Desde hace tiempo las bandas uruguayas comenzaron a ejercer un poder de atracción notorio en el público argentino. En el lote de las más populares, La Vela Puerca supo de esa conquista y de la retribución de sus fans en todo el país. Destilar es el flamante disco de la banda, una apuesta a las canciones más simples que presentarán este sábado en el Club Ciudad de Buenos Aires.

Por estos días el noneto está en plena gira que incluye fechas en la Argentina, Paraguay y México. Sebastián Teysera (voz) y Nicolás Lieutier (bajo) son los encargados de dar a conocer las historias detrás de la construcción de Destilar. «Tomamos cada disco como una invitación especial para un nuevo comienzo. Es como un bautismo en el que hay que recibir a los parientes y tenés que charlar con ellos (risas). La verdad es que estamos muy contentos con todo el trabajo que hicimos para tener este disco en la calle. Pero esto recién se cierra cuando subís a un escenario y hacés lo tuyo. Recién en vivo te das cuenta cómo calzan las canciones en la gente. Así que ahora estoy esperando que eso suceda cuando toquemos en el Club Ciudad», explica Teysera.

Para el grupo, todo el proceso de grabación del disco fue condicionado por varios factores, entre ellos la Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018. «La verdad es que todos nos queríamos ir de vacaciones en diciembre de 2017, pero nos dimos cuenta de que si no comenzábamos rápido con un nuevo disco después iba a resultar todo muy difícil. Yo quería sacar el material para la época del Mundial, pero los managers nos advirtieron que no iba a ser posible por el tema de la pelota de fútbol. Entonces tuvimos que comenzar ahí nomás, en diciembre, porque si lo hacíamos después la demora nos iba a complicar los planes del lanzamiento. Así que comenzamos a trabajar rápido, con todo lo que significa para un uruguayo trabajar (risas). En diciembre el disco estaba muy en pañales, pero había que empezar, así que me fui a Mendoza a darle forma a las letras y eso fue como el nacimiento. Me alquilé una casita en Chacras de Coria (Luján de Cuyo) y me puse a escribir, dándole a la música y escuchando lo que la banda me pasaba desde Montevideo».

En el juego de las diferencias, La Vela Puerca comenzó a delinear un «no concepto» para este nuevo álbum, siempre con la idea de distanciarse de todo lo que habían hecho en el pasado. «Veníamos de discos conceptuales como Piel y hueso, donde mostrábamos las dos caras sonoras de la banda con rock por un lado y por otro algo más tranquilo. Luego vino Érase…, también conceptual y basado en un hilo conductor fuerte que era como una especie de disco y libro a la vez. En Destilar queríamos volver un poco a nuestro primer disco; a que cada sonido de sintetizadores fuera una especie de collage y que cada canción tenga lo suyo pero sin concepto. Creo que por muchos factores este disco nos llevó al contexto de nuestro debut», aporta Nicolás Lieutier.

El nombre del álbum permite múltiples interpretaciones y la banda lo sabe. Teysera aclara que «viene más por el lado de habernos pensado a nosotros mismos frente a un alambique musical: ponemos nuestra esencia y destilamos canciones. Destilar es una palabra que reivindicamos porque todo el mundo la vincula con el mal uso del alcohol o con la borrachera». Para Lieutier es una palabra combativa «porque en Uruguay hay toda una bajada de línea contra el alcohol, como que tomarse una birra es producto del mal».

Otro de los factores que giran alrededor de Destilar es su naturaleza crítica hacia ciertos elementos de la vida moderna, algo que bien pudo verse en «La nube», el primer single del disco. «Yo vivo en el medio del campo, no tengo cable, no estoy atrapado en el zapping de la tele, Instagram, Facebook o lo que sea. No tengo más conectividad que la que tengo al darles de comer a las gallinas, cortar el pasto y esas cosas. Así que cuando salgo de gira todo lo que no hago en mi vida termina invadiéndome. No tengo nada contra las redes, son una buena herramienta, lo que no entiendo es a la gente que no tiene un equilibrio –aclara Teysera–. Hay una búsqueda de aprobación constante que da cuenta de una inseguridad muy grande. Parezco un viejo, pero cuando tengo la posibilidad de sacar un disco me planteo esas cosas y las digo». «

Uruguay: legalización y después

En julio de 2017 Uruguay se transformó en el primer país del mundo en legalizar en todo su territorio la venta de cannabis. Cuando se consulta a los miembros de La Vela Puerca por esa cotidianidad, ellos ofrecen un parte de situación sobre lo que ocurre en su país a partir del nuevo marco legal. «Más allá de la ley, está todo igual. Con la legalización no hubo ninguna catástrofe y los más veteranos también lo entendieron así, sobre todo porque vieron que nada cambió: nada malo finalmente sucedió, como muchos avizoraban. Antes de la modificación legislativa, se fumaba en todas las plazas y todas las veredas sin que pasara nada del otro mundo. Por eso digo que hasta la gente de más edad lo entendió de la mejor forma porque por fin observó que no hubo ninguna catástrofe o revolución descontrolada. Creo que en estos días está todo más tranquilo que nunca, hasta se puede fumar en los bares o caminando por la calle sin que nadie te moleste. La juventud está contenta, no hubo ningún descalabro social y todos felices», afirma Teysera. Lieutier, por su parte, agrega: «Antes muy pocas farmacias vendían marihuana. Pero ahora muchas perdieron el miedo porque vieron la veta comercial y se sumaron a la movida».

¿CUÁNDO?

La Vela Puerca presenta Destilar. Sábado 3 de noviembre a las 21. Club Ciudad de Buenos Aires, Av. Del Libertador 7501.