Las consecuencias del Covid-19 fomentan múltiples efectos en todas las geografías. El aislamiento social y preventivo que demanda la pandemia puede generar situaciones dramáticas para millones de personas. Pero algunos artistas se proponen construir algo positivo a partir de la incertidumbre y todo lo que la acompaña. En ese contexto, la soledad, el silencio y el toque de queda que reina en muchas ciudades se volvieron un caldo de cultivo propicio para que la mexicana Lila Downs siga creando.

“El Silencio”, el nuevo single de la oaxaqueña más famosa, transita una manera más de expresar las múltiples emociones de estos tiempos, entre tanto alejamiento social y familiar, pero siempre guardando las esperanzas de un próximo encuentro entre seres queridos. En su entrevista con Tiempo por teleconferencia desde su hogar mexicano –donde cumple como todos con las condiciones impuestas por las autoridades sanitarias de su país–, enseguida recuerda la última vez que estuvo en contacto con sus fans argentinos: “Fue a comienzos del año pasado, en el Teatro Colón. Era un ciclo donde canté con una gran orquesta acompañada de grandes músicos y por lo tanto fue una experiencia muy bonita, para recordar, y por eso la menciono. La oportunidad de cruzar las barreras musicales para no quedarnos con lo que siempre hacemos fue importante para mí. A veces los músicos no salimos de las cosas que se espera de nosotros, como si estuviésemos en una especie de compartimento cerrado. Aquella vez no fue de esa forma, así que fue algo muy lindo y emotivo lo que pasó en Buenos Aires en ese entonces. Ahora vivo una etapa donde estoy buscando y creando formas nuevas para estar en contacto con el público. En este tiempo compuse muchas canciones, sobre todo del tipo social, algo que me tiene bien ocupada. Espero que en alguna parte del próximo año todo eso pueda tener forma de un nuevo disco”, promete Downs.

–“El Silencio” te trae de nuevo al mundo de la música con una temática muy actual. ¿Fue algo inevitable llegar a esa construcción?  

–Es algo que me tiene muy feliz dentro de todo lo que estamos viviendo, aunque tengo que aclarar que los músicos somos muy gitanos en nuestra actividad y no nos gusta estar quietos. Así que por un lado estoy contenta con lo que estoy haciendo, pero por otro también pasé temores, algo que se mostraba en los sueños. Recordé en este tiempo cosas de mi niñez cuando todo era tan grande que abrumaba. Eso fue la inspiración para esta canción donde hablo del toque de queda, porque yo vengo desde una provincia donde había ese estado para nosotras, las señoritas. Quise recordar cómo afectaba eso en el campo para llevarlo a nuestro ahora, porque en estos días nos tocó encerrarnos y vivir otra normalidad. Ahora, el silencio que había era extraño porque estabas acostumbrada a escuchar a la gente hablando, a las cosas urbanas, y de repente comienzas a pensar si no  tienes puntos en común con las películas futuristas que alguna vez vimos en el cine. Definitivamente todo eso construyó esta nueva canción, que en un principio era una composición más para mí que para lanzar al mercado. Ese silencio que debemos tener ahora es para encontrarnos  con alguien que estaba en cada uno de nosotros pero hace mucho tiempo no escuchábamos. Siento que también más adelante encontraré pistas en “El Silencio”, porque siempre que compongo algo al cabo de un tiempo después encuentro cosas entre líneas.

–Después de tanto silencio, ¿es probable que cuando todo vuelva a la normalidad escribas algo en relación al ruido?

-Es probable (risas). El ruido es también muy sano, es verdad. Con todo esto que vivimos tenemos días y días, pero hoy fue diferente. Aquí tenemos las costumbres de las piñatas, entonces con mi hijo fuimos a romper una que teníamos y sólo para hacer ruido (risas). Es que el ruido también es importante.

–Sos una gran observadora del contexto social mexicano y latinoamericano. ¿Cómo está golpeando según tu parecer la pandemia en los países de nuestra región?

–Creo que a los mexicanos nos está golpeando todo esto como al resto de Latinoamérica. Al principio, nosotros aquí teníamos dudas de si todo esto no estaba pasando como parte de una agenda política, porque en Latinoamérica  tenemos mucha experiencia con la instalación de esas cosas (risas). Pero en México veíamos que el mundo estaba en problemas pero nadie decía ni anunciaba nada, a pesar de que las semanas seguían pasando. Pero pasó que en las redes sociales la gente solita comenzó a pedir que se cuiden porque se venía algo feo, los artistas también comenzaron a hacerlo. La información aquí llegó tarde y muchos no la querían creer, pero finalmente llegó y ahora estamos cuidándonos más a nivel Estado y sociedad.

-Todos estamos aprendiendo cosas nuevas por estos días. ¿Qué aprendió Lila Downs en este periodo?

-Es un momento para estar más con uno mismo, algo que no siempre se puede. Pero creo que estoy aprendiendo a ser más paciente nuevamente. Yo creo que eso es algo que todos lo llevamos adentro, pero la rapidez con la que va la vida, como ir veloz hacia un lado o escribir una canción de manera rápida, es algo que hoy nos damos cuenta que era apabullante, demasiado. La lección que nos están dando es que tenemos que tomarnos más tiempo como este, pero al mismo tiempo creo que lo que debemos aprender es a escucharnos a nosotros mismos, a las señales de la naturaleza, poner atención también en los demás. Lamentablemente hay divisiones y tratos que nos damos entre nosotros que se hicieron más grandes en este tiempo.

