Con sus propias formas y tiempos. Liliana Vitale comenzó a andar una extensa carrera a mediados de los ’70 con el grupo MIA y hoy llega a su octavo disco solista. Uanantú fue grabado junto con su hermano Lito Vitale (piano) e incluye diez composiciones de autores tan diversos como Gustavo Santaolalla, Atahualpa Yupanqui, Luis Alberto Spinetta, María Elena Walsh, Joan Manuel Serrat y Miguel Abuelo, entre otros. Todo con el inconfundible sello Vitale. El trabajo también contiene un libro de relatos breves de Patricia Pagola y dibujos de Liliana.

–El repertorio de Uanantú es muy diverso. ¿Cómo llegaron a esa síntesis? 
–Es lo que escuchábamos de chicos, a fines de los ’60 y comienzo de los ’70. El boom del folklore y las guitarreadas los sábados, el tango que acababa de brillar y el comienzo del rock sucedieron simultáneamente. Incluso la canción política. De todas maneras, las composiciones entraron en el torrente sanguíneo por su sonoridad y desde ahí fueron convocadas ahora, por la vibración común que compartimos con Lito. 
–¿Cómo nació la idea de acompañar el CD con un libro de relatos breves y dibujos?
–Cuando estábamos grabando recordé el libro que habíamos hecho de adolescentes con Patricia. Me pareció que era la manera de acompañar este mundo sonoro y su estado de inocencia y creatividad a flor de piel. El estado de par, de dúo, que hace que nos conozcamos en nuestra mejor versión, la que no juzga, la que habita la intersección posible con el otro.
–¿Cómo será la presentación en la Usina del Arte?

–Va ser una oportunidad única para escuchar en vivo al dúo acústico Uanantú. Es parte de un ciclo de la Usina del Arte llamado Doble Dosis, así que presentamos el disco en dúo con Lito y luego él tocará con el trío que formó junto con Víctor Carrión y Mariano Delgado, con quienes hará repertorio de sus formaciones anteriores. Al final, por supuesto, compartiremos algunas inolvidables canciones argentinas. De aquí en más yo seguiré presentando el disco con una perfomance unipersonal, con canciones y textos.  «