Luego de cinco años sin visitar el país, Green Day Volvió a presentarse ante un estadio de Vélez repleto, con un show increíble que tuvo a Billy Idol como telonero estelar y que priorizó sus más grandes éxitos por sobre los trabajos más recientes del grupo. Desde que la música retomó la presencialidad y con la efervescencia que produce, sobre todo, el regreso de bandas internacionales, la posibilidad de ver a tres grupos en una prometedora noche de domingo hizo que las localidades para este encuentro se agotaran por completo. Con ese espíritu, el espectáculo encabezado por el trío californiano dio puerta a las 17 y terminó cerca de las 23.

Los locales Bastardos del Under arrancaron para poner las cosas en movimiento, el legendario Billy Idol fue una gran entrada en calor, y Green Day resultó el delirio. Poco después de dar las 19, el referente indiscutido del punk británico se apersonó en el escenario para mostrar lo mucho que dejó su generación, que dominó la escena de fines de los ‘70 y los ‘80. Idol dio un show a la altura de un headliner, con momentos de alto vuelo que incluyeron hits como “Dancing With Myself” y “Cradle of Love” y con una banda más que sólida. Más allá de algunos problemas menores – que persistieron también durante el show del grupo que encabeza Billie Joe Armstrong-, las pantallas nos regalaron imágenes fantásticas del histriónico músico inglés, que copó la parada a sus 66 años. “Nos veremos en 30 años, volveré, se los prometo”, bromeó haciendo referencia a su anterior visita a la Argentina, una vez terminado su poderoso y eléctrico set (aunque vale aclarar que Idol tendrá mañana en el Luna Park su presentación solista).

Ya eran un poquito más de 21, hora para la que estaba anunciada la salida de Green Day, cuando los primeros acordes de “American Idiot”, las luces y los fuegos artificiales marcaron la tónica de lo que sería una gran noche para el punk rock y sus adeptos. Una de las claves del show, aparte de las llamas que salían al costado de los músicos y demás parafernalia, fue el carácter de celebración del trío norteamericano. Sí, los Green Day sacaron un disco en el 2020 (No Fun Mondays, del que no tocaron ni una canción) pero vinieron a reivindicar su momento más punk junto a una audiencia que creció escuchando “Jesus of suburbia”, “Basket case”, o “St. Jimmy”, por nombrar alguno de los éxitos de los dosmiles.

Recapitulando: luego de un comienzo arrasador con “American Idiot», le siguieron “Holiday” y “Know your enemy”. Con Billie Joe Armstrong yendo de menos a más en su faceta de showman, con halagos para la hinchada argentina y “el calor de la gente, que siempre se siente”. Un dato gracioso es que en su presentación en Brasil, en un momento, el cantante gritó “¡Argentina!”, que rápidamente corrigió a “¡Brasil!”, todavía más efusivamente. ¿Confusión? ¿Ansiedad? Jamás lo sabremos, pero el episodio quedó para el video viral y el meme.

En este caso, sin ningún traspié por el estilo, el recital siguió de forma frenética. En dos ocasiones la banda hizo subir a gente del público al escenario: primero, a una fan para cantar algunas estrofas, y luego a un chico, a quien dejaron tocar y luego le regalaron la guitarra. No faltaron los celulares iluminando las plateas más altas del Amalfitani durante las baladas y las canciones más poperas de su repertorio, que terminaron de vestir un concierto con la épica que merece una verdadera banda de estadios.

Hay detalles que no podrán pasarse por alto y serán anécdota: pudimos escuchar y cantar a todo pulmón “Wake me up when september ends”, justamente una hermosa noche de septiembre. El espectáculo que contó con un Billie Joe en plan “el público va a participar todo el tiempo” también tuvo la asombrosa perfomance de Tré Cool y Mike Dirnt en el binomio batería y bajo. Si en su salida de 2004, “American Idiot” sonaba como un disco al frente, contundente y súper rockero, casi 20 años después estos músicos le dieron 14 vueltas al asunto y lo tocan cada día mejor. Lo de Tré Cool en la batería fue increíble, un show aparte durante algunos lapsos del recital.

Entre más fuegos artificiales y llamas en el escenario, el show fue llegando a su fin. Con “Jesus of Suburbia” sonaron los últimos acordes y si el recital comenzó de 0 a 100, hizo el camino inverso con B.J Armstrong cantando “Good Riddance” en su guitarra acústica.

Si la salida de “American Idiot”, con su espíritu contestatario, sus videoclips y el boom cultural que resultó para el rock y la música en general tener espacio central en las pantallas de MTV, plantó una semilla en muchos de los que fuimos a ver a Green Day este domingo, Billie Joe, Tré y Mike lo cosecharon íntegro.