–Hablando de tratos, en la Argentina la violencia contra las mujeres sigue muy presente durante la cuarentena. ¿Cómo están manejando esa problemática en tu país?

-Creo que en México como en toda Latinoamérica hay mucho machismo, pero en este país y por cuestiones culturales se muestra más de eso pero de manera desvergonzada. El machismo es una realidad de nuestros países, que creció en todas partes durante este tiempo. Es muy fácil decir que hay que acabar con la violencia doméstica por ejemplo, pero hay que terminar con eso. Es necesario pensar en esa posibilidad, algo que lo digo por experiencia. Aquí en México hay más cercanía y comentarios sobre la violencia por parte del movimiento feminista, algo más que antes. Existe más comunicación y unión, algo que hoy por hoy está pasando en Estados Unidos, por ejemplo.

–Hablando de ese país, en Twitter se te vio pidiendo justicia por el crimen racial de George Floyd.

-Creo que lo que está pasando en EE UU es una muestra de la historia de las minorías en ese país. Lo que sorprende es que no haya estallado antes, sobre todo porque se trata de tensiones sociales que se van guardando pero que no resisten para siempre. En el medio artístico todos estamos demostrando solidaridad con la comunidad afroamericana, algo que está pasando a nivel nacional. La comunidad latinoamericana de ese país también está demostrando su solidaridad porque  hay una estratificación que va más allá  de las diferencias sociales y económicas. Acá en México hay muchas personas que desconocen los tratos de las minorías en los Estados Unidos y te critican de una manera sin sentido, como si desconociésemos los que tenemos conciencia de los problemas raciales que también existen en nuestro país. Pero todo resulta muy bueno porque en México también salta a la luz pública el dialogo que disparan socialmente estos temas  y porque se trata de problemáticas que meten la posibilidad de hablar de cosas que han estado en silencio por muchos años.

–¿Cómo se resisten las políticas de un gigante como Estados Unidos teniéndolo tan al lado?

-Uy… se componen  canciones (muchas risas). Recuerdo que cuando se eligió a Donald Trump como presidente, yo estaba muy deprimida como seguramente lo estaban millones de personas alrededor del mundo. El trabajo que nosotros hacemos como artistas es tratar de unir a los individuos, y más allá de sus diferencias lo que nos interesa es celebrarlas también. Lo que hizo Trump es instigar a que suceda todo lo contrario para sembrar la semilla del odio. Esas son las semillas que en este momento están dando sus frutos.                    


El Silencio

Nuevo single de Lila Downs. Disponible en plataformas digitales y en video en YouTube.

La gran Chavela Vargas

En el transcurso de su extensa entrevista con Tiempo, donde los factores sociales siempre estuvieron presentes, el recuerdo de Chavela Vargas se cruza sin disimulo en las declaraciones de Lila Downs. Sabida es la relación que ambas tuvieron desde que se conocieron y el afecto mutuo que se demostraron cada vez que se trataron.

Los registros que existen de esa relación no son pocos, al punto que gracias a ellos existe toda una nueva generación de amantes de la canción de estirpe ranchera que encuentra en Chavela a la reina de la canción mexicana, mientras que a Lila Downs a una digna sucesora. “Recordarla a ella es hacerlo desde el punto de vista de una auténtica mujer guerrera, y al mismo tiempo tengo que decirte que era muy, pero muy brava (muchas risas)”, dice Downs de manera elocuente. Y continúa: “Tuve la suerte de conocerla bien, y creo que durante toda su vida ella se sintió como una persona de los márgenes, una mujer marginal. No me atreviera a pensar qué reflexionaría ella sobre este momento que estamos pasando en términos de sociedad y humanidad, pero creo que ella miraría a este tiempo y efectuaría un pedido de justicia, ni más ni menos que eso. Pero más allá de esto, de lo que estoy más segura es que de estar con nosotros en estos días diría cosas más fuertes y potentes de las que yo seguramente puedo decir ahora o en el futuro (más risas). ¡No quiero ni imaginarme lo que estaría diciendo contra un gobernante como es Donald Trump!”, concluye Downs.



Tres discos fundamentales


La Sandunga (1999)

Es el álbum con el que Lila Downs logró su primer suceso comercial y a la vez el que la puso en la mira de los productores internacionales. En su momento, La Sandunga posicionó a la oaxaqueña como a una artista que resaltó en su México natal fusionando sonidos modernos, cruzándolos con estilos como el jazz, el blues y la canción bolerística de corte nacional. Cosechó dos grandes hits: “Canción Mixteca” Y “El Venadito”.



Árbol de la vida (2000)

Lanzado a comienzos del nuevo milenio, el álbum no hace otra cosa que extender el suceso comercial de “La Sandunga”, ampliando su figura más allá de las fronteras de la cultura de su país. Con ese material salió de gira por Estados Unidos pero también llegó a Europa, haciendo un gran y exitoso tour por el Reino Unido, Canadá y Suiza. Según sus no pocos fanáticos, se trata de uno de los discos que mejor la representan como artista latinoamericana.



La cantina (2006)

Preparado durante más de un año y medio, se trata del material con el que la mexicana incursiona en estilos como el hip-hop, el pop, la cumbia y el rock. Se trata de quince temas (de los cuales tres llevan su firma) que incluyen una versión en inglés del tema “La cumbia del Mole”, una canción que le trajo un amplio reconocimiento y por el cual todavía es recordada. Se trata de uno de los hits infaltables de su repertorio en vivo.