En Buenos Aires el jazz nunca se detiene, como en muchas grandes ciudades del mundo. Seguramente esa sea la razón por la cual Jeff Berlin tiene una relación especial con el público local. El bajista neoyorquino, considerado por sus pares y el público como un virtuoso del jazz fusión, tocará nuevamente en Buenos Aires, en formato de trío acompañado de Quintino Cinalli en batería y Mariano Agustoni en piano, con los que ofrecerá cuatro conciertos entre nosotros. Las fechas serán el viernes 3 y el sábado  4 de junio a las 20 y 22:30 respectivamente en Bebop Club, (Uriarte 1658, Palermo).

Músico, docente y productor son algunas de las facetas de Berlin, quien durante su carrera de más de cinco décadas tocó con estrellas como Bill Bruford, Scott Henderson, Steve Vai, John McLaughling, Billy Cobham y un largo etcétera. Desde Nashville (USA), el bajista atiende el teléfono de la mejor forma para hablar con Tiempo sobre esta nueva visita: “Volver la Argentina, el país de mi esposa Gabriela, es un motivo de mucha satisfacción. Estuve muchas veces y siempre la pasé bien tocando y estando con ustedes. Cuando voy por allí, visito lugares que mi mujer me hace conocer, por eso me gusta mucho interactuar con ustedes, aunque todavía no puedo tomar mate porque no me gusta (risas). Más allá de eso, tengo un gran sentimiento por la Argentina, sus personas y costumbres. Desafortunadamente voy a estar sólo ocho días”, dice Jeff Berlin con un muy buen español bastante argentinizado que desarrolla en buena forma durante toda la entrevista.

Vas a ofrecer cuatro conciertos en la Argentina. ¿Con qué expectativas los esperás?

–Para mí es grande, porque siento muchas cosas con los que me quieren ir a escuchar tantas veces. Quiero darle a la gente algo importante o significante, y me gustaría que puedan disfrutar de la experiencia cuando toque mi instrumento.

–¿Cuál es la idea que tenés para cada uno de esos shows?

–Puedo asegurar que cada uno de los conciertos será totalmente diferente. El primer set no será igual al segundo y el tercero no será como el cuarto, eso es seguro. Cuando la música se improvisa no hay límites para abordar. Espiritualmente, cuando sucede eso, las canciones son diferentes inclusive porque cuando subo a un escenario no hay un plan definido porque siempre está la improvisación presente. Tengo 69 años y confío mucho en que la improvisación me puede guiar a mejores lugares, donde la música siempre está presente. Estoy seguro que la gente que venga vivirá ese particular sentimiento.

–Vas a tocar con Quintino Cinalli en batería y Mariano Agostoni en piano. ¿Qué te proveen estos músicos locales para tocar siempre con ellos en cada una de tus visitas?

–Toco con ellos porque nosotros tres tenemos una misma visión del jazz y de la música en general. Siento que cuando toco con ellos no tengo que preguntarles nada. Si uno o el otro está tocando algo, enseguida siento que lo que hacen tiene una identidad propia, pero que también yo puedo darme cuenta, comprenderlo e interpretarlo. Son músicos con los que me conozco orgánicamente y es súper fácil compartir shows con ellos. Ellos viven en un país donde hay y hubo genios de la música como Astor Piazzolla, Javier Malosetti… Daniel Maza es un gran bajista. Argentina es un gran país con grandes músicos que está de igual manera con otros países del mundo. Estoy muy seguro que tu país podría estar en un capítulo diferente con respecto a músicos de todo el mundo. Afortunadamente para mí, yo reconozco la calidad de esos músicos.

–¿Cuál es el estado del jazz en la actualidad?

–Es una buena pregunta porque el jazz siempre está en movimiento, pero no es uno de los géneros más importantes de la actualidad. Creo que su movimiento depende de cuánto se lo exponga o se lo pase por las radios, aunque perdió cierto impacto con los fanáticos frente a otros estilos. Como todos los géneros, tiene que ser apoyado por la radio o compañías discográficas o con tours. Siento que el jazz está un poco bajo en las predilecciones de la gente, pero es una forma de arte que sube y baja, pero siempre está ahí, en la memoria de la gente de muchas edades. Es el jazz un género sin edad.

Foto: Prensa

Jeff Berlin

Viernes 3 y sábado 4 de junio, dobles funciones a las 20 y a las 22.30 en Bebop Club, Uriarte 1658.