Es una realidad que la experiencia de ver una película con un músico en vivo, en formato sinfónico que acompaña la proyección, brindan al rito del cine una dimensión de mayor disfrute al espectador. Más cuando se trata de una película icónica como Jurassic Park, que cumple 30 años atrayendo a un público amplio, y cuyas dosis de aventura se potencian con el sonido. Esto lo sabe bien el intérprete, compositor y productor musical Damián Mahler, quien el año pasado tuvo la experiencia de estar al frente de E.T.: The Extraterrestrial: In Concert. Conociendo lo que se genera en la gente, luego de esa iniciativa, aceptó este nuevo desafío de acompañar con 75 músicos en escena la proyección del icónico film de Steven Spielberg, donde los dinosaurios vuelven a vivir.

Con partitura de John Williams, el director intentará volver inolvidable a esta historia que, por su popularidad, vuelve necesario ser reinventada con nuevos detalles estéticos para emular la emoción que género en su momento y las subsiguientes franquicias que se desprendieron. “Sin dudas debe estar entre las diez músicas de películas más reconocibles. Este es un formato muy popular en todo el mundo en los últimos tiempos, que termina acercando dos artes complementarias: el cine y la música de orquesta. Se ha hecho con Star Wars, con Harry Potter, y nosotros lo hicimos con E.T. Creo que se va entendiendo el concepto de tocar en vivo acompañando una proyección; tiene un encanto único e irrepetible”, comenta Damián Mahler, quien es hijo de Ángel, aquel músico que en dupla con Pepito Cibrián creó algunos de los musicales más emblemáticos del circuito local como Drácula, El Jorobado de París, Las Mil y una Noches.

Damián Mahler es hijo de Ángel Mahler, histórico colaborador de Pepito Cibrián Campoy en sus musicales.

– Supongo que actuar en el Luna Park es especial para vos, dado que tu padre desde allí marcó una época.

– Cuando se estrenó Drácula, yo tenía 3 años. Tengo recuerdos marcados de sus pasillos, el olor particular que hay en el estadio. Cada vez que estoy ahí para mí es un viaje en el tiempo, y me siento como en casa. Es un privilegio para mí seguir escribiendo la historia familiar en ese lugar-

– ¿Cuál es el mayor desafío de un espectáculo de estas características?

-Es de lo más difícil que hice en mi vida. Dirigí musicales e hice cosas para Cirque du Soleil y otras compañías grandes, pero este espectáculo es especial. Tanto este, como el show del año pasado, fueron arduos trabajos. Porque la película no te espera, vos tenes que hacer que toda la orquesta entre a tiempo, sin caer tarde y que tengamos que pasar un papelón. Te tenes que saber la película de memoria y saber que cada música está unida a lo que pasa, a cada escena. Cada toma está agarrada a la música, más cuando es algo de acción o cuando aparecen los protagonistas. Uno es detallista y te obsesionas, pero cuando sale es un disfrute hermoso. Es un desafío gigante, pero emocionante a la vez. Potenciar lo sonoro con lo visual y viceversa, es un sueño hecho realidad.

– Cuándo eras chico y viste la película, ¿te impactó la música? ¿Imaginaste alguna vez hacer algo así?

-Esta es la música de mi infancia, con la que yo crecí. Son canciones que nunca dejé de escuchar, es de esos sonidos que no te dejan. Escucho música de películas desde que tengo memoria, también por el entorno familiar, supongo, pero esta en particular nos marcó a más de una generación. Tuve la suerte de, en 2007, viajar con mi hermano a Estados Unidos y fuimos a ver a John Williams dirigiendo la filarmónica de Nueva York. Nos enteramos de casualidad y conseguimos entradas con algo de suerte. Al recordarlo se me pone la piel de gallina, y la verdad es que nunca imaginé que se me iba dar la chance de hacer algo así, de poder trabajar con una de sus creaciones. Este es un formato espectacular porque llega a otros públicos mucho más amplios, eso es increíble. Tocar con una pantalla gigante es un lujo que no siempre nos pasa a los músicos. Con E.T ya me pasó: la gente estaba emocionada como si viera por primera vez la película, aunque estaba claro que todos la habían visto más de una vez, seguro.

-¿Sentis que principalmente es para acercar a nuevas generaciones a la música de orquesta? Más allá del deleite que ofrece por la añoranza a los más grandes

-Yo de chico tuve suerte de ver muchos espectáculos que me estimularon. Me marcaron, veía a alguien tocar o dirigir, y me parecía maravilloso. Un mundo fascinante. Entonces creo que nunca sabemos el impacto que puede tener en una audiencia en formación, en edades clave de la infancia o la adolescencia, donde quizá cada cosa que se elige marca el camino del futuro. Uno espera despertar pasiones en  otros, en algo que quizás desconocían o no pudieron descubrir antes, por lo que sea. En ese sentido es una linda responsabilidad pensar que se puede influir a alguien para hacer música. Pero uno no lo piensa, solo se trata de dar lo mejor.

-¿Para lograr eso hay una fórmula que te funcione?

– La verdad que uno tiene el privilegio de convertir una pasión, en un modo de vida. El tema es que es difícil parar de trabajar, porque te pasas todo el día pensando detalles o estudiando o practicando. Entonces lo que uno intenta hacer es ser metódico, para encontrar equilibrios. En el caso concreto de este show, sé que tengo que estudiar todas las partituras, entonces me armo un cronograma hasta el estreno, para que no se me escape ningún detalle. Los músicos de las orquestas no estudian antes las partituras, sino que leen y tocan al unísono, entonces dependen de mí para guiarlos para lograr sincronizarse con la imagen. Por suerte vivo con pasión esta actividad, no me genera presión, sino que disfruto de intentar lograrlo. Hay que darlo todo, siempre.

Jurassic Park en concierto

Con dirección orquestal de Damián Mahler, 75 músicos en escena interpretarán la partitura de John Williams mientras se proyecta el film de Steven Spielberg en pantalla gigante. El domingo 4 de junio a las 19.30 en El estadio Luna Park, Av. Madero 420.