El mundo artístico llora una nueva pérdida: la Asociación Argentina de Actores informó que este martes, a los 73 años, falleció el actor y director Lorenzo Quinteros, luego de una larga enfermedad.

La última película en la que trabajó fue Armonías del caos, que se filmó en España en 2016. Producto de sus problemas de salud, estaba alejado de la escena desde hace un tiempo. En agosto de 2015 había sufrido un accidente cerebro vascular (ACV), lo que generó un deterioro en su salud, pero siguió hasta que su cuerpo dijo basta y bajó el telón definitivamente. 

Su legado queda en todo lo que ha hecho: se destaca su rol protagónico en filmes como Hombre Mirando al sudeste y Los Días de junio, pero fue uno de los más destacados profesionales del arte teatral en todos sus formatos. De hecho, la Asociación Argentina de Actores, que el pasado 18 de marzo le había entregado una medalla por 50 años de afiliación en una emotiva ceremonia, señaló que «su trayectoria de más de medio siglo incluye destacados trabajos en cine, teatro y televisión», siempre con el mismo compromiso y altos estándares de calidad. «Nuestras condolencias a sus hijos, entre ellos el actor Hilario Quinteros, a familiares, amigos y compañeros de trabajo, acompañándolos en este duro momento», manifestaron en el comunicado.

En cine, Quinteros llevó adelante destacadas interpretaciones en todo tipo de películas, como La noche de los lápices, Las puertitas del Señor López, Ultimas imágenes del naufragio, Buenos Aires Viceversa, Un muro de silencio, Eva Perón o Valentín, entre tantas otras. Entre sus trabajos televisivos, en tanto, se encuentran Por ese palpitar, Culpables, Historias del crimen, Zona de riesgo, Como pan caliente y Los Simuladores.

Pero la lista más extensa es la de obras teatrales, donde se sentía más cómodo y encontraba el corazón de su trabajo. Participó como actor en piezas como Sacco y Vanzetti, La malasangre, Saverio el cruel, Porca miseria, El amante, El campo, El resucitado, La metamorfosis, entre muchas otras. 

Como director teatral, tuvo a su cargo la puesta en escena de decenas de piezas, entre ellas El gigante Amapolas, Los escrushantes, Hormiga negra, Viejos tiempos, Dar la vuelta o Los impunes. También se desempeñó como autor y adaptador. En su rol de docente de actuación, se desempeñó en la Escuela Nacional de Arte de Buenos Aires, el Taller de Actores del Teatro Gral. San Martín, la Escuela Municipal de Arte Dramático y en talleres propios.

Fue de los más actores nacionales más premiados: en 2003 recibió el Premio Podestá a la Trayectoria Honorable, entregado por este sindicato junto con el Senado de la Nación. Pero no fue el único galardón. Recibió un Condor de Plata al ‘mejor actor’ por Hombre mirando al Sudeste y Las puertitas del Sr. López; el Prensario en 1988 por esta última película; un Estrella de Mar al ‘mejor protagónico’ por El Resucitado, que realizó durante la temporada teatral de Mar del Plata en 1989 y 1990; un Silver Hugo Award al ‘mejor actor’ por Después de la tormenta. En 1997 fue nominado a los Premios ACE como ‘mejor director off’ por Equívoca fuga de señorita apretando un pañuelo de encaje sobre su pecho; y en 1999 recibió una estatuilla en ese mismo rubro por Los Escrushantes. En 2005, se quedó con otro Premio ACE como ‘mejor unipersonal’ por El Resucitado y obtuvo un Premio GETEA Revista Siglo XXI por ‘mejor director’ en Pezones mariposa.

El  18 de marzo recibió su medalla por 50 años de afiliación a la Asociación Argentina de Actores en la ceremonia realizada en el Palacio San Miguel, donde recibió una ovación por parte de las actrices y actores presentes.

Había nacido en la localidad cordobesa de Monte Buey, donde soñaba ser músico: de niño aprendió a tocar el clarinete y el trombón en una banda infantil de su pueblo. Pero los 18 años llegó a Buenos Aires y decidió que el teatro sería su camino. En 1968 egresó de la Escuela Nacional de Arte Dramático y armó su propio grupo teatral. Fue un ejemplo para muchos de sus colegas más jóvenes y, sin dudas, quedará para siempre como uno de los actores más queridos y respetados en el ambiente.