«Puedo decir mi nombre porque sé quién soy.» Profunda y fuerte, esa es la frase del texto fundacional de Teatro x la Identidad que se repite en cada función hace 17 años, cuando un grupo de actores se organizó para realizar esta iniciativa en conjunto con las Abuelas de Plaza de Mayo como un aporte desde el arte a la búsqueda de nietos apropiados durante la última dictadura militar. 

«El año que comenzó Teatro x la Identidad había una gran necesidad en la sociedad de que existiera un movimiento de estas características. Era la época en la que se hablaba del fin de la ideología, de que a la juventud no le interesaba la realidad, de que estaba todo perdido… En ese contexto nuestra aparición demostró que nada de eso era real y que la sociedad estaba dispuesta a mucho más», dice a Tiempo Argentino la actriz y miembro de la comisión organizadora de TxI, Cristina Fridman. 

«¿Por qué sigue creciendo este movimiento?», agrega por su parte el actor Martín Slipak. «Porque el público que vio teatro por la identidad se sigue sumando y ellos son quienes van a ayudar a que lleguemos a esos 300 chicos que no tienen identidad. Esos chicos hoy ya son padres o madres por lo que hay una nueva generación que tiene su identidad cambiada. Por lo tanto, esta herida sigue abierta.»

Slipak tenía 12 años cuando participó en esa primera edición de TxI donde fue parte del elenco de A propósito de la duda. «Lo que pasó con esa obra, fue inmenso para adentro y para afuera. Tuvo la misma repercusión en el público y también internamente. En el escenario se vivía algo muy emotivo, todavía me acuerdo en el cuerpo la emocionalidad de esa obra, la gente cantando, aplaudiendo de pie. Era algo impactante», cuenta el actor que en esta edición se suma al ciclo Idénticos con el monólogo Estar en cartel, de Alejandro Lifschitz con dirección de Lorena Vega. 

Desde hace cinco años, TxI ofrece el ciclo Idénticos, una forma teatral compuesta por 12 micromonólogos dirigidos por 12 directores diferentes. «Este formato nos permite montar, producir y convocar dentro de la estructura de TxI. Son 12 actores y cada uno tiene su propio color y su identidad con la puesta de Daniel Veronese», explica Fridman. 

«Este formato es nuevo, nunca lo recorrí pero estoy ansioso por la carga que tiene. Voy a estar compartiendo escenario con once compañeros que admiro mucho y vamos a estar viéndonos hacer nuestro trabajo, me genera cierto movimiento placentero y fuerte. Estar acá siempre está cargado de emocionalidad con un sentido tan profundo que ahora encontró un formato dinámico y placentero», afirma el Slipak. 

El texto que la comisión eligió para Slipak aborda pone una mirada satírica sobre el rol del actor del teatro independiente. 

Luego de Teatro x la Identidad, surgieron otras iniciativas artísticas para visibilizar la lucha de las Abuelas. «No pensamos en durar tantos años pero es emocionante que hayamos llegado hasta acá. Hay mucho compromiso en esto porque nadie cobra honorarios ni los actores ni los directores ni la sala. Sentimos que TxI reivindica la tarea del teatro y del actor como ser social. Eso fue lo más fuerte que hizo Teatro x la Identidad porque además, quién no va a querer que sus Abuelas se encuentren con sus nietos, es un tema que tenemos que sanar para poder mirar para adelante. Si seguimos así van a seguir pasando generaciones sin saber la verdad. TxI ha generado mucho, no que se tome una decisión pero sí, fue un aporte para por lo menos pensar en la posibilidad de llamar a Abuelas», finaliza Fridman. «