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán.

Fue rodada en escenarios naturales, una práctica poco habitual en el cine de 1922 y está inspirada en la novela Drácula, escrita por el irlandés Bram Stoker y publicada en 1897. Murnau quiso adaptar la novela de Stoker en forma estricta, pero su estudio no consiguió hacerse con los derechos. Entonces el director decidió realizar su propia versión de la historia. Cambio el titulo original por el de Nosferatu y el conde Drácula es en la película el conde Orlok, entre otras modificaciones. Pero mire como se mire, se trata de una joya indeleble.

Disponible en www.mubi.com y Youtube.


Lo que el viento se llevó

Clásico de clásicos. Además de ganar diez Oscar, consiguió la aprobación de la mayor parte de la prensa y su prestigio permaneció intacto durante décadas. En los ‘70, el American Film Institute la eligió la mejor película estadounidense de toda la historia, por encima incluso de Ciudadano Kane, la obra maestra de Orson Welles.

La historia de amor, el contexto social y el personaje de Scarlett O’Hara que dio forma a uno de los primeros iconos feministas de la modernidad. Pese a sus cuatro horas de duración, es imperdible para quienes no la vieron y una oportunidad de volver a disfrutar para los que sí.

La película también puede ofrecer una importante instancia de reflexión. En los últimos años se señaló –sin faltar a la verdad– que el relato por momento parecía expresar cierta glorificación de la esclavitud. En ese aspecto, verla hoy también permite repensar cómo era la sociedad en la que se filmó y sus contrastes con los valores actuales.

Disponible en Youtube